Interior de un restaurante Burro Canaglia.

Interior de un restaurante Burro Canaglia. Burro Canaglia

Sociedad Tragedia en Manuel Becerra

Las 4 incógnitas que siguen abiertas sobre la decoración en el restaurante Burro y su papel en el incendio

Todo apunta a que el fuego se propagó con rapidez a través de los adornos. La legislación es "ambigua" y Cibeles estudia cambiar las inspecciones. 

27 abril, 2023 02:09

Hace 69 semanas, la floristería sevillana Flor Jifran publicó una historia en su cuenta de Instagram. El vídeo dura unos pocos segundos y está acompañado de un texto: "Preparando un nuevo restaurante". Justo debajo, se señala la ubicación: "Burro Canaglia Bar&Resto. Plaza Manuel Becerra, 16 (MADRID)". En las imágenes, se ve el local atestado de cajas apiladas, a dos operarios y se entrevé alguna planta de decoración. Flor Jifran es la empresa que fabricó la decoración floral del restaurante de la capital que ardió el viernes.

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Todo apunta a que el fuego se desató con rapidez cuando las llamas de una pizza flambeada prendieron la decoración floral que cubría el techo y las paredes del restaurante. Con el paso de los días, las plantas decorativas se han convertido en uno de los elementos más polémicos del suceso. Y no precisamente por las certezas -las causas del incendio se siguen investigando-. Más bien, por las incógnitas aún sin resolver.

La cadena de comida italiana Burro abrió su restaurante en Madrid a principios de 2022. Aunque los restaurantes pertenecen al grupo empresarial sevillano Foodology Lab, en la capital abrieron a través de un franquiciado. El negocio heredó la licencia de actividad de 1997 de la Cervecería El Barrio, que ocupó el local durante varios años. 

La decoración no necesita licencia

No hay que confundir la licencia de actividad con las licencias de obra. Estos últimos permisos son los que necesita la empresa sí quiere hacer reformas de calado en el local. En noviembre de 2021, la Policía Municipal denunció al restaurante por hacer supuestamente obras sin licencia. Los propietarios alegaron que no necesitaban permiso porque los trabajos eran de reacondicionamiento del local. No eran de suficiente envergadura. Y el Ayuntamiento archivó el expediente. 

Según explican fuentes municipales, la empresa no está obligada a informar al Consistorio sobre los elementos decorativos. Pero el encargado del proyecto sí que debe contar con un certificado donde conste que se cumple la normativa municipal de prevención de incendios y la regulación estatal, que en este caso es el Código Técnico de la Edificación.

Legislación "ambigua" 

La legislación sobre prevención de incendios en el interior de los locales es amplia y compleja. Podemos citar tres leyes: el Código Técnico de la Edificación (estatal), el reglamento de prevención de incendios de la Comunidad de Madrid y la ordenanza de prevención de incendios del Ayuntamiento de Madrid.

En cualquier caso, según explica Bárbara Serrano, arquitecta técnico y responsable del departamento de mantenimiento de 3F Ingeniería, "cualquier ordenanza municipal es igual o más restrictiva que la normativa que transpone". Es decir, la legislación madrileña debería exigir, como mínimo, los mismos límites que el Código Técnico de Edificación. 

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Más allá de la normativa, María Bernardo, arquitecta del Grupo Río Frío, concluye: "No se ha cometido ninguna ilegalidad, sino una irresponsabilidad en usar elementos decorativos a modo de revestimiento". Bernardo sostiene que en la legislación existente no hay definiciones suficientes como "para que se puedan catalogar todos los elementos decorativos como legales o no". 

El Código Técnico indica que la densidad de la carga de fuego de los materiales de revestimiento y el mobiliario fijo no debería exceder de 200 megajulios (MJ) por metro cuadrado (200 MJ/m2). Sobre este aspecto, la experta explica que, por un lado, la norma estatal sólo habla de elementos textiles, no de plásticos o de objetos de otro tipo. Y, por otro, Bernardo insiste en que el revestimiento "no es un elemento decorativo", sino "una capa de material", como la pintura que se aplica a una superficie o un forrado de madera. "La decoración es tan amplia que es difícil de regular", recalca. 

La normativa municipal de Madrid recoge que los techos y paredes de caminos "protegidos" deberán contar con "materiales combustibles no inflamables". El local de Manuel Becerra no tenía salida de emergencia -por tamaño y aforo, no estaba obligado a disponer de ella-. El único acceso a la calle era la puerta de entrada, muy cerca de donde se originó la llamarada.

El miércoles, el alcalde José Luis Martínez-Almeida habló sobre el asunto. "No está prohibido que los locales tengan decoración en la ciudad, siempre que sea una decoración que cumpla con el reglamento del Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid de prevención precisamente de fuego y, por tanto, que sean materiales ignífugos". Y añadió: "Puede que haya locales que incumplan la normativa, pero estoy seguro también de que la mayoría de los locales cumplen".

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La arquitecta María Bernardo insiste: "La normativa, cuando es ambigua, siempre está sujeta a interpretación del técnico que debe hacerla cumplir". En definitiva, la legislación sobre la decoración de los restaurantes está abierta a "interpretación legal". El Ayuntamiento ya estudia cambios en normativa o en las inspecciones a locales para "evitar tragedias" como la de Burro

¿Quién decoró el local?

Siguiente punto: ¿quién diseñó la distribución de la decoración del restaurante Burro? Hasta la fecha, no ha trascendido. Este asunto generó polémica a las pocas horas de producirse el suceso. Usuarios de las redes sociales se percataron de que Garrigues Retal había borrado de su página web uno de los proyectos de su lista, el de restaurante Burro de Manuel Becerra. 

Esta empresa, en concreto, se atribuía en la entrada web desaparecida el "proyecto básico y de ejecución" y la implementación del "diseño" del restaurante de comida italiana. Horas más tarde, publicó un comunicado aclarando que su papel se limitó a elaborar un proyecto de "arquitectura e ingeniería, que no incluía la decoración"

"La selección, suministro e instalación de los elementos decorativos instalados en el local ha sido posterior y completamente ajena al proyecto realizado por Garrigues Retail y, por tanto, a su control", detallan en el comunicado. 

La empresa que colocó las plantas, Flor Jifran, no responde estos días a las preguntas de los medios. La floristería mantiene en su página de Instagram una historia que demuestra su implicación en la preparación de la decoración. Sus decorados también están en otros restaurantes del grupo Foodology Lab. 

El material del decorado

Flor Jifran no aclara si la decoración floral empleada en el local de Manuel Becerra es de plástico o se trata de plantas preservadas. En su página web, ofrecen los dos tipos de productos. La floristería no concreta tampoco la técnica que emplea para preservar sus vegetales.

Las flores preservadas son naturales, mantienen su color original y no están secas. "Es cierto que en primer lugar han sido deshidratadas pero, a falta de agua, sus capilares vegetales se han rellenado con glicerina: un elemento que facilita la conservación en perfecto estado de estas plantas", se explica en el blog de una conocida empresa especialista en plantas y decoración. 

La glicerina es un químico combustible, aunque su punto de inflamación es de 160 grados centígrados. Es un químico normalmente estable, incluso en condiciones de incendio. 

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El sábado, en el parte que ofrecieron los servicios de emergencia a los medios de comunicación en la Plaza de Manuel Becerra, el representante del Samur explicó que las temperaturas de este tipo de incendios "son mayores de 150 grados" y que se generan "gases tóxicos como los derivados del cianuro o del monóxido de carbono" que "asfixian a las células y hace que los pacientes mueran en muy poco tiempo".

En estas condiciones, según el Samur, "la no presencia de los equipos de rescate en los primeros 10 minutos hubiera significado la muerte de todos los pacientes". Los bomberos tardaron muy poco en llegar al lugar del incendio porque el parque de la zona estaba a 300 metros de Manuel Becerra. Extinguieron las llamas en unos cinco minutos. Además de los dos fallecidos, media decena de personas fueron ingresadas con pronóstico grave. 

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