Más de 130 destacadas personalidades del mundo de la cultura, cineastas, actores, artistas, historiadores y escritores entre los que se contabilizan varios Premios Nobel de Literatura, han firmado una carta abierta en la que reclaman al presidente ruso Vladímir Putin la inmediata liberación del opositor Alexei Navalny, encarcelado desde enero de 2021 y sobre quien pesa una condena de más de once años de prisión. "Exigimos el cese de la tortura", urge el manifiesto.

A mediados de abril, los abogados de Navalny denunciaron que se encuentra en un "misterioso" régimen de aislamiento en una prisión de máxima seguridad y que podría estar siendo "envenenado" de nuevo. En su escrito, los firmantes denuncian que el opositor ruso está metido en una celda de hormigón y sin ventilación del tamaño de una jaula para perros, que tiene prohibidas las visitas familiares y las llamadas telefónicas y que está siendo obligado a permanecer de pie todo el día a pesar de sufrir fiebres.

"Navalny cumple penas de prisión basadas en cargos que nunca habrían sido confirmados bajo ningún sistema legal independiente", reza la reivindicación, firmada por los actores Jude Law y Benedict Cumberbacht o los escritores Salman Rushdie, Margaret Atwood y J.K. Rowling. Los Nobel incluidos en la terna son Mario Vargas Llosa, J. M. Coetzee, Orhan Pamuk, Olga Tokarczuk, Herta Mueller y la bielorrusa Svetlana Aleksiévich.

"Sumamos nuestras voces a las de los 600 médicos rusos que solicitan ayuda urgente independiente e inmediata. Otros 100 abogados y diputados regionales están exigiendo que cese la tortura de Navalny y que se le brinde de nuevo asistencia médica", recuerdan. Otros nombres destacados de la lista son los del cineasta J.J. Abrahams, el bailarín de origen ruso Mikhail Baryshnikov, los escritores Emmanuel Carrère, Jonathan Franzen e Ian McEwan, los historiadores Orlando Figes, Simon Sebag Montefiore, Richard Evans o Timothy Snyder, el biólogo Richard Dawkins, los periodistas David Remnick y Anne Applebaum o el exfutbolista Éric Cantona.

La última imagen pública de Navalny se fecha el pasado 26 de abril, cuando compareció a través de una videollamada en un nuevo caso penal que podría acarrearle otra treintena de años de prisión. Y lo hizo desde el centro penitenciario IK-6 donde se encuentra recluido, situado a unos 240 kilómetros al este de Moscú.

Yulia Navalny, la esposa del opositor ruso, durante la gala de los Óscar. Carlos Barria Reuters

Navalny, contra el que pesa una sentencia a más de 11 años de prisión por fraude y desacato al tribunal, fue encarcelado en enero de 2021 cuando regresó voluntariamente a Moscú desde Berlín, donde había estado recuperándose de un envenenamiento con el agente nervioso Novichok que él y los gobiernos occidentales atribuyeron al servicio de seguridad de Putin. El Kremlin siempre ha negado cualquier responsabilidad.

Las autoridades rusas, que dicen que Navalny y sus seguidores son extremistas con vínculos con la CIA que tratan de desestabilizar Rusia, no han querido hacer ningún comentario respecto al tratamiento o al estado de salud del opositor. Señalan que es un asunto del servicio penitenciario, que a su vez ha dicho en el pasado que le está brindando al prisionero toda la atención médica necesaria.

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El disidente ruso fue uno de los protagonistas en la última ceremonia de los Premios Óscar. Navalny, la película del canadiense Daniel Roher que realiza el retrato de un hombre idealista dispuesto a sacrificarse para llevar la democracia a su país, ganó la estatuilla en la categoría de Mejor documental.