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Poesía

despegue

Víctor Rodríguez Núñez

27 mayo, 2016 02:00

Víctor Rodríguez Núñez. Foto: Katherine M. Hedeen

XXVIII Premio Loewe. Visor. Madrid, 2016. 104 páginas, 11'40€

Hay una doble unidad en despegue, libro con el que Víctor Rodríguez Núñez (La Habana, 1955) ha ganado el último Premio Loewe. Una unidad por la forma: sonetos libres de endecasílabos sin rima y algunos de otra medida; la otra, una suerte de narración que se estructura en cinco partes, todas de quince poemas. Los poemas de despegue sirven a la relación de un viaje, que, como el de Ulises, llega al punto de partida en el que el sujeto, cuando llegue, ya no será el que era cuando partió. El trayecto es fuente de experiencia y conocimiento.

Por otra parte, la historia de ese individuo que transita por el mundo, retoma uno de los tópicos clásicos de la literatura, el del homo viator, la vida en cuanto viaje, con lo que lo particular se generaliza y tiene un alcance universal. El hombre, un viajero sin patria, sin arraigo, un extraño esté donde esté. Sólo en el aire se pierde esa condición: "entre las nubes nadie es extranjero". Por otro lado, en la transitoriedad que la vida es, algo, sin embargo, permanece: "nada es para siempre salvo el amor".

Entre otras cosas, ese ir y venir sin rumbo enseña que hay cosas inmutables, que "en el destierro también amanece", que aquí y allí la vida, en lo profundo, es una, por mucho que las circunstancias sean diferentes. Diferencias en los sistemas e ideologías, fruto de crítica que alcanza a los dos países de los que se habla: "se sabe el capitalismo funciona/ de una oscura manera/ se sabe el socialismo no funciona/ de una clara manera", donde la estructura paralelística sirve a la perfección para que la forma corrobore lo que dicen las palabras.

Rodríguez Núñez es un poeta reconocido, por cierto, bien conocido en España, donde se han editado varios de sus libros. Cubano y profesor en Estados Unidos, conoce de lo que habla y lo hace con la libertad que el discurso poético permite. Pero despegue no es poesía cívica. Lo es, pero es más que eso. Poemas con imágenes y metáforas muy atractivas: las gaviotas están "bordadas en el viento" o el sol es "ebanista"; y se dan distorsiones sintácticas llenas de gracia, como "luego se baila ron se fuma mambo". Todo ello hace de despegue un libro, como los anteriores de este poeta, pleno de sabiduría poética; la lectura, un goce.