Image: Terfel, dinamita para Falstaff

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Ópera

Terfel, dinamita para Falstaff

2 septiembre, 2016 02:00

Bryn Terfel cantando Falstaff en un recital en La Coruña. Foto: Miguel Fernández

La Temporada Lírica de La Coruña resurge con el testamento lírico verdiano, servido por la batuta de Alberto Zedda y el lustre vocal de Bryn Terfel y Ainhoa Arteta. Gustavo Tambascio firma una puesta en escena que podrá verse este sábado (3) en el Palacio de Ópera.

Gran acontecimiento, sin duda, es el que se prepara para este sábado (3) en La Coruña: sube al hemiciclo del Palacio de la Ópera Falstaff, último fruto lírico de Verdi. Las dificultades económicas por las que atraviesa en estos momentos la Asociación de Amigos de la Ópera hacen que se ofrezca en versión semiescenificada. Pero del mal, el menos, pues el encargado del proyecto es Gustavo Tambascio, frecuente colaborador de la asociación, hombre experimentado y maduro, creativo, dotado de un fino instinto teatral y al tanto de todas las claves que una partitura como ésta, de apariencia cómica, puede contener.

En líneas generales Falstaff es un enorme Allegro alla breve constituido por cortas secuencias scherzantes unidas entre sí sin solución de continuidad y separadas casi simétricamente, por espacios líricos a cargo de la pareja amorosa. Aquí no hay motivos conductores en el sentido wagneriano. Lo que hay son breves diseños que reaparecen. En lo rítmico encontramos una gran variedad de metros, que se suceden y se combinan ágilmente y se corresponden con la disparidad de las situaciones. No es menos importante e ilustrativa, por su audacia y refinamiento, la armonía. Lo paradójico es que en Falstaff se dan la mano, en síntesis muy lograda, la forma progresista y la tradición más acendrada.

Vuelta a la vieja ópera cómica

Desde su estreno en La Scala, el 9 de febrero de 1893, la obra se ha mantenido incólume a través del tiempo. La dinamita que anida en ella es idónea para el estilo chisposo, vivificante, pleno de legerezza de un director musical como Alberto Zedda, tan querido en la capital gallega. Como rossiniano de pro, nos parece muy apto para alumbrar una ópera que, después de todo, mira hacia atrás y reproduce, de forma diversa, los elementos característicos de la vieja ópera cómica.

El panzudo y borrachín personaje shakespeareano, que Verdi y Boito acertaron a retratar tan maravillosamente, será cantado por el bajo-barítono galés Bryn Terfel, que hace un par de temporadas brindó en el mismo escenario un memorable recital. Llega a La Coruña después de haber cantado la parte en el Festival de Verbier. La voz posee timbre penumbroso y recio y una octava inferior muy lustrosa y compacta, un centro muelle y amplio y un agudo decente, en el que se defiende sin especiales problemas. Aunque, los años pasan, el espectro no posea ya la solidez, la anchura y la consistencia de tiempos atrás. Pero ha aprendido a frasear y a actuar.

Como Alice Ford se anuncia Ainhoa Arteta, dueña ya, en su madurez, de una voz de lírica plena, penetrante, a veces algo agreste. Ha adquirido importantes dotes expresivas. Ford será el fornido, sólido, homogéneo barítono Juan Jesús Rodríguez. La luminosa y aérea Ruth Iniesta dará vida a Nannetta, cuya maravillosa aria nocturna pide una voz de este fuste. Marianne Cornetti dará cavernosidad a Mrs Quickly y el lírico-ligero Pancho Corujo entonará las soñadoras melodías de Fenton. Actuarán otros dos tenores, Francisco Pardo (Caius) y el siempre eficiente Mikeldi Atxalandabaso (Bardolfo), además del bajo David Sánchez (Pistola) y la mezzo Ceccilia Molinari (Mrs Page).

También es canario, como Corujo, Celso Albelo, que va a celebrar este viernes sus diez años de presencia en el festival coruñés con un recital en el que desgranará arias de óperas con las que ha triunfado en años precedentes: Puritani, Don Pasquale, Lucia di Lammermoor o La fille du régiment. La voz amplia, de timbre ligeramente velado en la primera octava, de agudo y sobreagudo esplendentes, el cuidado estilo del tenor, tendrán el solícito acompañamiento pianístico de Juan Francisco Parra. El recital es en el Teatro Rosalía de Castro.