María Pagés interpreta 'De Scheherazade'. Foto: David Ruano

María Pagés interpreta 'De Scheherazade'. Foto: David Ruano

Danza

María Pagés: "Scheherazade sintetiza muchos mitos"

La bailaora acaba de ser reconocida, junto a Carmen Linares, con el Premio Princesa de Asturias de las Artes, preámbulo idóneo para su gira con 'De Scheherazade'

26 mayo, 2022 03:27

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Yo, Carmen es un espectáculo de María Pagés —reciente Premio Princesa de Asturias de las Artes junto a Carmen Linares— que, como si se tratara de un organismo vivo, ha cambiado, evolucionado, enriqueciéndose en los numerosos escenarios nacionales e internacionales por los que pasó intermitentemente a lo largo de casi dos décadas. Se ha ido transformando, creciendo, y por los vericuetos del tiempo se ha encontrado con otro personaje también categórico y de exuberante carisma: Scheherazade, la narradora de Las mil y una noches, por lo que De Scheherazade a Yo, Carmen es el título del nuevo trabajo que, protagonizado y coreografiado por María Pagés, con la dirección de El Arbi El Harti y la propia María, se estrena el 26 de mayo en el Liceo de Barcelona, donde permanecerá hasta el 3 de junio.

El 5 y 6 de ese mismo mes, ya con un nombre más simplificado: De Scheherazade, está programado en el prestigioso Festival de Salzburgo, que abre por primera vez sus puertas al flamenco; del 22 al 26 de junio, en los Teatros del Canal, de Madrid; el 28 de junio en el Festival de Granada, y del 29 al 31 de julio, en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.

El núcleo de todo esto, el motor en el que se elaboran los proyectos y los sueños y la gran marmita de continuada actividad y siempre en ebullición de donde sale la compañía de la bailaora sevillana a recorrer los teatros del mundo, se llama Centro Coreográfico María Pagés de Fuenlabrada. "Lo presentamos en octubre de 2018 y lo llevamos mano a mano El Arbi El Harti y yo. La base son los conocimientos que puedo transmitir y que he acumulado a lo largo de toda mi trayectoria, partiendo de la necesidad de tener un espacio donde crear, ensayar, intercambiar para compartir y lanzar ideas en torno a la danza en general y al flamenco en particular, porque sin duda somos flamencos y ese es nuestro ADN".

Safo, Medea, la Blimunda de Saramago... son algunas de las mujeres ‘compiladas’ por Pagés

Celebraciones como Memoria del clavel. Centenario de José Saramago; ciclos como Conversaciones en Fuenlabrada, Colombia baila, Alguien abre una puerta; encuentros como Danza y diáspora. El regreso de los niños pródigos, Müpa de Budapest. María Pagés o la danza orgánica, son tareas constantes en las que participan numerosos invitados: Ángel Corella, Olga Pericet, Blanca Li, Luis García Montero, Eva Yerbabuena, Farruquito, Rafaela Carrasco, Antonio Canales...

Coreógrafos, músicos, directores, iluminadores, técnicos de sonido, escenógrafos han convertido en un trasiego continuo al Centro en el centro, y nunca mejor dicho, de la danza en nuestro país con amplia repercusión en el exterior. "Queremos agitar todo lo que sea necesario con el fin de dar visibilidad, divulgar y dignificar la danza y todo lo que se mueve a su alrededor para el reconocimiento social. Al fin y al cabo, el Ayuntamiento de Fuenlabrada nos acoge porque ha entendido que es un proyecto útil y necesario, que vale la pena. Una iniciativa privada amparada por una institución oficial con un proyecto común, de carácter público, para compartir con la gente".

María Pagés en la pieza inspirada en Scheherazade. Foto: Lucía Gorostegui

María Pagés en la pieza inspirada en Scheherazade. Foto: Lucía Gorostegui

En este sentido, María Pagés sostiene que ellos deben ser los impulsores que reciban a personas que, por problemas de salud o de otra naturaleza, no encuentran cabida en la sociedad, e insiste en que los más vulnerables disponen asimismo de un lugar en el que, por medio de la danza y desde el flamenco, pueden realizarse, identificarse mejor y participar con los que no tengan ese tipo de dificultades. Y cita como ejemplo los talleres El coloquio de las zambras, dedicado a los mayores de Fuenlabrada, para los que han puesto a su disposición cantaores y guitarristas, coordinados coreográficamente por los bailaores y bailaoras de la María Pagés Compañía.

"Algo muy hermoso, pues son los que han construido una ciudad, que era un pueblo pequeño y ahora pasa de 200.000 habitantes. Ellos han levantado esto. Vinieron de Extremadura, Andalucía, Murcia o Galicia, es decir, es gente con sus raíces, recuerdos, niñez y primera juventud en otro sitio, pero que se han asentado aquí y aquí han nacido sus hijos y sus nietos. Que nos cuenten cómo llegaron, cómo fueron naciendo, creciendo y haciéndose estas calles y plazas, la convivencia, la evocación, el trabajo, el desarraigo, la añoranza y el comienzo de una vida distinta. Con todo este material, y en un taller que durará todo el año, vamos a representar una obra donde narrarán su historia a través del baile, de la música flamenca y de la que ellos asocien a su memoria".

Raíces y recuerdos

Y de pronto, Scheherazade, una figura que ha deslumbrado a María Pagés. Como es habitual, cuando afronta un personaje, lo observa con muy distintas miradas y sabiendo la complejidad del ser humano. No lo analiza ni lo somete a un encuadramiento riguroso, ya que el examen que lleva a cabo no corresponde a la fría y matemática disección, más bien lo contempla como un ser poliédrico, incluso cambiante, cuando no intrincado y lleno de recovecos, a veces con la dificultad añadida de no llegar a comprender del todo lo que se esconde tras ellos. Pero no se trata de ambigüedad sino de multiplicidad.

"No lo vemos de una manera estricta o literal al descubrir que tiene una doble, triple o cuádruple interpretación. Hay muchas preguntas y respuestas, más de las que un personaje puede transmitir. En Scheherazade lo que nos interesa sobre todo es sintetizar muchos otros mitos, ya que no solo hablamos de ella; también de otros paradigmas de lo femenino".

"Scheherazade es un ejemplo porque muestra que es posible cambiar las cosas con las palabras". María Pagés

Esa es la razón por la que en el espectáculo, dividido en diez escenas más una —para mejor relacionarlas con las mil y una noches—, hay diferentes Scheherazades. Un solo personaje con distintas caras, que se desdobla, que adquiere diversidad y que puede llamarse Medea, Safo, la Blimunda de José Saramago, la Úrsula Iguarán de Gabriel García Márquez o la Bernarda Alba de García Lorca.

"Lo que destacamos, lo que hace que el hilo conductor sea siempre Scheherazade es que usa la palabra en contra de un hombre que emplea las armas para asesinar a sus sucesivas esposas. El sultán Shahriar mataba cada noche una mujer para ocultar un secreto: su incapacidad para amar, y lo que hace Scheherazade, por medio de su inteligencia, de su capacidad, de su palabra, es convencerlo de lo contrario. Scheherazade es un ejemplo en el mundo en que vivimos porque muestra que es posible cambiar las cosas a través de la palabra. Es la portadora de valores positivos que evitan el conflicto", dice.

María Pagés se ha significado por su defensa de la mujer. Pero no solo en sus obras ha sido un tema recurrente; también en su comportamiento civil y en su actitud. "Es algo que vengo haciendo desde siempre, reclamar la atención hacia lo femenino y reivindicar el papel de la mujer en la sociedad, pero no es ese el objetivo único de esta obra; el propósito es igualmente destacar el valor de un personaje que representa los arquetipos femeninos que nos han acompañado a lo largo de toda la historia".