SEDA1

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Escenarios

Baricco vuelve a la ruta de la 'Seda'

Juan Carlos Rubio estrena en DFeria su versión de la obra del escritor italiano con coreografías de Chevi Muraday

16 marzo, 2021 09:08

Un montaje que tiene a Juan Carlos Rubio en la dirección, a Chevi Muraday marcando las coreografías y a Curt Allen Wilmer y Leticia Gañán edificando la puesta en escena tiene ya mucho terreno conquistado. Si la obra es, además, Seda, el best seller que Alessandro Baricco publicó en 1996, el éxito de la empresa está prácticamente garantizado.

Las peripecias de Hervé Joncour con sus gusanos de seda llegarán el próximo 16 de marzo, bajo la producción de GNP, Clásicos Contemporáneos y Hika, al certamen DFeria de San Sebastián (Teatro Principal) para recrear sobre el escenario esta historia “misteriosa, lacónica y perfecta”, como la calificó en su momento Vargas Llosa. “Era 1861. Flaubert estaba escribiendo Salambó, la luz eléctrica no era más que una hipótesis y Abraham Lincoln, al otro lado del océano, estaba combatiendo en una guerra cuyo final no vería jamás”, señala uno de los personajes nada más subir el telón.

“La grandeza de la narrativa de Baricco es su sencillez. Cuenta mucho con pocas palabras”. Juan Carlos Rubio

Seda, protagonizada por Chama del Barco, Aníbal Soto, Mi Hoa Lee, Charo Sojo y Josu Eguskiza, surge a propuesta de este último desde Clásicos Contemporáneos. El montaje, que tiene como precedente el realizado por Agurtzane Intxaurriaga en 2005, remarca la idea de Baricco de disfrutar la vida y de no caer en la melancolía de lo imposible. Para Juan Carlos Rubio, que estrenó el pasado verano el Anfitrión de Molière también con Muraday y Curt Allen, el mensaje es compatible con soñar y vivir el ahora. “Es una historia muy oportuna con todo lo que está sucediendo en nuestras vidas –señala a El Cultural–. La grandeza de la narrativa de Baricco es su sencillez. Cuenta mucho con pocas palabras y despierta imágenes continuamente en el lector a través de unos personajes extraordinarios”.

Escena 3. Inés: “Para evitar el daño causado por las epidemias que asolaban las granjas europeas, Hervé Joncour se lanzó a comprar huevos de gusanos de seda por todo el Mediterráneo”. No resulta difícil identificarse con el viaje interior (y exterior) de Joncour, un hombre que, según el director, se pierde vivir el maravilloso presente por quedar atrapado en un imposible: “Es una situación reconocible porque a todos nos ha pasado alguna vez. Estamos ante una aventura que coloca a sus protagonistas, y por extensión a todos los espectadores, en el abismo de su propia existencia. Volver a la novela y encontrar un camino propio en esta historia ha sido un proceso casi tan delicado y sensible como la misma seda”.

¿Es mejor aquello que nunca nos pertenecerá? ¿Es nuestra vida un reflejo en la superficie de un lago inmutable? Estas son las preguntas que intenta responder el equipo de Seda, en el que también se encuentran Juanjo Llorens en la iluminación y Cristina Aguado en el vestuario.

“Los personajes que dibujó Baricco están cargados de sentimientos contrapuestos, de deseos ocultos y de pasiones, trazando un mapa emocional capaz de envolvernos y hacernos sentir que, si esa es nuestra decisión, nuestras vidas pueden ser valerosas e intangibles”, puntualiza el director también de Trigo sucio, La isla, El mueble y Desmontando a Séneca, todas en gira en estos momentos.

Escena 7. Helene: “Hervé regresó dos meses después, el primer domingo de abril, a tiempo para ir a misa de doce, con miles de huevos guardados entre algodones en dos cajas de madera. Tenía muchas cosas que contar”.

@ecolote