Image: Escenas do Cambio se abre al mundo

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Teatro

Escenas do Cambio se abre al mundo

5 febrero, 2016 01:00

Un momento de Mordedores, de Marcela Levi

La Cidade da Cultura de Santiago de Compostela celebra hasta el 13 de febrero la segunda edición de Escenas do Cambio, que contará con las actuaciones de 18 compañías llegadas de 10 países y con una presencia destacada de nuevos creadores gallegos.

"Escenas do Cambio es un relato de encuentros, viajes, gestos políticos y contradicciones que interpelan al espectador y le invitan a posicionarse sobre la realidad cambiante que estamos viviendo". Así define el festival su impulsor, Pablo Fidalgo, hoy director artístico del proyecto, que desde hace años reclamaba "la necesidad de un festival que aglutinase la creación contemporánea gallega y que proporcionase una forma nueva de programar y entender la escena".

Pero no solo el teatro gallego está representado en el festival. Cuenta también con una fuerte presencia internacional, fundamentalmente de África y Latinoamérica. "Funcionamos a dos velocidades, por un lado tratando de calar en Galicia, y por otro buscando colaboraciones internacionales".

Del extranjero precisamente llega una de las producciones más innovadoras y de vanguardia, la performance Europa na casa, de la compañía alemana Rimini Protokoll, que llevará la escena a varios hogares compostelanos. Durante once jornadas, la pieza invita al público a conforntar sus opiniones sobre la idea de Europa. Este viernes, 5, se estrena otro de los platos fuertes del festival, Mordedores, de la brasileña Marcela Levi y la argentina Lucía Russo. El montaje reflexiona sobre la violencia, tomándola no como algo a evitar sino como un resorte de energía. Los bailarines utilizarán los mordiscos como forma de expresión.

Es en el apartado de danza donde podrán contemplarse las propuestas venidas del continente africano. Desde el Congo llega, el domingo, 7, Le Cargo, manifiesto de una de las figuras más elocuentes del África contemporánea, Faustin Linyekula. El bailarín, recientemente elegido artista del año de Lisboa, interpreta un solo en el que, a través del diálogo con la música, desarrolla su historia personal tomando como referencia la rica y tumultuosa historia del Congo. También sobre la realidad de su país, Marruecos, en particular de las mujeres, trata la pieza Ottof (hormigas en bereber), de Bouchra Ouizguen, donde explora la vida cotidiana en compañía de cuatro bailarinas. Todo, en un espacio que se mueve en la encrucijada de la tradición, mostrando así los principales rasgos de su identidad.

La relación con estos artistas internacionales favorece, a juicio de Fidalgo, "la creación de otro mapa de contacto para la creación gallega. Nos enseña que el modelo europeo, tan protegido y subvencionado, no es la única forma de hacer las cosas". En este contexto de apoyo a las producciones autóctonas, se programan tres proyectos gallegos: Ensaio amor, de Nuria Sotelo; Barrunto, de Patricia Caballero y Si pudiera hablar de ello no haría esto, de la bailarina Janet Novás, coreografía que todavía puede verse en los Teatros del Canal hasta este domingo, 7. Novás, que ejecutará un ciclo con tres piezas diferentes, es definida por el director artístico como "una de las mejores coreógrafas de su generación", e incide en que "hay que darle la posibilidad de enfrentarse a nuevos públicos".

El festival aspira a establecer redes con otros encuentros, como las que ya le unen al Festival Alkantara de Lisboa y al Festival BAD de Bilbao. Con esta filosofía, Escenas do cambio inicia además este año su periplo internacional participando en la Feria del Libro de Buenos Aires, dedicada a Santiago de Compostela. "Plantearemos una versión reducida del festival con cuatro piezas, alguna del año pasado vinculada a Argentina, y otras de esta edición", explica Fidalgo, que reconoce que este tipo de colaboraciones son fundamentales "para seguir creciendo" y situando el festival en el circuito internacional.