Ana Rujas y Loreto Maleón, en 'La buena letra'

Ana Rujas y Loreto Maleón, en 'La buena letra'

Cine

'La buena letra': Celia Rico Clavellino retrata la posguerra en una taza de café

La directora sevillana convierte una novela de Rafael Chirbes en un drama familiar que se construye con gestos, silencios y miradas, narrado con filo y sensibilidad.

Más información: 'Sujo': sobre la posibilidad de escapar de un terrible destino en México, el país con tantos muertos en 2024 como Gaza

Publicada

En un momento de La buena letra, Ana (Loreto Mauleón) acompaña a su cuñado Antonio (Enric Auquer) a la casa cuartel de la Guardia Civil, donde debe presentarse regularmente por haber combatido en el bando republicano durante la guerra. No es un trago fácil para este joven sensible que no encuentra la manera de soñar con un futuro, ya que en alguna ocasión ha vuelto a casa con un recuerdo de la benemérita impreso en la cara.

A la salida, Antonio le propone a Ana entrar en un bar a tomar un café. Ella se resiste –“No digas tonterías, no podemos entrar ahí”, le dice–, pero acaba cediendo. Les vemos engullir lo que finalmente parece ser un chocolate con unas pastas, encorvados frente a la taza, cabeza gacha, apurando hasta la última gota y la última migaja, con deleite y al mismo tiempo culpa. En esa manera de comer, la directora Celia Rico Clavellino (Sevilla, 1982) captura la historia de un país.

La buena letra se centra en el personaje de Ana, en su trabajo de resistencia durante los años más duros de la posguerra en un pueblo de la costa valenciana. Ella se encarga de sacar adelante una casa marcada por el hambre en la que convive con su suegra, con su hija y con su marido Tomás (Roger Casamajor), quien también perdió la guerra y al que no le queda otra que partirse el lomo trabajando por una miseria.

En la casa también se siente la ausencia de Antonio, en paradero desconocido al principio de la película. Para que su suegra no sufra por la incertidumbre, el matrimonio decide escribirle una carta en la que suplantan su identidad, imaginándolo exiliado y feliz en Buenos Aires. Como su marido es analfabeto, será Ana la encargada de copiar la letra de su cuñado a partir de sus diarios y escritos, que guarda en un cajón. El acceso a esta intimidad abrirá un anhelo en Ana, cuya naturaleza no será nunca revelada en palabras.

La buena letra se construye principalmente con gestos, silencios y miradas, de manera que las emociones y los sentimientos de los personajes estarán soterrados tras ellos, a expensas de la interpretación de los espectadores. En ese sentido, la película se distancia de la mayor parte del cine español que ha abordado este periodo tan mísero de nuestra historia, siempre tan dado al alegato ideológico y el subrayado. Aquí, en cambio, todo el contexto queda fuera de foco, y todo se dirime entre las agrietadas paredes de una casa que parece un presidio.

Antonio finalmente regresará y, poco a poco, Ana se verá inmersa en una guerra fría entre los dos hermanos. Tomás representará en ella el orgullo baldío de los vencidos y Antonio, un arribismo quizá necesario, más aún cuando entre en escena su prometida, la ambiciosa Isabel (Ana Rujas). En cualquier caso, será el régimen el único vencedor de esta disputa, en una claudicación final que adopta la forma simbólica de un coche.

Celia Rico Clavellino adapta una novela corta homónima de Rafael Chirbes, reduciendo tanto el marco temporal como el número de personajes. De esta manera, la directora convierte el material de partida en una obra que prolonga con coherencia su filmografía, añadiendo a Viaje al cuarto de una madre (2018) y Los pequeños amores (2024) un nuevo drama familiar narrado con filo y sensibilidad.

En ello tienen especial importancia los expresivos encuadres, que encierran en ocasiones a los personajes para generar una atmósfera asfixiante, y las acertadas elipsis, que rompen la narrativa en cuatro capítulos. Todo al servicio de un homenaje a aquellas mujeres que se sacrificaron en silencio en los años más tristes de nuestra historia reciente sin recibir nada a cambio y a las que Loreto Mauleón pone rostro con un trabajo de contención admirable.

La buena letra

Dirección y guion: Celia Rico Clavellino, a partir de una novela de Rafael Chirbes.

Intérpretes: Loreto Mauleón, Enric Auquer, Roger Casamajor, Ana Rujas, Teresa Lozano.

Año: 2025.

Estreno: 30 de abril