Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feióo se saludan, el 7 del junio de 2022, antes de iniciar la sesión de control al Gobierno en el Senado.

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feióo se saludan, el 7 del junio de 2022, antes de iniciar la sesión de control al Gobierno en el Senado. Flickr PP

Política 23-J

La negativa de Sánchez a reunirse con Feijóo deja el futuro de España en manos de Puigdemont

El PSOE pide a la Junta Electoral que revise más de 30.000 votos declarados nulos en Madrid, para recuperar un escaño y rebajar las exigencias de Junts.

31 julio, 2023 02:50

El presidente en funciones Pedro Sánchez cerró este domingo cualquier vía de diálogo con el PP, al negarse a celebrar un encuentro con Alberto Núñez Feijóo para acordar una salida a la situación de "ingobernabilidad" surgida de las elecciones generales del 23-J.

La decisión del candidato socialista deja el futuro del Gobierno en manos del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, quien ya ha advertido que Junts sólo apoyará la investidura de Sánchez si éste acepta negociar la soberanía de Cataluña y una amnistía para todos los independentistas procesados por la Justicia.

Feijóo proponía celebrar el encuentro entre los líderes de los dos partidos mayoritarios antes de que, el próximo 17 de agosto, se constituyan las Cortes. Sin embargo, en una carta llena de reproches remitida desde la residencia real de La Mareta (Las Palmas), Sánchez comunica a Feijóo que no tiene ninguna intención de reunirse con él antes de que el Rey Felipe VI designe a un candidato a la investidura. Algo que puede demorar la cita hasta el próximo mes de septiembre.

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Es decir, Sánchez no va negociar con el PP la composición de la Mesa de la Congreso (que tendrá lugar el mismo día 17), un órgano que tiene la capacidad de marcar los plazos de investidura y vetar iniciativas parlamentarias. Los socialistas pactarán previsiblemente la composición de la Mesa con los partidos que forman su "bloque de investidura": Sumar, ERC, Bildu y otros grupos minoritarios.

Pero, tal como le comunica en su carta, Sánchez tampoco está dispuesto a verse cara a cara con Feijóo para que éste le pida que el PSOE facilite su investidura con la abstención, como ganador de las elecciones del 23-J.

De forma paralela, en medio de este intercambio epistolar, el PSOE ha pedido a la Junta Electoral que revise uno a uno los 30.300 votos que fueron declarados nulos el 23-J en las mesas electorales de Madrid, en un intento de recuperar el escaño que el PP le arrebató el viernes en el escrutinio del Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA).

Si los socialistas consiguen este objetivo, Sánchez podría rebajar las exigencias de Puigdemont: ya no necesitaría para su investidura el sí de los siete diputados de Junts, sino que le bastaría su abstención. Pero la nueva legislatura seguiría en manos del partido de Puigdemont, un fugitivo de la Justicia que desde Waterloo puede mantener el bloqueo y abocar a nuevas elecciones en los próximos meses.

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La Junta Electoral de Madrid rechazó ayer domingo la petición del PSOE, en una dura resolución en la que afirma: "No hay razón sobre posibles irregularidades en el voto nulo que exijan a esta Junta la revisión extraordinaria que se nos pide", basada "únicamente en una especulación infundada", en un cálculo del estrecho margen de 1.323 votos que separan al PP y al PSOE en Madrid. Los socialistas han anunciado que volverán a intentarlo, esta vez ante la Junta Electoral Central.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, agitó las aguas este domingo con una carta en la que solicitaba al candidato socialista ("estimado Pedro", dice en su encabezamiento) celebrar cuanto antes un encuentro para entablar "un
diálogo responsable, en beneficio de la estabilidad política e institucional de
España", y dar una respuesta "eficaz a las incertidumbres y desafíos que afrontamos" tras los comicios del 23-J.

En su misiva, Feijóo recalca que como ganador de las elecciones le corresponde la responsabilidad de formar Gobierno, tal como ha venido ocurriendo durante las cuatro últimas décadas de democracia.

"España no se merece una situación ingobernable", señala el líder del PP, "y tampoco podemos permitirnos un bloqueo en un momento tan relevante para nuestra economía y nuestras instituciones, en plena Presidencia española del Consejo de la
Unión Europea".

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Las fuentes de la calle Génova consultadas por EL ESPAÑOL recuerdan que, en la noche del 23-J, Pedro Sánchez ni siquiera felicitó a Feijóo como ganador de las elecciones. Simplemente, le envió un whatsapp en el que le emplazaba a hablar una vez concluyera el escrutinio del Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA).

El recuento del voto exterior se produjo el viernes y no mejoró las expectativas de Sánchez. Por el contrario, el PP logró arrebatar a los socialistas un escaño por Madrid, que eleva a 137 los diputados del Grupo Parlamentario que encabezará Feijóo. Los populares elevan así a 16 escaños su ventaja sobre el PSOE, que se queda en 121 (sólo uno más de los que Sánchez obtuvo en 2019).

Y de este modo, se invierte el equilibrio de las mayorías: 172 escaños apoyarían la investidura de Feijóo (PP, Vox, UPN y CC) frente a los 171 que tiene asegurados Sánchez (incluyendo PSOE, Sumar, ERC y Bildu). Pero Carles Puigdemont sigue teniendo en su mano la "llave" de la investidura de Pedro Sánchez, como presumió el sábado. Los siete diputados de Junts pueden mantenerle en la Moncloa con su voto favorable, siempre que ceda a sus pretensiones: amnistía y autodeterminación para Cataluña.

Tan sólo unas horas después, a las 19:43 del domingo, el PSOE difundía la respuesta de Pedro Sánchez a Feijóo, cargada de ironía en algunos pasajes ("aunque hoy dispongamos de medios más ágiles para la interlocución que el diálogo epistolar..."), pero también de reproches.

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Desde su retiro veraniego, Sánchez explica a Feijóo que no gobierna quien gana las elecciones, sino quien logra sumar la mayoría parlamentaria suficiente, como ha ocurrido en algunas comunidades autónomas mediante pactos entre el PP y Vox (como el que ha desalojado al socialista Guillermo Fernández Vara de la presidencia de la Junta de Extremadura).

A continuación muestra su preocupación ante los "inquietantes retrocesos en materias tan importantes como el diálogo social, la igualdad, la diversidad o el medio ambiente" que se están produciendo allí donde gobiernan juntos PP y Vox. Y se muestra convencido de que en las elecciones del 23-J los ciudadanos dieron la espalda a "las
fuerzas políticas que han enarbolado la bandera de la derogación de los avances
y del retroceso".

Y como consecuencia de todo ello, Sánchez anuncia en su misiva que no está dispuesto a entablar ninguna negociación con el PP para investir a Feijóo como ganador de las elecciones: su encuentro no se producirá hasta entrado el mes de septiembre.

"Tras la constitución formal del Congreso de los Diputados, el próximo 17 de agosto, y una vez designado el candidato propuesto por el Jefe del Estado", indica el presidente en funciones, "estaré encantado de reunirme con usted, así como con el resto de portavoces de los grupos parlamentarios con representación en la Cámara".

Consultas en Palacio

Tras la Constitución de las Cortes, el Rey Felipe VI iniciará previsiblemente el 21 de agosto la ronda de contactos con los portavoces de los grupos, para designar al candidato a la investidura.

Las fuentes de Génova consultadas por este diario insisten en que Feijóo está decidido a presentarse a la investidura —aunque no cuente con la abstención del PSOE, como parece más que probable—, para exponer su programa de Gobierno y reivindicar su papel de legítimo ganador de las elecciones.

Los planes del PSOE pasan por dejar que Feijóo se achicharre en este debate, que dejaría en evidencia su falta de apoyos parlamentarios, para imponer el relato de que ha sido, en realidad, el perdedor de los comicios.