Los protagonistas de 'La larga marcha'

Los protagonistas de 'La larga marcha'

Cine

'La larga marcha', una monocorde y superficial distopía que no hace justicia a la novela de Stephen King

La película es previsible, el paisaje se torna decorado y ni siquiera el reguero de muertes que salpica la narración reviste inventiva alguna.

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En 1979, y bajo el pseudónimo de Richard Bachman, el escritor Stephen King publicaba La larga marcha, una novela de bolsillo ambientada en un Estados Unidos distópico gobernado por una dictadura militar. En ese contexto, cien adolescentes seleccionados por sorteo participan en una caminata que solo termina cuando queda uno de ellos.

Supervisados por soldados, obligados a caminar a una velocidad mínima de 5,5 millas por hora y sin permiso para descansar, los jóvenes pelean por sobrevivir y hacerse acreedores de un premio consistente en recibir aquello que más deseen. Su triunfo equivale a la gloria; también al refuerzo de un sistema que mediante el citado concurso ensalza valores como la ambición, la competitividad o una malentendida ética del trabajo.

Después de que George A. Romero (La mitad oscura, Creepshow) y Frank Darabont (La niebla, La milla verde, Cadena Perpetua, La mujer de la habitación) estuvieran en posesión de los derechos de la novela sin que sus respectivos proyectos llegasen a buen puerto, Francis Lawrence (Soy leyenda) ha sido el encargado de dirigir esta adaptación firmada por J.T. Mollner que incluye ligeras variaciones, especialmente en la parte final.

Se mantienen los personajes principales, desde el protagonista Ray Garraty (Cooper Hoffman), cuyo padre se resistió a caer bajo el yugo del nuevo régimen, hasta sus principales aliados dentro de la macabra maratón, como el fornido y entusiasta Peter McVries (David Jonsson) o el locuaz Hank Olson (Ben Wang). No falta, claro está, el Mayor (Mark Hamill), personaje sin desarrollo alguno que se nos presenta como epítome del poder del Estado.

Se respetan, también, las reglas del juego impuestas por King: si los participantes caminan por debajo de la velocidad indicada, controlada electrónicamente, reciben una advertencia que pueden revocar si se mantienen una hora seguida al ritmo establecido. Si reciben tres avisos, se les da pasaporte.

Los concursantes pueden solicitar una cantimplora de agua siempre que lo deseen y cada mañana se les entrega su ración de comida diaria. Los aspirantes no pueden molestar ni entorpecer al resto de competidores (pero sí ayudarles), tienen prohibido mantener contacto con los espectadores que se encuentran a lo largo del recorrido y, por supuesto, no pueden abandonar el circuito fijado. Si incumplen cualquier regla, reciben un aviso. Al tercero: pasaporte.

En la novela de King, escrita durante su época universitaria aunque no saliera al mercado hasta más de una década después, resuenan los ecos de la guerra de Vietnam –jóvenes enviados a una muerte segura y sin sentido– pero también los de novelas como 1984 de George Orwell –el Mayor como trasunto humano del Gran Hermano– o de relatos como La lotería de Shirley Jackson –el azar como disfraz para aplicar mecanismos de control, asociados, además, a un aterrador conformismo social–.

¿Qué falla, entonces, en esta abúlica versión de La larga marcha? Pues que una vez que el guion efectúa su primer giro, el desarrollo se vuelve monocorde y la lectura política es superficial más allá de esas actualizaciones relativas, sobre todo, a la cuestión racial, contenidas en el tramo final. Tampoco se profundiza en los paralelismos que pueden establecerse entre ese Estados Unidos totalitario y la era Trump.

El paisaje se torna decorado, la previsibilidad desvitaliza las relaciones entre los personajes y ni siquiera el reguero de muertes que salpica la narración reviste inventiva alguna. Tampoco ayuda el abandono formal con el que Lawrence ilustra este fatídico vía crucis –apenas tres tiros de cámara y monótonos travellings de seguimiento– que no hace justicia al material de partida cuyo impacto radicaba en su capacidad para capturar el signo de su tiempo.

La larga marcha

Dirección: Francis Lawrence.

Guion: J.T. Mollner, a partir de la novela de Stephen King.

Intérpretes: Cooper Hoffman, David Jonsson, Judy Greer, Mark Hamill, Charlie Plummer, Roman Griffin Davis, Garrett Wareing.

Año: 2025.

Estreno: 14 de noviembre.