Heredarás la tierra, de Jane Smiley. También Año luz, del poeta y dramaturgo Álvaro Tato.

¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?

Las descripciones excesivas cuando no están escritas con algo de poesía.

¿Con qué personaje le gustaría tomar un café?

Con Lolita, la de Nabokov.

¿Recuerda el primer libro que leyó?

Diccionario estrafalario, de Gloria Fuertes, fue de los primeros, seguro. La edición de Susaeta, aún la conservo. También las aventuras de Kika Superbruja fueron importantes.

¿Cómo le gusta leer, en papel, digital?, ¿cuáles son sus hábitos de lectura?

En papel siempre. Me gusta leer a última hora de la mañana y a última hora de la tarde; y bueno, siempre llevo algún libro en el bolso para los momentos de espera.

¿Qué acontecimiento cultural cambió su manera de ver el mundo?

No es un acontecimiento cultural como tal, pero recuerdo perfectamente cuando nos hablaron sobre los poetas del romanticismo en el colegio. Fue un flechazo. Encontré un lugar donde mis emociones cabían y me sentí menos sola.

¿Sabe ya “dónde descansan las flores”?

Conozco bien la tierra donde nacen y mueren las mías, así que diría que sí.

Como poeta, como mujer, ¿teme el paso del tiempo?

Especialmente desde hace unos meses, lo único que me preocupa del tiempo es que pasa por encima de las personas que más quiero.

¿Qué le hizo descubrir que “un adulto no es más que un niño que se va quedando sin excusas”?

Un día me vi a mí misma no queriendo darme más oportunidades. Fue duro, pero también una especie de despertar. El paso del tiempo es una lección en sí mismo.

Escribe: “no soy quien seré mañana”. ¿Cómo se imagina?

Ganando paz y perspectiva a medida que vaya visitando parcelas por donde la vida aún no me ha llevado.

¿Qué tiene más, sueños por lograr o sueños por descubrir?

Por descubrir, probablemente. Creo que a veces los sueños me han perseguido más que yo a ellos. Confío mucho en los tiempos.

¿Cuál es el más insistente, como poeta?

Que la poesía siga viniendo a verme etapa tras etapa. Es algo que me dijo una lectora una vez y me emocionó. Quería leer la vida desde mi manera de mirarla.

¿Por qué tantos poetas no le perdonan su éxito? ¿Es por machismo o quizás la edad también juega su papel?

Seguramente. En las presentaciones de mis libros hay, y cada vez más, mujeres y hombres de todas las edades. Agradezco lo que hemos avanzado y confío en que seguimos haciéndolo en la buena dirección.

¿Cuál es la película que ha visto más veces?

Origen, diría. El poder de una idea y cómo puede condicionar la propia existencia me parece interesantísimo.

¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?

No estoy muy al día, pero sí me emociona; especialmente lo que tiene que ver con el costumbrismo. Hace no mucho descubrí la obra de Pepe Baena y me cautivó.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?

De Maral Ríos, es una inspiración. Sería como tener un trocito de mar al que mirar siempre.

¿Le gusta España? Denos sus razones.

Me parece un lugar especial, sí. Por su diversidad cultural, su gastronomía, su clima, su luz… Mis personas favoritas están aquí.

¿Qué medida urgente tomaría para mejorar nuestra situación cultural?

Urge la calma, en general, en lo cultural y más allá. Sospecho que no existe una medida que nos lleve a ella directamente, ojalá. La calma depende de muchos factores, y esos son los que hay que atender.