Mercedes Halfon. Foto: Catalina Bartolomé

Mercedes Halfon. Foto: Catalina Bartolomé

Letras

Grabar a tu padre para escribir tu novela: Mercedes Halfon cuenta su propia vida a través de su progenitor

La escritora descubre a un hombre de principios y acciones rotundas, un tipo sensible y con sentido del humor, en la biográfica 'Vida de Horacio'.

24 febrero, 2024 02:05

Mercedes Halfon (Buenos Aires, 1980), que además de hacer literatura es periodista cultural y docente en su ciudad de nacimiento, ha visitado ya las páginas de El Cultural por la publicación de sus dos obras anteriores: El trabajo de los ojos (2019) y Diario pinchado (2021). Si la primera estaba formada por fragmentos breves que trataban sobre los ojos y la mirada, en la segunda, de mayor intención narrativa, se contaba el viaje a Berlín de la protagonista para visitar a su pareja que la lleva a cambiar su idea sobre muchas cosas e, incluso, su forma de estar en el mundo.

Vida de Horacio

Mercedes Halfon

las afueras

Halfon llega a la narrativa desde la poesía y eso se nota. Además, entiende la escritura desde una perspectiva muy actual. Sus obras no se ajustan a un género determinado –son deliberadamente híbridas– y ella, o un alter ego suyo, actúa como protagonista, originando autoficciones y mezclando a propósito la realidad y la ficción. Ninguna de estas características, comunes a sus dos primeros trabajos, es ajena a su último texto editado. No obstante, aquellos eran particularmente breves, mientras la nueva entrega tiene un número de páginas sensiblemente mayor.

En Vida de Horacio Halfon narra diferentes acontecimientos de la vida de su padre. La autora, que es la más pequeña de la familia, desconoce episodios que tuvieron lugar durante los primeros años del matrimonio de sus progenitores. Para indagar en ese tiempo –y en otros posteriores–, decide grabar una serie de entrevistas con su padre que después escucha y transcribe. Considera, además, que es una forma de pasar más tiempo con él.

[Mercedes Halfon, diario del desamor en Berlín]

Horacio se presenta como un hombre de principios y acciones rotundas. Es, además, un tipo sensible y con sentido del humor. Por eso, todo el mundo (hijos, nietos, primos, etc.) lo aprecia. En el pasado, abrazó la causa del socialismo, pero renunció a sus ideas porque se decepcionó y se hizo peronista, aunque, por encima de todo, fue profesor. Tuvo a su cargo multitud de alumnos, algunos de edad muy avanzada, a los que enseñó a leer. Y atravesó una temporada, larga y difícil, en la que estaba deprimido clínicamente.

Se había quedado sin trabajo, tenía tres hijos a su cargo, habían fallecido su padre y su hermano –este por voluntad propia–, su madre tenía problemas de salud y la dictadura militar había hecho del país un auténtico páramo.

La obra revela a un individuo común, cuya vida solo una mirada amorosa puede convertir en materia novelable

En su jubilación, “llenó su vida de una nueva vitalidad” porque recuperó rutinas olvidadas como pintar, ver museos o tomar el té con amigas; y descubrió Facebook, donde se reencontró con viejos conocidos y con sus estudiantes y donde escribía diariamente. Al hilo de la biografía de Horacio, Mercedes Halfon cuenta la suya propia, refiere circunstancias de la historia reciente de Argentina e introduce leves referencias a la escritura del texto.

Como se percibe por la descripción anterior, la obra revela a un individuo común, cuya vida solo una mirada amorosa puede convertir en materia novelable. En Vida de Horacio se recogen los acontecimientos sin un orden determinado, y aparentemente sin un objetivo claro, como no sea mostrar al personaje o poner negro sobre blanco situaciones y acontecimientos vitales de la autora. El volumen no deja de tener su interés porque cualquier existencia lo tiene, pero parece poco elaborado y a veces resulta insustancial, tanto que algunos capítulos se hacen demasiado largos.