Image: Basado en hecho reales

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Letras

Basado en hecho reales

Juan Bonilla

3 mayo, 2007 02:00

Juan Bonilla. Foto: Carlos Miralles

Berenice. Córdoba, 2007. 336 páginas, 19’50 euros

Juan Bonilla (Jerez de la Frontera, 1966), autor de varias novelas, entre las que destaca Los príncipes nubios (2003), con la que ganó el premio Biblioteca Breve, ha publicado hasta la fecha cuatro libros de cuentos recibidos con el aprecio general de la crítica, que lo ha situado entre los narradores españoles de finales del siglo XX con mayor proyección en los comienzos del XXI. Sus cuentos nacen de la observación inteligente de la realidad y se caracterizan por la ironía, el ingenio y el humor en la visión crítica, no exenta de ternura, de la sociedad actual sorprendida en sus imperfecciones, extravíos e incluso extravagancias tomados de la vida diaria.

Basado en hechos reales ofrece una buena ocasión para conocer las mejores incursiones de Bonilla en el arte del cuento. Porque se trata de una amplia selección de relatos del autor jerezano, hecha por él mismo, que, además ha añadido un "Epílogo" con sendas explicaciones del origen, proceso creativo y publicaciones de los textos reunidos. No me parece afortunada la presentación editorial del libro como "la recopilación definitiva de los cuentos escritos por Bonilla hasta la fecha". Pues en los cuatro libros del autor hay más relatos dignos de figurar entre los mejores de los suyos. Sí se trata de una buena recopilación, una amplia antología en la que se incluyen 17 cuentos que representan bien el arte narrativo del autor, y entre los cuales se recuperan algunos aparecidos en publicaciones dispersas y difíciles de encontrar. Están agrupados en tres partes. La primera, "De lo que es capaz la gente por amor", incluye cinco relatos temáticamente unidos por la necesidad de amor como antídoto contra la soledad en situaciones diversas, que van desde los clásicos triángulos amorosos en los dos primeros, hasta los juegos en edades tardías de dos cuarentones aplastados por la realidad en "Las cartas de Mónica", o los estragos de una vida solitaria en un ambiente hostil en "Las alegres comadrejas de windsurf". El choque entre la realidad y el deseo late en estos cuentos de amores y desamores con la imaginación como bálsamo para sobrellevar las amarguras de la realidad.

La segunda parte, "Un mundo raro", reúne siete cuentos construidos con técnica realista, que unas veces se centra en retos y frustraciones de sus protagonistas en su diario afán, y otras adopta enfoques distorsionados de la realidad con el fin de realzar extravagancias de la sociedad actual. Lo primero se manifiesta en la envoltura metanarrativa sobre la incapacidad para escribir una novela sobre Judas Iscariote en "Una novela fallida" y en la marginación del diferente en "Vitíligo". Lo segundo da lugar a rarezas e invenciones nacidas de una mirada lúcida sobre ciertas alteraciones de la vida real que constituyen una dura crítica de la sociedad actual, entre la extravagancia y el absurdo, como se aprecia en la nefasta influencia de la televisión basura en "La ruleta rusa", en la aberrante lucha por destacar en algo inútil en "Récord del mundo", o en la desquiciada impostura de "Terrorismo pasivo", cuyo final, por cierto, coincide con el comienzo de la novela Nadie conoce a nadie.

Cinco relatos más componen la tercera parte, "Personajes secunda-rios". Sus temas giran en torno a la violencia extendida en la sociedad. Las situaciones pueden nacer del azar, que propicia en un campo de fútbol argentino que una víctima y su verdugo participen de las mismas emociones ("El dios de entonces"), o de la cotidianidad, como en "Paso de cebra". Otros cuentos se adentran en el mundo de lo onírico. Así la pesadilla que transporta a los horrores del holocausto al protagonista de "Una montaña de zapatos", auténtica metáfora del poder de la lectura y uno de los mejores cuentos de esta interesante antología, donde la oralidad, la relación entre ficción y realidad y la reflexión metafictiva sobre el arte narrativo sobresalen entre las constantes del autor.