'El rey Arturo' por Charles Ernest Butler. Foto: World History Encyclopedia.

'El rey Arturo' por Charles Ernest Butler. Foto: World History Encyclopedia.

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Volver a Camelot con el rey destronado y la Mesa Redonda vacía en la mejor novela artúrica del siglo XXI

La reciente publicación de 'La espada fulgurante' (Destino) de Lev Grossman resucita la mítica figura del rey más legendario de Inglaterra y su corte.

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Según reza la leyenda, a la que dio forma definitiva el misterioso poeta y bribón conocido como Sir Thomas Malory a finales del siglo XV, con su monumental La muerte de Arturo, publicada por el impresor William Caxton en 1485, el Rey Arturo no murió en la última y fatídica batalla contra su hijo, Sir Mordred, sino que fue llevado malherido a la mágica isla de Avalon, donde descansa en feérico estasis (que no éxtasis) a la espera de que Inglaterra y el mundo vuelvan a necesitarle. Rex quondam, Rexque futurus: "El Rey que fue y volverá a ser".

Lo que no podían sospechar Malory ni los varios poetas, trovadores e historiadores que antes y después han glosado las hazañas de Arturo y sus caballeros de la Mesa Redonda, desde los anónimos cronistas galeses de los Mabinogi, en el siglo XIII; o el poeta francés, padre de la novela occidental, Chrétien de Troyes hasta autores clásicos y modernos como Tennyson, Howard Pyle, Roger Lancelyn Green, T. H. White o Steinbeck, es que lo haría en pleno siglo XXI con una novela de fantasía y aventuras repleta de erudición, pero también de humor.

La espada fulgurante (Destino) es la más reciente incursión literaria en el escenario mágico de la leyenda artúrica. Su autor, conocido por su trilogía convertida en exitosa serie, Los magos (Ediciones B), el veterano escritor, periodista cultural y guionista Lev Grossman, insufla nueva vida a esta leyenda inmortal, poniendo el acento en una visión desmitificadora que, sin embargo, no carece de magia, acción y emoción.

Le desafiamos a un duelo durante el pasado Festival de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror Celsius 232 de Avilés, para repasar con él los hechos del Rey Arturo a la luz del siglo XXI.

Una novela distinta

Portada de la edición española de 'La espada fulgurante', de Lev Grossman. Foto: Destino.

Portada de la edición española de 'La espada fulgurante', de Lev Grossman. Foto: Destino.

Lo primero que sorprende de La espada fulgurante es que se desarrolla después de la derrota y "muerte" de Arturo, con lo que su protagonista, el joven aspirante a caballero Collum, al llegar lleno de ilusión a Camelot se encuentra con un panorama desolador. La Mesa Redonda está casi vacía, solo sobreviven caballeros de segunda, convertidos en cínicos derrotistas. Merlín está enterrado, el Rey agonizante en Avalon e Inglaterra se desintegra sin que a nadie parezca importarle.

Parece un western revisionista de los años setenta, a lo Arthur Penn o Peckinpah, con algo de picaresca. Collum es como un joven de ciudad que, tras haber leído las hazañas de Billy el Niño, Wyatt Earp y Buffalo Bill llegará al Lejano Oeste en 1900 para encontrarse con que ya no quedan indios ni búfalos, todos los outlaws están colgados y el tren atraviesa las llanuras.

Grossman sonríe: "No lo había pensado, pero es verdad. Mi novela artúrica es muy americana, es una historia de perdedores. El protagonista ha llegado tarde, cuando el tiempo de la gran aventura ya ha pasado".

Interior de una edición de 'La muerte de Arturo' de 1634.

Interior de una edición de 'La muerte de Arturo' de 1634.

También es una visión del mito con mucho humor, que arranca con una cita de Los caballeros de la mesa cuadrada, es decir: Monty Python and the Holy Grail (1975). El también guionista detalla: "Muchos me aconsejaron que no comenzara con una frase de Monty Python. Pero no les hice caso. Es una de las mejores versiones de la historia y yo quería introducir humor. Aunque es muy difícil pensar algún chiste o broma artúrica que no hicieran ya los Python"

Grossman subraya que siempre le ha parecido que hay mucho humor en La muerte de Arturo y situaciones que pueden resultar divertidas. "Por ejemplo, la espada mágica en la piedra… Después de sacarla, va y se rompe y Arturo tiene que recibir Excalibur de la Dama del Lago. Es ridículo", apunta Grossman

Una de las virtudes de La espada fulgurante es cómo combina temas clásicos y contemporáneos, introduciendo referencias actuales en un contexto medieval, siguiendo el ejemplo de autores satíricos como Mark Twain en Un Yanqui en la Corte del Rey Arturo (1889), modernos como T. H. White —cuya obra daría lugar a extravagancias como el musical Camelot y la película Disney Merlín el Encantador (1963)—, o posmodernistas con Donald Barthelme en El Rey (1990).

"Hacía años que no escuchaba el nombre de Barthelme. Por supuesto, los novelistas posmodernos como Barthelme, Barth o Brautigan son lecturas de juventud que siempre me acompañan, pero no soy tan atrevido como ellos. Yo no he llevado a Arturo y sus caballeros al espacio o algo por el estilo, soy un escritor mucho más tradicional", cuenta el escritor.

Lev Grossman durante su encuentro con el público en el festival Celsius 232 de Avilés, junto a dos de los organizadores, Jorge Iván Argiz (izq.) y Diego García Cruz. Cortesía: Celsius 232

Lev Grossman durante su encuentro con el público en el festival Celsius 232 de Avilés, junto a dos de los organizadores, Jorge Iván Argiz (izq.) y Diego García Cruz. Cortesía: Celsius 232

La materia de Bretaña según Grossman

Nacido en 1969, Grossman se ha curtido tanto en el periodismo literario como en la literatura general, con excelentes novelas como  El códice secreto (Z). En ella ya había referencias al Grial y lo artúrico: ", pero nunca había pensado escribir un libro sobre Arturo. Me imponía demasiado. No creía poder superar lo que habían hecho ya otros antes, como T. H. White".

Pero entonces, añade: "Me di cuenta de que aún quedaban historias que contar, más allá de La muerte de Arturo. Estaban los caballeros 'menores', personajes secundarios, con un papel cómico, como Sir Palomides, el caballero sarraceno. ¿De dónde venía? ¿Cuál era su historia? O la de Sir Dagonet, el bufón. ¿Qué ocurre en el reino de Inglaterra tras la muerte de Arturo? Quise contar la historia que todavía nadie había contado, tenía la sensación de que aún no había un Arturo para el siglo XXI".

Mezclando sutilmente el Arturo "histórico" del siglo V (era vulgaris), con su Britania de celtas, romanos en retirada, invasores sajones, paganismo y cristianismo enfrentados, que evocaran autores como Mary Stwart y Bernard Cornwell o la simpática serie inglesa Arturo de Bretaña (1972), con el Arturo literario de las cortes de los siglos XII y XIII, Grossman construye un mundo donde conviven aventura épica y humor iconoclasta, fantasía desbocada y realismo sucio, magia y comentario social. Algo que no es fruto de la casualidad.

Imagen de la serie 'Los magos', basada en los libros de Lev Grossman.

Imagen de la serie 'Los magos', basada en los libros de Lev Grossman.

"He dedicado prácticamente diez años a documentarme para La espada fulgurante, para dar mi visión de la leyenda, como lo hicieran antes Tennyson o White. He querido jugar un poco en la misma liga que Dante, Homero y Shakespeare, el mundo fantástico de los mitos. He tomado cosas de muchas partes, como el malvado Merlín druida de C. S. Lewis en Esa horrible fortaleza (1945). Si White contó la infancia de Arturo, lo que fue una idea genial, yo he querido contar su muerte", revela Grossman.

Decisiones arriesgadas para una combinación de géneros y épocas que puede sorprender e incluso quizá disgustar a ciertos lectores de fantasía épica y a los puristas de la Materia de Bretaña, con sus personajes gays y trans o sus alusiones a la crisis migratoria.

"Tuve miedo a los aficionados cuando escribí Los magos, que tiene mucho en común con La espada fulgurante en el tratamiento de los personajes. Pero la mayoría lo entendió perfectamente. Creo que no hay que subestimar al lector. No he recibido ningún hate mail de historiadores o eruditos por mezclar la alta y la baja Edad Media… Pero sí de fanáticos del tema artúrico por incluir personajes homosexuales o LGTBI+", destaca el novelista estadounidense.

¿Hay futuro para el universo artúrico según Grossman? "Siempre pensé en la novela como un sólo libro. Aunque el mundo de Arturo sigue su marcha sin él y quizás… Pero de momento no creo que lo haga. El futuro de La espada fulgurante es ahora la posibilidad de que se convierta en serie, pero todavía no puedo hablar mucho sobre ello." Así pues, los caballeros de la Mesa Redonda se han vuelto a marchar, pero nos han dejado la mejor novela artúrica de lo que va de siglo.