Foto de graduación de aquella edición del posgrado. Aquel día no posó Borja Sémper.

Foto de graduación de aquella edición del posgrado. Aquel día no posó Borja Sémper. E.E

Política PP-CS

Cuando Villacís tuvo de compañeros de pupitre a Cuca Gamarra, Elías Bendodo y Borja Sémper

Curso 2016-2017. Compañeros de pupitre, trabaron una buena relación, con la que pueden explicarse algunos acontecimientos clave de los últimos años.

5 febrero, 2023 02:47

Hubo una vez en que Begoña Villacís sí trabajó con el Partido Popular. Hubo una vez, de hecho, en que representó esa "corriente liberal" dentro de un grupo de políticos de Génova. Paradójicamente, sucedió hace casi siete años, cuando Ciudadanos no paraba de crecer y parecía impensable que la hoy vicealcaldesa de Madrid coqueteara con los populares.

Ocurrió en el Barrio de Salamanca, en el palacete que allí tiene Deusto Business School. Era el curso 2016-2017. Villacís se matriculó en un posgrado que llevaba por título "Programa de liderazgo público e innovación". Sus compañeros de pupitre, entre otros, fueron Borja Sémper, Elías Bendodo y Cuca Gamarra.

A tenor de algunos alumnos de aquella edición, este cuarteto hizo "muy buenas migas": "Tomaban cafés, comían juntos alguna vez. Se escribían... Tuvieron muy buen rollo". Pero hubo más: Villacís, Sémper, Bendodo y Gamarra formaron grupo de trabajo para solventar el "caso práctico" al que había que enfrentarse. Pero empecemos por el principio, vamos con un breve dramatis personae.

Villacís había obtenido un buen resultado como candidata naranja en el Ayuntamiento. Lideraba un grupo parlamentario nutrido y encarnaba uno de esos liderazgos de moda que crecían al lado de Albert Rivera. Era Manuela Carmena quien gobernaba Madrid.

Elías Bendodo presidía la Diputación de Málaga. No se le pasaba por la cabeza que, junto a Juanma Moreno, fueran a gobernar Andalucía. Hoy, es uno de los hombres de más confianza de Feijóo y, precisamente, quien lidera la cuestión de los fichajes. Esta semana, se reunió con Villacís en una cafetería de los alrededores de Génova. Su relación, el contacto que hizo posible el encuentro, empezó en aquel posgrado.

Borja Sémper, ahora regresado a la política en calidad de portavoz de Feijóo, era el portavoz del PP en el Parlamento vasco. Ya mantenía algunas discrepancias con la dirección de su partido. Se le tenía por voz libre e incómoda para Rajoy.

Por último, Cuca Gamarra, ahora portavoz en el Congreso de los Diputados, era entonces alcaldesa de Logroño. Primera mujer en hacerse con la vara de mando de la ciudad. Ostentaba altas responsabilidades en el ámbito del municipalismo.

Todos tenían un par de rasgos en común. Se habían licenciado en Derecho antes de dedicarse a la política. Han nacido entre 1974 y 1977. Desde las últimas elecciones, es su generación la que gobierna el país y la que más cargos de importancia tiene en los distintos partidos.

Un reloj de atletismo

Iñaki Ortega, profesor en la UNIR y director de educación directiva en LLYC, fue el director de aquel curso. Antes, se dedicó a la política. Muy joven, como diputado del PP en el Parlamento vasco cuando los años del plomo. De formación economista, cuando abandonó este oficio, pensó en reciclarse. Y lo hizo. En realidad, regresó a la que era su profesión: profesor de economía.

Sin embargo, esa reincorporación a la empresa privada le hizo sacar una conclusión. La cuenta él mismo a EL ESPAÑOL: "Me di cuenta de que muchos de los que habían entrado muy jóvenes en la política se quedaban colgados de la brocha cuando salían. Creí interesante montar un lugar para que se formasen".

Ese lugar existe desde hace diez años. El curso de aquel año se impartió en colaboración con la Deusto Business School, pero ahora se llevan a cabo con la CEOE. Siguen participando políticos de todos los partidos.

Preguntado por la edición de aquel año, por los alumnos Villacís, Sémper, Bendodo y Gamarra, Ortega dice: "Gente inquieta, muy realista. Conscientes de que están de paso por la política. Quisieron formarse para lo que vendrá después. Con la humildad suficiente para saber que tienen que recibir clases, y no darlas".

Los alumnos de aquel año, entre los que también había gente proveniente del mundo de la empresa, los describen a los cuatro como "trabajadores", aunque definen a Cuca Gamarra como "la más aplicada de todos ellos".

Bendodo jugó un papel "muy discreto", igual que Gamarra. Villacís y Sémper, en cambio, se hicieron notar más. De hecho, los participantes de esa edición todavía recuerdan que "hubo que poner un reloj de atletismo para controlar las intervenciones" de la líder de Ciudadanos.

"Begoña estaba muy implicada, súper a tope. Le encantaba. Participaba mucho en clase. Pero había días que se pasaba de largo. Y la organización puso ese reloj para que las intervenciones de los alumnos no fueran más largas que las de los profesores", sostienen de manera divertida las fuentes consultadas.

El cuarteto Villacís-Bendodo-Sémper-Gamarra resolvió su caso práctico ante un jurado de nivel. Lo presidieron Alberto Ruiz Gallardón y Alfredo Pérez Rubalcaba. Estuvo en el grupo de trabajo un quinto miembro: el directivo Marcos Lladó. Ese final de curso funciona a modo de competición. No ganaron, pero obtuvieron "buena nota". El proyecto se tituló "Imagine" y fue una "guía práctica para promover el emprendimiento en el sector público".