De izquierda a derecha, Draghi, Scholz, Zelenski, Macron y Iohannis, este jueves en Kiev.

De izquierda a derecha, Draghi, Scholz, Zelenski, Macron y Iohannis, este jueves en Kiev. Efe

Política GOBIERNO

Sánchez aún no es del 'club de los poderosos': se queda fuera de la foto de Scholz, Macron y Draghi en Kiev

Pedro Sánchez tampoco ha sido convocado por Biden a sus reuniones, y Moncloa ya trabaja para cerrar una reunión de ambos en Madrid.

17 junio, 2022 03:38

Pedro Sánchez se ha quedado fuera de una de las fotografías más deseadas: la de Olaf Scholz, Emmanuel Macron y Mario Draghi en el tren camino de Kiev para entrevistarse con Volodímir Zelenski.

La visita se produce en vísperas de tres cumbres clave: la de la OTAN, de la que Sánchez es anfitrión; la del G-7, pocos días antes en Schloss Elmau (Alemania); y la del Consejo Europeo, que la semana que viene decidirá si se le otorga a Ucrania el estatus de país candidato a la UE.

En la imagen principal distribuida por todas las agencias este jueves no estaba el presidente español, pero a la cita con Zelenski sí fue invitado el jefe del Gobierno de Rumanía, Klaus Iohannis.

Fuentes cercanas a Sánchez confirman a este diario que el presidente español estaba informado de la visita de Scholz, Macron y Draghi a Ucrania. Concretamente, por su "contacto asiduo" con los dos primeros, con los que mantiene una "excelente relación".

Por ello, en Moncloa no se asume como un desplante el hecho de que Sánchez no haya sido invitado, sino como "una muestra más del formato habitual de este tipo de eventos". Además, recuerdan que Pedro Sánchez ya había estado en Kiev y Scholz, Macron y Draghi no, por lo que una nueva visita sería reiterativa.

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La relación de Sánchez con Draghi se ha resentido. El primer ministro italiano tomó como suya una propuesta del presidente español para convocar en Roma una cumbre junto al portugués António Costa y el griego Kyriakos Mitsotakis el pasado 18 de marzo.

Entonces, aún era posible una concertación de los países del sur en asuntos energéticos... pero esa misma tarde estalló la bomba diplomática del viraje español sobre el Sáhara.

Las consecuencias de que Madrid se pusiese del lado de Rabat fueron políticas, con el enfado de Argel, que retiró a su embajador. Pero también económicas, con la renegociación de los precios del gas, la suspensión del Tratado de Amistad y la cancelación del comercio entre España y Argelia. 

"Draghi ha corrido a tomar ventaja", explica una fuente cercana al presidente español. "En este asunto, hay que sopesar los intereses europeos y los nacionales. Y es legítimo que haya aprovechado para asegurarse más gas argelino, para irse independizando del ruso", admiten las fuentes. "Pero las relaciones se han tensado" dejando en el aire aquel embrión de eje Madrid-Roma que Sánchez inició con su antecesor, Giuseppe Conte.  

Fuera de otras citas

En cualquier caso, Sánchez tampoco ha sido convocado a las sucesivas reuniones, presenciales y telemáticas, que ha impulsado Joe Biden, presidente de EEUU, en los últimos meses. "El formato que se utiliza es el de reunirse con los países fronterizos y con los miembros europeos del G-7", explican fuentes del entorno de Presidencia. Y en esa calidad estaban en Kiev este jueves el rumano, por un lado, y el alemán, el francés y el italiano, por el otro.

Además, se da la circunstancia de que el otro modelo establecido para tratar los asuntos relacionados con las agresiones rusas a Ucrania "es el formato de Normandía". O sea, el que unió a Washington, Moscú y Kiev con Berlín y París desde 2014. Ahí no entraría Roma, pero el prestigio adquirido por Draghi desde su época como presidente del BCE, en la anterior gran crisis global, ha impulsado su entrada en el club selecto.

Más aún teniendo en cuenta la pertenencia de Italia al grupo de las siete economías más desarrolladas del planeta. Ese pack fue de ocho países, invitando a Rusia desde su transición democrática hasta el viraje agresivo que le dio Vladímir Putin invadiendo Crimea y provocando una guerra próxima en el Donbas ucraniano en 2014.

Ocasión desaprovechada

Por otro lado, Italia es país fundador de la actual Unión Europea. Y además, todo hay que decirlo, España aún "no ha sabido aprovechar la oportunidad del Brexit", según fuentes europeas consultadas por este diario.

La salida de Reino Unido, miembro de "los cuatro grandes" de la UE hasta 2019, se presentó como la ocasión de que España no se quedara como "el más grande de los pequeños, sino como el más pequeño de los grandes", añade este alto funcionario comunitario. Sin embargo, de momento hasta Moncloa admite que esto no ha sido así.

"En unos años, quizás una década, las reformas impulsadas nos pueden poner por delante de Italia", explican fuentes cercanas a Sánchez. Y lo cierto es que la influencia no se mide sólo en tamaño, población o tradición europeísta, sino en PIB. Y el español, "que ha estado cerca, empatado y superando a Italia en alguna ocasión", se ha quedado muy atrás en la última década.

"Se puede recuperar", insisten desde Moncloa. Y entonces se verá aumentada la influencia política de nuestro país, argumentan.

De momento, el entorno de Sánchez "sigue trabajando" para poder anunciar que habrá una reunión con Biden en Madrid. "En unos días, el Gobierno espera poder anunciarlo", relatan las mismas fuentes.

También se pone en valor "el trabajo de Pedro Sánchez como facilitador de consensos en estos tiempos convulsos de Europa". De hecho, los rumores en Bruselas son cada vez más insistentes en el sentido de que el presidente español se labra su futuro allí para lograr ser presidente del Consejo.

Y se confía en que el Plan de Recuperación, los PERTE y los 140.000 millones de los fondos europeos conviertan, un día, a España en miembro de pleno derecho del club de los más poderosos de la Tierra.