Reina Roffe. Foto: Instituto Cervantes.

Reina Roffe. Foto: Instituto Cervantes.

Letras

'Vivir entre extraños', de Reina Roffé: sabios relatos de soledad, desarraigo y exilio

La autora argentina explora en estos siete textos, con cierto aire autobiográfico, las relaciones familiares a través de personajes atravesados por la incomunicación.

Más información: La narrativa internacional en 2025: escribir con un cuchillo

Publicada

Se leen con gusto estos siete relatos que Reina Roffé (Buenos Aires, 1951) ha agrupado bajo el título Vivir entre extraños, un marbete que se vincula con el exilio que late al fondo de los textos.

Vivir entre extraños

Reina Roffé

Menoscuarto, 2025. 120 páginas. 16,50 €

Avanzadas las primeras páginas, además, es fácil entender el subtítulo –Relatos de soledad y desarraigo– tanto por la evidente relación significativa y emocional entre los términos “extraño”, “soledad” y “desarraigo”, como porque en estas historias no es infrecuente que los personajes sientan la punzada de la incomunicación y el desamparo, o experimenten el asombro de habitar un mundo en el que no acaban de encajar. Reina Roffé no solo escribe bien y con aparente (y trabajada) sencillez, sino que, además, tiene algo que contar.

Los cuentos están bien organizados en torno a una estructura arborescente en la que las ramas y las hojas alimentan al tronco y a las raíces mientras, de un modo natural y equivalente, las raíces y el tronco dan color a las láminas y fortalecen los tallos.

En las narraciones de este libro predomina una voz en primera persona que parece responder a una misma narradora, lo que, unido al detalle y a la concreción, les otorga cierto aire autobiográfico.

Su estilo no deja de ser clásico y realista, aunque en muchas de ellas también aparece un componente entre onírico y enigmático que añade una nota de fantasía a veces sorprendente.

En estos textos, además, la información se va desgranando con lentitud, mientras se crea una atmósfera envolvente que atrapa al lector y lo sitúa en el ambiente que desea la autora.

En Vivir entre extraños hay un sustrato común que no solo atañe a la identidad de la narradora (como señalé, un “yo” femenino en la mayoría de los casos), sino que también se observa en otros componentes.

Todos los cuentos se inician con una historia principal que deriva, se bifurca o, simplemente, se amplía, para acoger contenidos insospechados que al final se repliegan.

Todos, además, gozan de finales abiertos o plurisignificativos ante los que el lector deberá decidir qué sentido les otorga. En relación con el contenido, la mayoría aborda las relaciones familiares, unas veces en el plano principal y otras en el secundario; tratan sobre una soledad y un desarraigo vividos sin estridencia; y abundan en intertextualidades (sobre todo literarias, pero también cinematográficas) que se incorporan al sentido de la fábula para ejemplificar algún caso significativo.

Reina Roffé no solo escribe bien y con aparente (y trabajada) sencillez, sino que, además, tiene algo que contar

El primero, “Vivir entre extraños”, recrea la incómoda relación entre una madre manipuladora y una hija que en ocasiones regresa a su país para visitarla, dos mujeres que mantienen un vínculo nada confortador porque la anciana nunca manifestó el afecto debido.

A pesar de su indiferencia hacia ella, la hija es capaz de elucubrar sobre los posibles dolores ocultos y los secretos que han llevado a su madre a ser como es.

También resulta curiosa, por cercana a la experiencia común, “La familia de Ángela”, una narración que recrea lo que sucede en una cena de Navidad cuando los hijos adultos, cada uno con su particular acumulación de frustración disimulada, se relaja y da rienda suelta a su desencanto ante el estupor general.

En “Viaje a Salamanca” Roffé pone de manifiesto su enorme capacidad para la observación de la realidad y para revelar cómo son sus personajes, utilizando pequeños indicios aparentemente inocuos.

En estos relatos encontramos amigas del alma, abuelas amorosas, madres que hacen daño, padres ausentes, hermanos ofensivos que, además de dolor, causan pena (doble tormento) y, en general, recuerdos de un pasado que reflejan la incomunicación, pero también la aceptación de una narradora muy sabia.