Ralph Fiennes en 'El regreso de Ulises' (Uberto Pasolini, 2025).

Ralph Fiennes en 'El regreso de Ulises' (Uberto Pasolini, 2025).

Cine

Un Ulises ateo y con síndrome postraumático regresa a Ítaca: "Un hombre es mucho más interesante que un héroe"

El cineasta italiano Uberto Pasolini nos ofrece las claves de su nueva película. En ella, relata la vuelta a casa del héroe griego después de haber partido a Troya hace 20 años.

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La guerra es un fenómeno milenario. Mueren hombres hoy como lo hacían en las Termópilas o frente a las murallas de Troya. Solo cambian los métodos. Con las mismas cicatrices cargan también aquellos soldados que sobreviven al conflicto y vuelven a casa con las manos manchadas de sangre y la cabeza llena de recuerdos que jamás podrán borrar.

En El regreso de Ulises, la nueva película de Uberto Pasolini, el que destacara como el más inteligente de entre los hombres de Agamenón durante la guerra de Troya llega a las costas de Ítaca, su hogar, hecho un despojo. Su cuerpo, avejentado y correoso por los embates del tiempo y el mar, no desprende ningún aura legendaria, como se esperaría de los grandes héroes griegos sobre los que escribiera Homero en la Ilíada y la Odisea. Por el contrario, da pena verlo mientras las olas lo mecen como a un animal marino varado.

Han pasado 20 años desde la partida de Ulises —encarnado por Ralph Fiennes— y no tiene muchas ganas de mirar a Penélope —Juliette Binoche— a la cara, atormentado como está por sus pecados. Para colmo, los dioses ni están ni se le esperan. Una mala noticia. Al fin y al cabo, cuando les gustas no tienen ningún inconveniente en resolver tus problemas y, cuando no, siempre se les puede echar la culpa de tus desgracias. Sin ellos en la ecuación solamente queda un culpable al que señalar si las cosas no van bien: uno mismo. "El héroe ya no es tal cosa. Pasa a ser un hombre, que es mucho más complejo e interesante", nos dice Pasolini.

Pregunta. ¿Cómo es volver a una figura como Homero en el siglo XXI?

Respuesta. Una de las cosas que me gusta pensar es que esta película y la que traerá Nolan el próximo año nos van a animar a leer otra vez a Homero. Me parece que ha sido un poco olvidado fuera de la academia. Es un escritor atemporal. Nos habla de la dificultad de ser humano de una manera, ya no moderna, sino escindida del tiempo. Lo que más me gustó de este proyecto fue extraer del texto original lo que es más humano, más psicológico, más universal.

»Se ha extendido una visión de Homero como algo demasiado pesado para el público general. Pero no es así. Hay traducciones recientes que nos retratan personajes que no son los héroes que nosotros imaginamos. Héctor no es un héroe: llora pidiendo clemencia antes de ser ejecutado por Aquiles. Tampoco es heroica la venganza de Aquiles por el hecho de que Agamenón le robó una esclava, es más bien algo patético. Nuestro Ulises, que regresa a Ítaca después de haber estado siete años con otra mujer y vuelve solo, con los compañeros muertos, no es en absoluto un héroe. La gente me pregunta por qué Homero hoy. Yo devuelvo la pregunta: ¿por qué no todos los días?

P. Si Odiseo no es un héroe, ¿entonces qué es?

R. Es un hombre muy complejo, como lo somos todos. El primer verso de la Odisea lo califica como polítropo, que significa "de muchas caras" o "de muchas soluciones". Lo que nos interesó más en la película fue buscar al hombre que sufría por la culpa de lo que había hecho en la guerra, por haber dejado atrás a sus compañeros y por haber estado ausente tanto tiempo.

»En el libro VIII de la Odisea Homero nos ofrece a un Ulises que llora al escuchar una canción sobre los héroes de Troya. Es un hombre que se deshace de arrepentimiento por el papel que ha tenido en los horrores de la guerra. Es una lectura que interesó mucho también a Ralph (Fiennes). Él en un principio se imaginaba a un héroe más. Pero no lo es. Es algo mucho más interesante, es un hombre como nosotros. Es una interpretación más de las distintas que se puede hacer del texto.

"La gente me pregunta por qué Homero hoy. Yo devuelvo la pregunta: ¿por qué no todos los días?"

P. Hablando de Fiennes, hace poco le vimos en Cónclave, sorprende su cambio físico, con un cuerpo tan trabajado, pero, a la vez, tan maltratado.

R. Creo que Fiennes se implicó especialmente en cuerpo y alma en este proyecto porque le encantó la lectura del personaje de Ulises que he comentado. Por eso su sacrificio no tuvo límites. Su alimentación fue frugal y el trabajo físico al que se sometió también. Pero no era mero ejercicio de gimnasio. Tenían que verse las señales en su cuerpo de que era un hombre que había sufrido las inclemencias del mar. Está fibroso, pero no de una forma sana, sino más bien envejecida. Todas esas cicatrices del paso del tiempo y los reveses de la vida también están en su interior.

»Si uno va a la guerra y al tiempo regresa a casa, lo hace destruido. La violencia queda tatuada en nuestro cuerpo. Regresamos con la dificultad de ser padres y esposos en una sociedad normal. Eso fue lo que nos interesó más del viaje de regreso.

P. ¿Es por ese cambio tan drástico que su propia esposa, Penélope, no reconoce a Ulises?

R. La primera vez que se encuentran, según yo lo veo, ella lo reconoce y lo odia. No tolera que Ulises llegue y no pida perdón por todo. Por eso mismo en la película, durante su primer encuentro, ella le pregunta: "¿Por qué los hombres van a la guerra? ¿Por qué se matan entre sí? No se lo está preguntando a un extraño. Se lo pregunta a su marido, quien no es capaz de dar la cara. Ella no quiere un hombre violento. Quiere al Ulises que se fue hace 20 años. Pero el hombre que regresa es diferente. Él lo sabe, y por eso no reconoce ser él, porque piensa que ella no va a poder seguir amándole.

P. ¿Con qué grado de fidelidad ha plasmado el texto original en el guion?

R. Es un guion que llevo preparando 30 años. Recurro al texto original, claro, pero también tiene otras fuentes muy importantes. Una de las cosas que hice para prepararlo fue leer muchas entrevistas con soldados estadounidenses que habían vuelto de la guerra de Vietnam. Eran hombres psicológicamente destruidos por lo que habían hecho y visto. Se enfrentaban a la dificultad de volver con sus familias a un ambiente normal. Hay frases en el guion que son declaraciones de esos soldados que hablaban del horror de la guerra.

»Me interesa la forma en la que algo tan reciente como Vietnam entra a formar parte de algo semimitológico como la guerra de Troya. La raza humana todavía no ha conseguido encontrar una solución a los problemas que no traiga consigo guerra y violencia. Por eso mismo encajan ambas etapas tan bien. Porque es un problema atemporal que hemos arrastrado durante milenios. Esta película y la Odisea son actuales porque la guerra es alarmantemente actual.

"Una de las cosas que hice para preparar el guion fue leer muchas entrevistas con soldados estadounidenses que habían vuelto de la guerra de Vietnam"

P. Prescinde en su película de la diosa Atenea, uno de los personajes más importantes en la Odisea. ¿De donde viene su decisión de deshacerse de lo divino?

R. La idea de esta película no es contar simplemente lo que pasa en Ítaca. Esta parte de la Odisea no tiene viajes exteriores, pero sí interiores, y muy importantes, añadiría. No hay Polifemo, no hay sirenas, no hay fantasía. Así que la primera decisión, y creo que la más importante a la hora de preparar el guion fue sacar a los dioses de la historia. Lo que me interesaba por encima de todo era la responsabilidad de los seres humanos en su toma de decisiones. Ulises es el dueño de sus decisiones. La responsabilidad de sus actos está en él, no en los dioses.

»En los textos originales los dioses son el motor que mueve a los mortales e impulsa la acción. Sin ir más lejos, Atenea tiene un papel muy importante en los actos de Telémaco. Es ella la que hace que el hijo de Ulises vuelva de su viaje y le recomienda que no confíe en su madre. Pero, ¿qué sucede si ya no hay ninguna diosa susurrándole al oído? Esas sospechas ya no se las contagia nadie. Él es quien sospecha de su madre, el que duda. De un relato mitológico con el que es difícil empatizar pasamos a la historia de un conflicto maternofilial, algo que vemos todos los días pero que está sucediendo en un relato ambientado en la Grecia de hace 3.000 años.

P. El año que viene sobre estas fechas tendremos en las salas la versión de la Odisea de Nolan, ¿cree que esta sincronía es mera coincidencia?

R. Hay un poco de coincidencia. Pero sí que me parece que lo que está pasando es que estamos en un momento histórico en el que los clásicos empiezan a tener más peso en la cultura, de ahí que estos dos trabajos hayan coincidido.

»Ahora buscamos algo sólido en el arte. No sabemos diferenciar lo verdadero de lo falso. No sabemos si los vídeos que estamos viendo son verdaderos o están hechos por IA. Algo como los mitos, historias que tienen 3.000 años o más, nos da estabilidad al hablarnos desde el pasado del significado de ser humanos. También está pasando con la filosofía de Marco Aurelio y Séneca. ¿Por qué recurrimos a los estoicos hoy? Estamos en un período incierto y los clásicos nos proporcionan una solidez que contrarresta eso.