Manifestación en Austria.

Manifestación en Austria. Reuters

Europa

Crece la frustración en Europa ante la certeza de una segunda Navidad con restricciones por la Covid

Manifestaciones en Austria, Zagreb y Róterdam; récord de incidencia en Alemania y nuevos confinamientos y medidas restrictivas: el continente se prepara para una nueva ola del coronavirus que hace peligrar las festividades navideñas. 

21 noviembre, 2021 06:56
Lola Serrano Luis Lidón (EFE)

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Europa Occidental vive un momento delicado en lo referente a la pandemia: superando récords diarios de contagios e incidencia, con las UCI colapsadas y con porcentajes bajos de vacunación que han obligado a los gobiernos centrales a tomar medidas extremas para paliar el preocupante avance del virus. 

Alemania, alabada al inicio de la crisis sanitaria por su bravísima contención del virus, tiene ahora la incidencia más alta desde que la Covid llegase a Europa en marzo de 2020: 362,2 contagios por 100 habitantes, según los últimos datos del Instituto Robert Koch (RKI).

La cuarta ola de la pandemia sigue alcanzando niveles altos en la nación germana donde, ante el estancamiento de la campaña de vacunación, se teme una quinta. Un 67,9 por ciento de la población ha recibido la pauta completa de la vacuna contra el coronavirus y un 70,4 por ciento, al menos, la primera dosis.

Una horca muestra la frase 'Sic semper tytannis' (Así siempre a los tiranos), durante la manifestación en Viena.

Una horca muestra la frase 'Sic semper tytannis' (Así siempre a los tiranos), durante la manifestación en Viena.

Hace semanas que no se logran progresos notables para alcanzar cifras que acerquen a Alemania a la inmunidad de rebaño, lo que es atribuido en buena parte a la resistencia a vacunarse de parte de la población.

Ante el escenario que presenta una negativa a la inmunización, Austria ha sido la primera nación en decretar la vacunación como obligatoria, además de imponer un nuevo confinamiento general hasta el 12 de diciembre para toda la población a partir del lunes. Los no vacunados llevan confinados desde principio de semana. Viena se ha convertido este sábado, en consecuencia, en un mar de protesta por las nuevas reglas del país alpino.

40.000 austriacos han recorrido las calles de la capital para reclamar su "libertad" ante la imposición de la inoculación de las dosis de la vacuna. La manifestación fue convocada por el partido ultraderechista FPÖ -que estimó la participación en 100.000 personas-, aunque su líder, Herbert Kickl, no asistió al estar en cuarentena tras dar positivo por coronavirus.

Austria es uno de los países que cuenta con una de las tasas de vacunación más bajas de Europa Occidental: en una población de 8,9 millones de habitantes, un 65% de ciudadanos cuenta con la pauta completa. Asimismo, su tasa de incidencia -que roza los mil casos por cada 100.000 habitantes- es también una de las más altas del continente. 

Manifestación en Viena en contra del confinamiento y la vacunación obligatoria E.E.

"A pesar de meses de persuasión, a pesar de todas las campañas en los medios de comunicación, a pesar de todo, no hemos podido convencer a la gente de que se vacune. Así que nos vemos abocados a una decisión muy difícil, la decisión de que debe comenzar rápidamente una vacunación obligatoria a nivel nacional. La vacunación es el único camino para salir de este círculo vicioso", dijo este viernes el canciller austriaco Alexander Schallenberg.

No han sido los únicos. Croatas y neerlandeses también han acudido a las calles para protestar ante unas medidas que, consideran, coartan su libre albedrío. En la ciudad de Róterdam, los incidentes tomaron un viraje violento: grupos de jóvenes crearon numerosos altercados este viernes y la noche terminó con dos heridos de bala y más de medio centenar de detenidos.

En la actualidad, Países Bajos aplica lo que llama "confinamiento limitado", por el que exige la distancia interpersonal de 1,5 metros en el espacio público, el uso de mascarillas en interiores de acceso al público y el pase covid en la restauración, los eventos musicales y culturales, gimnasios y piscinas, entre otros.

Sin embargo, el alto número de contagios está presionando al Ejecutivo a tomar nuevas medidas, y planea, si obtiene apoyo parlamentario, excluir del pase covid a los no vacunados aunque den negativo en un test, lo que deja fuera a en torno a 1,8 millones de ciudadanos que no planean vacunarse por escepticismo hacia las vacunas o por razones religiosas, entre otras causas.

Manifestantes en Viena este sábado.

Manifestantes en Viena este sábado. Reuters

En Zagreb, 15.000 personas se han manifestado para que el gobierno anule la obligación, en vigor desde el martes, de mostrar el certificado covid a la entrada en todas las instituciones públicas. Croacia, donde solo un 46% de la población está vacunada con la pauta completa, está pasando por una dura cuarta ola, con récords de contagios y elevado número de muertos por coronavirus, mientras los hospitales ya están al límite de sus capacidades.

Evitando el colapso navideño 

Europa quiere evitar otra Navidad con restricciones extremas, por ello, está adelantándose a un posible colapso hospitalario con la aprobación de medidas que puedan paliar el avance del virus.

El Gobierno neerlandés decidió este viernes prohibir en todo el ámbito nacional los fuegos artificiales en las celebraciones de Nochevieja, para evitar un aumento de la presión hospitalaria con los accidentes que acarrea esta práctica, que solía dejar miles de heridos antes de la pandemia de Covid-19.

El Consejo de Ministros neerlandés consideró que no es prudente permitir que los ciudadanos usen fuegos artificiales este año porque la presión en la atención médica está ya aumentando debido a las altas cifras de contagios por coronavirus y los heridos con pirotecnia no pueden ser un problema añadido.

El crecimiento generalizado de las tasas de incidencia, contagios y muertes por el coronavirus mantiene al continente europeo en vilo, principalmente para evitar una ola posterior después de la Navidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado su gran preocupación por el alza de casos en Europa y ha avisado de la posible muerte de unas 500.000 personas para marzo de 2022 si no hay medidas urgentes.

Así lo ha indicado el director regional de la organización, Hans Kluge, a la cadena brtiánica BBC. El directivo indicó que la introducción del uso de mascarillas puede ayudar de forma inmediata.

Dicha idea también ha sido defendida por la viróloga del CSIC Margarita del Val, que ante el reciente repunte de casos y de incidencia en España -que mantiene un ritmo favorable de la gestión pandémica en comparación con sus vecinos europeos-, ha pedido que se vuelva a usar la mascarilla en exteriores por lo menos hasta enero. Las aglomeraciones de las fechas festivas, las celebraciones y las compras preocupan a los expertos.

Según Kluge, el invierno, la falta de progreso en la vacunación y la presencia de la variante delta de la Covid, muy contagiosa, son los factores que explicarían este repunte de casos de coronavirus en Europa, por lo que pidió medidas de salud pública y que más gente se vacune.

En su opinión, la obligatoriedad de inmunizarse deberían ser algo que se adopte como "último recurso", ya que antes pueden tomarse otras medidas como el uso del pasaporte covid.