Image: Mi más hermoso texto. Poesía completa

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Poesía

Mi más hermoso texto. Poesía completa

Alberto Cardín

6 mayo, 2016 02:00

Ultramarinos. Barcelona, 2016. 228 páginas, 18€

¿Alguien recuerda hoy Paciencia del destino (1980), Despojos (1981) o Indículo de sombras (1983)?, ¿recoge muestras de esos libros de poesía alguna de las no escasas antologías? Nadie, ninguna, son las respuestas, y el olvido no alcanza sólo a esos libros de poesía sino también a su autor, Alberto Cardín (Villamayor, Asturias, 1948-Barcelona, 1992), y al resto de sus publicaciones. Unas publicaciones que, además de los libros mencionados, incluyeron los volúmenes de relatos Lo mejor es lo peor (1983) Detrás por delante (1986) y Sin más ni más (1989) y numerosos libros de ensayo, entre otros, Como si nada (1981), Guerreros, chamanes y travestis (1984), Lo próximo y lo ajeno (1990) y los póstumos Un cierto psicoanálisis (1993) y Dialéctica y canibalismo (1994), textos sobre antropología y crítica cultural, con una fuerte impronta siempre del pensamiento de Lacan. Fue además teórico y activista de la homosexualidad en unos años en que la cultura española se estaba reinventando, pasada la noche del franquismo. Como tantos otros fue víctima del sida, tema al que dedicó varios trabajos.

Mención aparte merece su trabajo en revistas fundamentales de la época, como El viejo topo o Disco Express y otras que, en colaboración con Federico Jiménez Losantos y algunos más, fundó: Qwert Poiuy, Revista de literatura, la espléndida Diwan, y La Bañera. Tanto en éstas como en sus libros Cardín fue un crítico implacable, irónico y algo injusto en ocasiones según creo, lo que le llevó a enredarse en no pocas polémicas. En cualquier caso, el conjunto de su obra es de gran valor y documento esencial para la comprensión de unos años convulsos en todos los aspectos, de emergencia de tantas cosas en el "Villorrio Global" para utilizar una expresión suya.

Sé que me he extendido algo más de la cuenta en lo anterior pero, como empezaba diciendo, Cardín es hoy una sombra olvidada injustamente, por lo que hay que celebrar la publicación de este volumen, que incluye algunos inéditos, además de otros textos más un prólogo oportuno, pese a que se desearía más extenso, volumen que es el número 2 de una nueva editorial, un volumen realizado, por cierto, con raro esmero en todos y cada uno de sus detalles.

Cardín escribe sus libros de poesía en unos años en que lo predominante era la poesía novísima, de la que discrepaba en sus críticas y en su escritura poética. Frente al esteticismo, titularía un poema "Por el olor de un pie viene el recuerdo de la nada" y frente al preciosismo o el verso libre, escribiría coplas y otros fragmentos con rima asonante en los pares, tan poco valorada entonces, e incluso escribe que "la música/ ha de quedar/ excluida del poema". Pueden tenerse estos y otros rasgos como anecdóticos, pero no los tengo por tales, sino por índices de otras posibilidades de la escritura, cuando no respuestas a lo que se solía leer.

Temas recurrentes son el yo, "un yo deyecto, sin sustancia", "la forma misma del alma barroca", como él escribió siguiendo una vez más a Lacan. Junto al yo, el cuerpo, la muerte, el sexo y la literatura y sus prestigios son cuestiones reiteradas. Así, arremete, entre otros, contra Alberti, Celso Emilio Ferrero o Blas de Otero -"eres basura" llega a decir y añade "Somos basura"-, contra otros más no declarados, pero ensalza a Juan Larrea, si excelente poeta, un raro, como lo fue el propio Cardín, quien dedica poemas a heterodoxos por arrianismo como Sunna y Elipando de Toledo, otros raros. Y hay una devoción por santa Teresa, a quien también dedica poemas además de que los juegos con "vivir" y "morir" y sus negaciones y paradojas semejantes se leen en abundantes ocasiones.

Publicación oportuna y que recomiendo sin reserva alguna.

Turgencia

una hendidura, un hueco, un cuerpo entero,
sinécdoque o detalle,
bulto, pasión que raramente cumple,
músculo retráctil que se recoje y cede,
pulsión mudable,
carga ciega,
que posa su alivio donde cabe,
hinchazón no pedida,
enojosa y flagrante:
busca vendada lo que nunca sabes,
halla al tanteo lo que ya conoces,
que al fin del encuentro cualquier cosa sirve.