El Cultural

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Escenarios

Forma Antiqva ‘carambea’ en El Escorial

Los hermanos Zapico recuerdan a la popular tonadillera del siglo XVIII La Caramba, dentro del Festival de Verano de la localidad madrileña

31 julio, 2020 18:14

Los tres hermanos Zapico, Aarón (clave, órgano y dirección), Daniel (tiorba) y Pablo (guitarra barroca), raíz y núcleo del conjunto Forma Antiqva, fundado en 1999 no cesan de proponer nuevas aventuras. Su sentido del ritmo, su conjunción, su imparable animación y su capacidad colorista son ya proverbiales. Poseen sus miembros un raro olfato para penetrar de manera muy natural y espirituosa, alegre y sensible, en el repertorio del seicento, setecento y ottocento.

Este viernes los tendremos de nuevo en acción en el Festival de Verano de San Lorenzo de El Escorial, con un espectáculo escenificado, La Caramba, que tiene como eje central a la famosa tonadillera española del siglo XVIII de nombre María Antonia Vallejo Fernández (Motril, 1750-Madrid, 1787). La producción contará con 12 músicos y la voz de la soprano lírica María Hinojosa. La puesta en escena es del reconocido Pablo Viar, que sabe latín acerca de este tipo de proyectos. La verdad es que la que ha de versar entorno a este deslumbrante personaje puede ser apasionante. Mujer de rompe y rasga, de exótica belleza, seductora y pícara, buena cantante, gran amante. Y en lo mejor de su carrera sintió una inesperada vocación religiosa y lo dejó todo.

Sus modos y maneras concordaban con las costumbres de la época en las que bebería también, poco más tarde, el gran sevillano Manuel García, tenor, compositor y maestro fundandor de una dinastía y una escuela cuyas enseñanzas han llegado a nuestros días. Boleros, seguidillas, fandangos, piezas satíricas de signo popular, zarzuelas y óperas cómicas constituían el amplio repertorio de María Antonia. Se llegó a decir, y esto habla de su fama, que el fandango no se bailaba, sino que se ‘carambeaba’. Y no menor fue su importancia como referente de la moda femenina de la época.

“Hay un profundo sentido teatral y una honestidad plena en la misión que nos hemos encomendado”. Aarón Zapico

Los Zapico y su grupo son también noticia porque en unos meses van a lanzar al mercado un CD con 11 sinfonías del valenciano Vicente Baset, recuperadas y editadas por Ars Hispana, sempiternos difusores de nuestro patrimonio musical. “La partitura, como de costumbre –explica Aarón– no arroja mucha información de manera inmediata. Pero la experiencia, cuando se trata de música española de este periodo, me ha enseñado que esta austeridad es aparente y que tan solo es necesario rascar un poco para que aparezcan múltiples colores. Las toco en el clave, las canturreo y las imagino de una y mil formas. Saben a Nebra y Domenico Scarlatti pero también a Telemann o Vivaldi”.

Las once obras que se presentan en el disco forman parte de un conjunto escrito en 1753 y conservado en la biblioteca musical del barón Carl Leuhusen, secretario del Embajador de Suecia en España de 1752 a 1755. Remata el musicólogo Aarón Zapico: “Copio intenciones del propio compositor y aparecen nuevos soli y tutti que otorgan homogeneidad al conjunto; el acompañamiento, rico y contundente, se alterna para dibujar el afecto preciso en cada momento. Hay un profundo sentido teatral y una honestidad plena en la misión que desde Forma Antiqva nos hemos encomendado para la recuperación de nuestro patrimonio musical. Hay, en definitiva, valentía”.

Con estos antecedentes hay que esperar con auténtica expectación la aparición de este fruto de un creador español prácticamente desconocido, que vivió entre 1719 y 1764.