Luis Abril, ‘El Nitro’, y Manuel Hidalgo, 'El Indio'. Foto: Universal Music Spain

Luis Abril, ‘El Nitro’, y Manuel Hidalgo, 'El Indio'. Foto: Universal Music Spain

Música

Modernos, flamencos y abuelas, todos caben en La Plazuela

El dúo granadino, que revolucionó la escena musical con su 'Roneo Funk Club', presenta 'La Caleta', en colaboración con el cantaor David de Jacoba.

23 mayo, 2024 01:31

De las bodas, bautizos y comuniones a Razzmatazz, Palacio de Vistalegre y, próximamente, a la Plaza de Toros de Granada. Cuando empezaron, Manuel Hidalgo, alias 'El Indio', y Luis Abril, 'El Nitro', ambos granadinos de 1998, solían ganarse la vida versionando a iconos como Camarón, Los Chichos, Manzanita, Pata Negra.

No son exactamente unos novatos, llevan viviendo de la música desde los 18 años. De hecho, cuando decidieron dar el salto y jugárselo todo a La Plazuela, su proyecto musical, ganaban menos dinero que con sus eventos familiares. Pero fue cuestión de tiempo que las grandes discográficas empezaran a rifárselos.

Aterrizaron en Universal en 2021 con sus Tangos de Copera y se atrevieron con la Tarara de Lorca, que ahora“mueve la cintura y la boca en fiestas de Graná” y lleva un vestido corto “pa’ que todos la vean ronear”. La Plazuela es algo más que ese rinconcito donde se reunían a tocar.

Su sonido mira a grupos internacionales como Jungle, Vulfpeck, Silk Sonic. Barriendo para casa, han tenido que romperse la cabeza para dar con ese funky más castizo. “Eso es lo más complicado, hay que inventárselo un poco y cuesta encontrar cómo pueden casar bien estos sonidos”, cuenta 'El Indio' a El Cultural.

Más allá de la música, el dúo granadino ha creado todo un universo estético influenciado por el neoquinqui, pero con marca propia. Mucho oro, pelos largos, chándales y gafas de diseño. Nada nuevo y aun así, nada prefabricado.

Su álbum debut, Roneo Funk Club (2023), con el que todavía continúan girando por toda España, salió hace solo un año. Los tiempos acelerados a los que nos tiene acostumbrados la industria musical podrían haberlo convertido en un juguete roto, pero el disco, una mezcla perfecta de nu-funk, pop, sintetizadores y música electrónica con ritmos flamencos, suena igual de fresco que el primer día.

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Los granadinos se han convertido en el nuevo nexo de unión de dos mundos aparentemente opuestos. Modernos, flamencos, jóvenes, padres, abuelas. “La Plazuela le gusta a todo el mundo”, comenta “El Nitro”. No hay ápice de soberbia en su afirmación, sino la certeza de que su música es de esas que no dejan a nadie fuera.Roneo Funk Club es un disco que lo pueden escuchar muchos tipos de personas. No hay nada que te rechine al oído. Es un tipo de música divertida, que coge muchas cosas del pasado y utiliza los sonidos actuales”.

Sin embargo, La Plazuela ya está a otra cosa. Como dijo 'El Nitro' delante de casi 7.000 personas en el recinto madrileño el pasado 27 de abril: “Mi cabeza ya está en el segundo disco, está en 2026”. Mientras tanto, presentan La Caleta, un epé hecho a contrarreloj junto con los productores Texture y con David de Jacoba. Sobre este último, Paco de Lucía dijo: “Tiene mucho ritmo, tiene mucho gusto”.

Quizá por eso fue el propio Jacoba, uno de los últimos cantaores que trabajó con el mítico guitarrista, quien contactó con los jóvenes para hacer algo juntos. “Nos dimos cuenta de que David tenía una forma de ver la música que no era muy común en el flamenco, muy abierta a la experimentación y a pasárselo bien con la música”, cuenta 'El Indio'.


Una alegría, una rumba, una bulería y dos temas de flamenco fusión conforman este epé marinero, inspirado en la costa granadina, y con el que La Plazuela se ha impregnado de los códigos clásicos del flamenco. Pero se muestran respetuosos ante un género con el que han crecido y del que bebe mucho su música. “Decir que lo nuestro es flamenco sería muy atrevido. Hacer flamenco es conocer y demostrar la capacidad como cantaor, como guitarrista, no es solo utilizar la cadencia andaluza, que es lo que usamos nosotros. Somos compositores, lo nuestro son canciones, no cantes”, explica 'El Indio'.

Andalucía arde

Porque aunque “no hay que tener cuidado con nada”, señala 'El Nitro', quizá con esto, que tantas ampollas y debates siguen levantando, sí que hay que ser cauteloso. Por eso, ambos reafirman que lo que ellos hacen es música andaluza. Convirtieron el himno regional en el suyo propio: “Andaluces, levantaos, pedid tierra y libertad, somos el espejo donde todos se miran, firmao desde Graná”. Y su profecía: “Andalucía está ardiendo y España se va a quemar” se corea en sus conciertos.

Ahora viven en Madrid, pero no creen que sea necesario moverse a la capital para alcanzar el éxito. "Mira Dellafuente", señalan. "Es cómodo para trabajar, pero a lo mejor dentro de dos años no tiene sentido estar aquí", apunta 'El Indio'. Aunque 'El Nitro' añade: "Siento que Madrid es como una oficina gigante, pero como me encanta mi trabajo, lo disfruto mucho”.

Aun así, "en Granada es donde más he aprendido la esencia de la cultura”, asegura, y considera que esa efervescencia cultural está “pegando fuerte” en Andalucía. “La gente busca su folclore en sus ciudades y los jóvenes están buscando espacios más flamencos para estar de fiesta o pasar el rato”. Como en La Faraona, una de las cuevas de Sacromonte, donde ellos mismos solían celebrar saraos hasta que les echaron “los payos”.

El barrio, cuna del flamenco de la ciudad, parece haber quedado en manos del turismo y no tanto de los granadinos. De hecho, 'El Nitro' cuenta que al lado de la Faraona se está construyendo un hotel gigante. "El flamenco de Granada nunca ha estado bien valorado, ni se le ha dado el espacio que se tenía que haber dado", lamenta. A pesar de la rapidez con la que el dúo granadino parece haber alcanzado la cima, no les asusta morir de éxito.

"Estamos viviendo el momento de la música donde es fácil llegar arriba, lo difícil es mantenerse". Tienen ganas de seguir trabajando a su ritmo, con la seguridad de que han podido aportar algo, pero con la naturalidad que da saber que todo puede acabarse. Mientras tanto, La Plazuela seguirá haciendo música, sea donde sea, con la cabeza alta, pasito firme y al compás.