Dandy Piranha, Soni, Bacca, Papi Pachuli, Machete Carrasco y Gringo, miembros de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. Foto: Anne Roig

Dandy Piranha, Soni, Bacca, Papi Pachuli, Machete Carrasco y Gringo, miembros de Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. Foto: Anne Roig

Música

Derby Motoreta's Burrito Kachimba: "Ya no tenemos que mirarles tanto el culo a los anglosajones"

La banda sevillana heredera del rock progresivo andaluz de los 70 renueva su 'kinkidelia' en su tercer disco, 'Bolsa Amarilla y Piedra Potente'.

5 abril, 2024 02:21

Es fácil ver las cosas con claridad a toro pasado. ¿Cómo no había recogido nadie hasta ahora el testigo del rock progresivo andaluz de los años setenta y ochenta? ¿Por qué nadie había empuñado aún la antorcha de Triana o Smash? La banda sevillana Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, surgida de las cenizas de varios grupos del circuito underground de la ciudad, dio la campanada en 2019 con una versión actualizada y salvaje de ese legado.

“Nosotros no teníamos la pretensión de recoger ningún testigo, pero es cierto que, si la banda funcionaba, era porque había un hueco que llenar”, reconoce a El Cultural José Manuel Cabrera Scott, alias Gringo, guitarrista del grupo.

En su puchero hay más ingredientes: clásicos como Led Zeppelin, Pink Floyd o Jimi Hendrix y la nueva ola del rock psicodélico, con bandas como King Gizzard & the Lizard Wizard, Tame Impala y Temples. Este crisol de referentes queda encapsulado en el término con el que bautizaron su propio estilo: kinkidelia.

“Nos lo inventamos porque no queríamos encasillarnos dentro de etiquetas como rock progresivo, rock andaluz o rock con tomate”, explica Gringo. “Queríamos libertad para hacer lo que nos salga en el local de ensayo, siempre que nos flipe y nos emocione, y que en cada disco vayan apareciendo cosas nuevas, porque uno va creciendo como persona y como músico”.

Después de la sorpresa que causó su primer y homónimo disco, que ganó el Premio Ruido al Mejor Álbum Nacional de 2019, otorgado por los Periodistas Asociados de Música, DMBK consolidó su éxito con colaboraciones con Kiko Veneno y Rocío Márquez; con su segundo LP, Hilo negro; y con su banda sonora de Las leyes de la frontera, de Daniel Monzón, que les valió una nominación al Goya a la Mejor Canción Original.

“Este proyecto surgió desde el principio como algo muy sorpresivo, de modo que ya es casi una obligación estar siempre sumando nuevas aristas a la cosa”. Dandy Piranha

Este viernes la banda abre un nuevo capítulo en su meteórica carrera con su tercer álbum de estudio, Bolsa Amarilla y Piedra Potente (Primavera Labels/Universal), en el que explora nuevos caminos sin abandonar su marcada personalidad.

El título de apariencia surrealista alude a esa doble condición: “La piedra potente representa las guitarras eléctricas distorsionadas, la batería contundente, el bajo zumbón… Todo ese sonido que está muy presente en los discos anteriores y que sigue estando en este nuevo álbum. La bolsa amarilla es la parte de sintetizadores, de búsqueda de texturas y de experimentación sonora a través de la computadora, de los ceros y los unos”, explica el guitarrista.

“Este proyecto surgió desde el principio como algo muy sorpresivo, de modo que ya es casi una obligación estar siempre sumando nuevas aristas a la cosa”, afirma el emeritense Miguel García, alias Dandy Piranha, cantante y letrista de la banda sevillana. Es complicado porque requiere mucho trabajo y muchos acuerdos a los que es difícil llegar, ya que somos cinco cabezas creando a la vez”.

Manguara es el primer corte de esa cara B más experimental del disco. Comienza con un arpegio de sintetizador que recuerda a la introducción de la serie de terror y ciencia ficción Stranger Things. “Es la canción clave del disco en cuanto a nuevos caminos que explorar”, explica Dandy Piranha.

El músico y productor británico James Blake, que desde la intimidad de su habitación dejó boquiabierto al mundo con su original mezcla de electrónica, R&B y pop, es otra inesperada influencia del grupo hispalense. “La mayoría de nosotros no venimos de una tradición folclórica, sino de amar a Jimi Hendrix, a Led Zeppelin, a Pink Floyd, pero además tenemos muchas más influencias, como James Blake, Rosalía, Billie Eilish, cantaores flamencos, películas y el tipo que te encuentras todos los días desayunando en el bar”, afirma Gringo.

“Todo lo que escribo está influido por lo que me voy encontrando en el camino”, añade Dandy Piranha. Enrique Morente y la poesía de san Juan de la Cruz han sido algunas de las inspiraciones para las letras de este nuevo disco. También Las bacantes de Eurípides, los versos del poeta trianero Juan Manuel Flores, letrista del dúo Lole y Manuel, así como la historia del martirio de santa Eulalia, patrona de su Mérida natal.

“Yo lo que hago es poner palabras a un paisaje que pintamos entre todos. La voz es un instrumento más y las letras también. Creo que la gente está un poco cansada de ir a un festival y que le cuenten una historia de amor perfectamente definida en el estribillo. Nosotros abrimos una puerta y la gente decide si la cruza o no, no creo necesario dárselo todo tan masticadito al público”.

"Hay una cosa muy primigenia y muy salvaje en ver a cuatro o cinco personas sudando en un escenario mientras tocan una batería, un bajo y una guitarra distorsionada". Gringo

DMBK se autodefine como “una salvaje anomalía en un sistema donde imperan los cantantes y la música urbana enlatada”. Su éxito demuestra que el rock sigue vivo, a pesar de que no deja de anunciarse su muerte. “Hay una cosa muy primigenia y muy salvaje en ver a cuatro o cinco personas sudando en un escenario mientras tocan una batería, un bajo y una guitarra distorsionada”, opina Gringo. “Por mucho que la moda sea ver a un tipo detrás de una mesa y unos platos y alguien delante con un micro en la mano y muy bien vestido, la energía y la sinergia que se producen en un concierto de rock, nosotros lo sabemos bien, es espeluznante”.

Además, el triunfo de DMBK también tiene que ver con el resurgir de lo local en un mundo colonizado durante décadas por la cultura anglosajona, algo que también explica el auge actual de la música en español. “Llega un momento en el que, si eres de Sevilla, de Tailandia o de México, empiezas a mirar hacia lo que tienes en tu propio suelo porque tu oído se cansa de impostar una cultura que no es la tuya. Una cosa es que sea un ingrediente de tu caldero, y otra cosa es que seas un grupo inglés o americano en Almería”, opina Gringo. “Ahora estamos viviendo un momento en el que ya no tenemos que mirarle tanto el culo a los anglosajones, sino que aquí están nuestra cara, nuestro pecho y nuestras raíces, y las mezclamos con otras cosas como si fuera un potaje”.