Lolita Flores en una foto promocional de la obra de teatro 'Poncia'. Foto: Javier Naval

Lolita Flores en una foto promocional de la obra de teatro 'Poncia'. Foto: Javier Naval

Teatro

Lolita Flores: "Algunas han tachado a la Poncia de Lorca de antifeminista. Yo creo que es todo lo contrario"

La actriz vuelve a la piel de la ciclotímica criada de 'La casa de Bernarda Alba'. La reposición de 'Poncia' llega al Teatro Bellas Artes el 26 de noviembre.

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Poncia no se replegó ante el "silencio" que impuso Bernarda Alba tras el suicido de Adela, una de sus hijas. El dramaturgo y director de escena Luis Luque imaginó que la criada de La Casa de Bernarda Alba se habría negado a hundirse "en un mar de luto", como quería su ama.

De aquella soberbia obra teatral, escrita por Federico García Lorca un año antes de ser asesinado, Luque hizo su propio esqueje partiendo del trágico cierre. Estrenada en 2023, Poncia vuelve a las tablas el miércoles 26 de noviembre en el Teatro Bellas Artes. Lolita Flores encarna una vez más a la ciclotímica ama de llaves en un monólogo reflexivo en el que, además, interpela a Bernarda, a sus hijas e incluso a sí misma. En un momento de la obra, dice sentirse culpable por la muerte de Adela.

La primogénita de Lola Flores y El Pescaílla reconoce que le ha ocurrido lo mismo que a su personaje con la muerte de hermano, de su madre, de su padre y hasta de una amiga. "¿Y si hubiera hecho algo más?", se pregunta Lolita recurrentemente.

Charlamos con la actriz y cantante sobre su relación con el teatro, donde ha demostrado su magisterio en el arte del monólogo: su ritmo, la proyección de su voz profunda y el desgarro en la declamación también fueron muy celebrados en La plaza del diamante (2016), la adaptación que Joan Ollé hizo de la gran novela de Mercè Rodoreda.

Su familia, siempre en el centro de su vida, también ocupa un lugar destacado en esta conversación, a propósito del próximo estreno en cines de Flores para Antonio –viernes 28 de noviembre–, en el que su sobrina, la actriz Alba Flores, emprende un viaje interior para reencontrarse con su padre, el compositor e intérprete Antonio Flores, hermano de Lolita. Además, su hija, Elena Furiase, hace un papel en la próxima película que protagoniza la actriz, Mallorca Confidencial, que se estrenará en 2026. Lolita Flores encarna a la matriarca de un poblado chabolista que maneja toda la droga de la isla.

Lolita Flores en un momento de 'Poncia'. Foto: Javier Naval

Lolita Flores en un momento de 'Poncia'. Foto: Javier Naval

P. ¿Las reposiciones en el teatro se afrontan con más tranquilidad que los estrenos?

R. Tranquilidad ninguna. El día que tenga tranquilidad me retiraré. Siempre que se sale al escenario hay un poco de nervios, la jiribilla esa que te arde un poco. Y más siendo Madrid. Además, está la responsabilidad de que todo salga bien, de que no falle nada y de que la gente salga contenta. Aunque sea un drama, que la gente lo disfrute.

P. Parece que el monólogo se ha convertido en su especialidad. ¿Por qué cree que encaja tan bien en esta disciplina tan difícil?

R. En realidad, llevo muchos años haciendo el mismo. Con La plaza del diamante me llevé dos años y pico, y con este me voy a llevar casi tres, pero es el segundo monólogo que hago. A lo mejor hay un tercero, nunca se sabe. Me siento cómoda haciéndolo, la verdad.

P. Repite, además, con Luis Luque, como en Fedra. ¿Qué relación mantiene con él en esta obra? Tratándose de un monólogo, será muy intensa…

R. Luis es como si fuera un hermano. Nos hermanamos en Fedra, somos muy amigos, yo lo quiero muchísimo, lo admiro muchísimo, me conoce muy bien y me ha hecho un monólogo, junto con Federico García Lorca, a mi medida.

P. Luego está la responsabilidad de interpretar un papel del que su madre reconoció que se le había escabullido. Por otro lado, encarnar a un personaje que han interpretado Julieta Serrano, Florinda Chico, María Galiana, Rosa María Sardá, Ane Gabarain… ¿Ha pensado en esto?

R. Sí, pero ellas las han interpretado dentro de La casa de Bernarda Alba, y aquí Poncia es la única protagonista que hay encima del escenario. Ella es la que habla todo el tiempo, la que habla con Bernarda, con Martirio, con Angustias y con ella misma. Es decir, aquí Poncia es la protagonista absoluta.

"Cuando hago una obra de teatro no quiero ver lo que han hecho las demás, porque sin darte cuenta coges cosas"

P. ¿Pero ha tenido en cuenta, para su trabajo, las interpretaciones de otras actrices?

R. No, cuando hago una obra de teatro no quiero ver lo que han hecho las demás. Cuando hice La plaza del diamante no quise ver a Jessica Lange (Institut Ramon Llull, 2009) ni quise ver la serie de televisión (Francesc Betriú, 1982). No me gusta, porque sin darte cuenta coges cosas de otras actrices.

P. En su trayectoria teatral ha interpretado a mujeres muy complejas. ¿Siente que su actitud ante el mundo se adecúa ese perfil?

R. No busco personajes que sean como yo, porque entonces ¿dónde está la gracia? ¿Puedo estar de acuerdo con algunas cosas de Poncia? Sí. ¿Puedo estar de acuerdo con la Colometa de La plaza del diamante, esa Natalia que en un momento de desesperación es capaz hasta de matar a sus hijos por no verlos sufrir muertos de hambre? Como madre que soy, la entiendo. ¿Que Fedra se puede enamorar perdidamente del hijo de su marido y volverse loca? También. Pero eso no es Lolita Flores.

P. ¿Y nunca trata de prestarles algo propio?

R. Claro, les doy mi voz, mi cuerpo, mis manos, mi alma, mi corazón… Y mis entrañas. Trato de sentir lo que ella está sintiendo porque soy actriz y porque es mi manera de hacer las cosas. Pero con el aplauso, Poncia ya se ha quedado en el camerino.

P. Es un personaje lleno de contradicciones: temperamental e iracunda, pero también muy leal a Bernarda, a la que lleva sirviendo treinta años.

R. Bueno, son las contradicciones que tenemos los seres humanos. Aunque más que contradecirse, está en contra de cómo lleva esa casa Bernarda Alba, con esa disciplina absurda y llevada al límite, hasta el punto de que no se abran las ventanas en ocho años. Hasta que, después de la muerte de Adela, explota porque no puede más. Pero eso es muy humano. Aguantamos, aguantamos y aguantamos hasta el día que ya no aguantamos más.

P. "A lo mejor no hice lo suficiente", se dice a sí misma después del suicidio de Adela…

R. Claro, porque cuando se te va a alguien que quieres, siempre se te queda un poco de culpa: "No hice lo suficiente, tenía que haber hecho más"... Aunque no sea así, aunque en realidad hayas hecho todo lo posible. Pero la culpa también es humana. Y muchas veces se te queda, te lo digo por experiencia.

P. ¿Qué tal se lleva Lolita con su conciencia?

R. Siempre se me queda un poco la duda cuando me pregunto: "¿Y si hubiera hecho algo más?". Me ha pasado con la muerte de mi hermano, de mi madre, de mi padre, de una amiga que hemos perdido… Pero creo que es un sentimiento que podemos tener casi todos los seres humanos, cuando se te va a alguien que quieres.

"Antes hablábamos con mi sobrina Alba de lo que era mi hermano, de las bromas, de su música… Pero no de su muerte"

P. A propósito, está a punto de estrenarse Flores para Antonio. Su sobrina [Alba Flores] dijo en El Cultural que toda la familia respiraba más tranquila desde este homenaje, que sentía haber cuidado de su memoria y de su legado. ¿Está de acuerdo?

R. Respiramos tranquilos porque por fin Alba ha dado el paso de encontrar a su padre, de encontrarlo de verdad. Y nosotros hemos respetado esa búsqueda. Date cuenta que ella lo perdió cuando tenía nueve años, muy chiquitita. Y ha tardado muchos años en sentarse a hablar con nosotras. Antes hablábamos de lo que era mi hermano, de las bromas, de su música… Pero no de su muerte. La tranquilidad para nosotros es que Alba se ha reconciliado, se le ha quitado un poco ese enfado inconsciente que tenía. Le ha cambiado hasta la mirada.

P. ¿Y personalmente cree que este documental servirá para reivindicar la figura de su hermano, que tal vez para muchos esté difuminada por el estigma de las drogas?

R. Eso yo no soy quién para decírtelo, tiene que ser el público. Los estigmas son estigmas siempre y la gente va a poder pensar lo que quiera. Es como lo que pasa con Poncia, muchas veces lo asocio. Adela, que quizá sea su ojito derecho, se ahorca. Y lo mismo que Adela se ahorca por amor, mi hermano también murió por amor. Y luego la gente que piense lo que quiera.

»En el caso de Poncia, por ejemplo, algunas han tachado esta obra de antifeminista porque Poncia al parecer tenía una especie de acritud hacia las mujeres, que era misógina. Yo creo que es todo lo contrario. Poncia está a favor de las mujeres. De que amen libremente, de que tengan libertad de movimiento, libertad de espíritu y libertad de todo. Y justicia. Pero con el documental ocurrirá parecido: habrá gente a la que le guste y gente que lo criticará. Yo espero que la gente lo vea de la misma manera que nosotros lo hemos sentido.

P. No sabía que la obra había sido tachada de antifeminista… Por cierto, ¿personalmente ha tenido críticas en ese sentido?

R. Sí. A mí también me tacharon de antifeminista, pero por cuestiones ajenas a la obra. En realidad, ajenas totalmente a todo. De hecho, me fui de Twitter, con eso te digo bastante. Es que hay gente a la que le gusta criticar detrás de un parapeto y, sin mostrar la cara, hablar de cosas que realmente no saben.

P. ¿El personaje de Poncia y su historia nos revela cuestiones políticas del mundo actual?

R. Vamos a ver, yo lo que creo es que la gente tiene que ir al teatro a ver esta obra precisamente para quitarse estas cosas de la cabeza. Poncia no pretende nada más que enseñar algo que Federico escribió en un momento de su vida, y después Luis Luque, por la memoria de sus antepasados, puso su corazón y su experiencia.

"A Poncia no se la puede politizar. Pero ni a Poncia ni al arte en general. A no ser que te vayas a ver el 'Guernica'"

»Lo único que queremos es entretener a la gente y darles un poco más de cultura. Porque hay mucha gente que no conoce la obra de Federico y cuando sale del teatro compra y se lee La casa de Bernarda Alba. No pretendemos más. Esto no es una obra política ni pretendemos que lo sea. Es una mujer que vive 30 años al servicio de otra que está criando cinco hijas a las que no deja ni moverse, que van vestidas de negro, que no se asoman ni al patio.

P. Sin embargo, dicen que hay determinados sectores que quieren regresar a esa España profunda y pacata que representó Lorca. ¿Es para tanto, le preocupa esta nueva ola reaccionaria y para muchos machista?

R. Si existe esa ola reaccionaria, allá ellos. Yo lo que quiero es libertad y bienestar social. Y que la gente pueda comer y que pueda tener una vivienda digna, que además lo dice la Constitución. Eso es lo que yo quiero. Y no me preocupa más nada. A Poncia no se la puede politizar. Pero ni a Poncia ni creo que al arte en general. A no ser que te vayas a ver el Guernica. No se puede politizar todo porque no todo es política. Vamos a dejar la política para los políticos, el arte para los artistas y el amor para todos los seres humanos.