Hola, amigos:

Podéis empezar a escribir sobre el ruido.

El ganador de la semana pasada, dedicada a las servilletas, ha sido...:

ManolitaTacatá
Una vez en el hospital y custodiado por la policía, entendió que su plan de fuga con servilletas no fue el adecuado.

El microrrelato de Manolita Tacatá es un ejemplo de uso eficaz de la elipsis. Nos presenta la consecuencia de un grave error de cálculo del protagonista. El adjetivo final, "adecuado", aporta la clave del asunto y nos lleva a una conclusión cómica, llena de humor negro. Podemos imaginar que, formando una especie de cuerda, el reo intentó escapar por la ventana y cayó al vacío o algo parecido. El protagonista, enfrentado a la dura realidad de su hospitalización y bajo la custodia policial, toma conciencia demasiado tarde de la imposibilidad de su plan de fuga con servilletas. Esta revelación promueve la sonrisa del lector, ya que le empuja a imaginar la estrafalaria estrategia del personaje y su fracaso inevitable. La elección de un método tan peliculero para la fuga, en el que las sábanas se cambian por servilletas, destila ingenio narrativo y desvela el patetismo del protagonista. El microrrelato juega con las expectativas del personaje, se burla de ellas, y revela, en clave de humor negro, su falta de astucia, con homenaje implícito al cine carcelario.

Enhorabuena, Inmaculada Setuáin, por el relato, estupendo, y por el premio.

Otros micros pudieron haber ganado:

DevaPrada
Al percatarse de que su mujer había puesto la vajilla buena y las servilletas bordadas, dudó antes de dar el primer sorbo a la copa.

PilarAlejos
El niño descubrió demasiado tarde que, aunque estuvieran almidonadas, las servilletas no eran alas.

DevaPrada
Al ver a su hijo haciendo un barco de papel con la servilleta, el ingeniero aeronáutico lloró de orgullo.

Jara
Una servilleta usada olvidada en una cafetería le convirtió en padre.

RamónJ
Solo los niños fueron felices cuando el viento transformó las servilletas en mariposas.

Saludos cordiales.