Opinión

2009 el tijeretazo

Editorial

31 diciembre, 2009 01:00

Sumario: Lo mejor del año 2009

A pesar de las apariencias, 2009 ha sido de todo menos de cine, por lo que la cultura española se refiere. Y eso que el 7 de abril César Antonio Molina cesaba como ministro y era sustituido por Ángeles González-Sinde, directora, guionista y presidenta de la Academia de Cine. Desde entonces no ha habido un momento de paz. Para empezar, aceptó significativos recortes presupuestarios en casi todas las partidas (Biblioteca Nacional, Museo Reina Sofía, Inaem), mientras aumentaban las destinadas al cine. La lluvia de críticas sobre esta mujer con buen talante no ha cesado en estos meses: tiene a los internautas en pie de guerra y a los cineastas temerosos y perplejos ante la decisión de la Comunidad Europea de paralizar la Ley del Cine y, a última hora, la del Supremo sobre las televisiones privadas. Por otro lado, la ministra ha renunciado al Código de Buenas Prácticas, impulsado por su antecesor, por lo que la sombra del amiguismo sobrevuela su Ministerio.

El apartado de Letras termina el año con una buena noticia: la publicación de la Nueva Gramática de la lengua española de la RAE. Una de las pocas razones para felicitarse tras un año de crisis editorial en el que sólo un puñado de títulos y autores (Larsson, Dan Brown, la serie vampírica de S. Meyer, el último Falcones y Cercas) han copado el interés de los lectores, mientras editoriales y librerías sufren uno de los peores momentos de la década. La novela en castellano ha logrado mantener, en palabras de Ricardo Senabre, "un nivel digno, con pocas luminarias pero sin grandes oquedades", pues la presencia de autores como Muñoz Molina, Hidalgo Bayal, Merino, Egido o Gopegui "bastan para sostener un nivel medio de calidad al que no habría jamás que renunciar".

La reducción del presupuesto de las administraciones públicas ha afectado notablemente a los museos, sobre todo a los dependientes de las comunidades autónomas. Muchas colaboraciones, coproducciones y exposiciones más duraderas han sido las claves de la supervivencia. Aunque en Madrid los centros nacionales no han notado tanto la crisis. De hecho, el Prado y el Reina Sofía han aumentado notablemente sus visitantes este año. En el Museo Thyssen, la colección de Carmen Cervera ha estado en juego durante los últimos meses sin que Gobierno y baronesa se hayan puesto todavía de acuerdo. Tampoco ha habido noticias del futuro Centro de Artes Visuales, paralizado desde que José Jiménez dejara la dirección de Bellas Artes. En el sector privado, las galerías no lo han tenido fácil: espacios vacíos, pocas ventas, exposiciones más largas y menor presencia española en ferias internacionales han sido la tónica de un 2009 muy conservador.

Mortier ha planeado durante todo el año musical. Algunas informaciones sobre los vanguardistas espectáculos que piensa programar el futuro director artístico y musical del Teatro Real pueden chocar con los gustos conservadores del público madrileño, aunque los patronos crean que puede situar al Real en el circuito internacional. Uno de los episodios más lamentables del año fue el escándalo del Palau de la Música Barcelona, cuando su presidente, Félix Millet, fue procesado por apropiación indebida de fondos millonarios, en una muestra evidente de cómo las Administraciones han subvencionado la Cultura con demasiada alegría y, en algunos casos, sin criterio ni control.
Respecto a las acciones institucionales, Félix Palomero deshizo lo andado por su predecesor en el Inaem, cortocircuitando los polémicos ceses de los directores de los teatros públicos. Duato, Vera, Olmos, José Antonio... respiraron en paz. Ahora, el gabinete de Palomero prepara un proyecto de Ley de la Música en la que confían los sectores profesionales. En el sector público también destacó la inauguración de los Teatros del Canal, propiedad de la Comunidad de Madrid y dirigidos por Boadella. Un mastodóntico edificio cuyo mantenimiento resulte, quizá, más caro que dotarlo de una programación.

Ha sido un año intenso para el cine, sobre todo el nacional. Almodóvar volvió a demostrar su capacidad para la polémica con Los abrazos rotos y Amenábar arrasó la taquilla con ágora. También se consolidaron nuevos valores como Isaki Lacuesta. Sin embargo, la crisis ha vuelto de teñir de gris la temporada y el cine español vive ahora mismo pendiente de la decisión de Bruselas sobre la Orden a la Ley del Cine de Guardans, cuya publicación en el BOE derogó la anterior dejando a la industria en un limbo legal que aún puede tardar meses en arreglarse, sumado a la polémica de última hora sobre la financiación de las televisiones.

Mucho movimiento en la ciencia española durante 2009, año en el que nuestros científicos no han defraudado. Ahí están los estudios de Juan Carlos Izpisúa en el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona; de Pedro Alonso en el CRESIB, cuyos ensayos de la vacuna contra la malaria podrían culminar en 2011, o el equipo de Ricardo Amils, que, junto a la NASA, ha dado más pistas de cómo el agua pudo dar forma a la geografía de Marte. En el lado opuesto, hay que lamentar la torpeza del gobierno de Zapatero, que anunció una reducción presupuestaria del 15% que significará la hibernación de nuestra ciencia en los próximos años. La denuncia pública de más de 30.000 científicos y las movilizaciones recientes en contra del "tijeretazo" lo dicen todo. Hasta Mariano Barbacid tiró la toalla en el Centro de Investigaciones Oncológicas. ¿Arreglará todo esto la inminente Ley de Ciencia?