García Ortiz junto a Ana Redondo, el 9 de junio pasado en la entrega de los premios del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género celebrada en Valladolid, donde un micrófono de La Sexta captó su conversación.

García Ortiz junto a Ana Redondo, el 9 de junio pasado en la entrega de los premios del Observatorio de Violencia Doméstica y de Género celebrada en Valladolid, donde un micrófono de La Sexta captó su conversación. La Sexta

Política

Ana Redondo, de la "cenita" con García Ortiz a señalarle por las pulseras antiagresores para defender la gestión de Igualdad

Igualdad vuelve al centro de la polémica y del desgaste del Gobierno, como cuando dirigió la cartera Irene Montero en la legislatura pasada.

Más información: Ana Redondo sale en auxilio del procesado García Ortiz: "Cuenta conmigo, una cenita... en Valladolid lo hacemos"

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Del cariñoso "¿una cenita?" al duro choque público. La relación entre la ministra de Igualdad, Ana Redondo, y el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha dado un giro inesperado.

Este viernes, la titular de Igualdad salía al paso del escándalo sobre el "apagón" de las pulseras de los hombres investigados por violencia de género.

La ministra señala a la Fiscalía, cuyo informe dio la voz de alarma, y le reprocha que haga una "valoración sin datos" de la situación. Sólo hubo fallos "mínimos y puntuales", insiste.

La propia memoria de la Fiscalía, presentada hace unos días por García Ortiz ante Pedro Sánchez, incluye una advertencia sobre la "gran cantidad de sobreseimientos provisionales y absoluciones" que provocaron los fallos de las pulseras.

La ministra no lo comparte. "Sí que me gustaría conocer lo que la Fiscalía entiende como 'muchos casos', hablaremos con ellos, porque no se puede hablar de 'muchos casos'...", aclara la ministra.

Según Igualdad, se trata de un número "muy, muy pequeño de casos que no llega al 1%", pero sin explicar cómo han obtenido esta cifra.

Esta es la primera vez que un ministro choca con el fiscal general al que Sánchez siempre ha tratado de proteger a toda costa, respaldándolo incluso cuando fue procesado por revelación de secretos, y evitando a toda costa su dimisión.

"Creemos en su inocencia y, por tanto, cuenta con el aval y el apoyo del Gobierno de España", llegó a afirmar el presidente del Gobierno.

Lo insólito del caso es que, cuando se produjo este procesamiento, fue precisamente la ministra de Igualdad quien mostró su cercanía al fiscal general.

El famoso "¿una cenita?", captado por un micrófono de La Sexta, con el que le ofreció respaldo, se convirtió en símbolo de una relación de confianza y cercanía entre el Gobierno y García Ortiz.

¿Verso suelto?

En el partido han evitado ser tan críticos con García Ortiz como la ministra. Redondo no pertenece al círculo más próximo de Sánchez.

El presidente del Gobierno la apartó de la Ejecutiva durante el Congreso del PSOE celebrado en diciembre de 2024 en Sevilla, para aupar a Pilar Bernabé como secretaria de Igualdad, en un movimiento que evidenció su descontento con la gestión de la ministra.

En Ferraz recuerdan que el fiscal "ya había corregido y centrado el alcance" del caso tras lanzar un comunicado el jueves por la tarde en el que aseguraba que "las víctimas estuvieron protegidas en todo momento porque los dispositivos funcionaron".

Por su parte, Sumar, socio de Gobierno, carga directamente contra Igualdad.

Los de Yolanda Díaz han registrado en el Congreso varias preguntas al Ejecutivo para aclarar cuánto duró el fallo en las pulseras y el número de mujeres afectadas.

La crisis de las pulseras vuelve a debilitar al PSOE en uno de sus principales flancos: el feminismo.

Además, vuelve a poner en cuestión a la exministra Irene Montero, que fue quien lanzó la licitación de urgencia cuatro meses antes de abandonar el Ejecutivo.

Algo similar ocurrió con la ley del "solo sí es sí", que provocó 1.127 rebajas de pena y 115 excarcelaciones hasta junio de 2023, según datos del CGPJ hasta 2023, tras eliminar la distinción entre abuso sexual y agresión sexual en función de la violencia o intimidación.

En aquella ocasión, el PSOE registró una proposición para modificar la norma.

El cambio legislativo, aprobado con apoyo del PP y la oposición de Podemos, elevó las penas cuando existiese violencia o intimidación, pero no se pudo aplicar de forma retroactiva por el principio de"indubio pro reo”.

Esa experiencia motivó que el PSOE buscara recuperar la cartera de Igualdad en la siguiente legislatura.

Tras el pacto con Sumar, el partido de Yolanda Díaz recibió Cultura a cambio del ministerio que ahora ocupa Ana Redondo.

La ministra, que llegaba con experiencia sólo en gestión municipal en Valladolid, fue promovida también a la secretaría de Igualdad del PSOE, pero sólo duró en el cargo once meses.

De momento, Igualdad vuelve al centro de la polémica y del desgaste del Gobierno.