Un fotograma de 'Ali y Ava', dirigida por Clio Barnard

Un fotograma de 'Ali y Ava', dirigida por Clio Barnard

Cine

'Ali y Ava': fábula sobre el amor en la vida adulta

La tradición del cine social británico revive con este 'film' sobre el romance entre dos amantes del pop: un hombre de origen paquistaní y una viuda 

26 agosto, 2022 12:38

En los años 50 surgió en Gran Bretaña lo que se llamó “cine del fregadero de cocina” para dejar patente la voluntad realista de unas películas que se postulaban como el reverso del glamour de Hollywood. Directores como Toni Richardson o Karel Reisz buscaban superar los estereotipos clasistas del teatro clásico a lo Wilde o Noel Coward, donde las clases bajas no aparecen o lo hacen de manera muy secundaria. En los años 80, cineastas como Mike Leigh y Ken Loach revivieron laureles y siguen siendo grandes referentes del cine de autor europeo.

Como todo género, el “kitchen sink cinema” tiene algunas reglas: la fotografía con grano, la cámara en movimiento, una luz un tanto oscura que refleja los cielos encapotados ingleses y muchos planos cortos para enfatizar la empatía del director con sus personajes.

En Ali y Ava, la directora Clio Bernard se muestra escrupulosamente fiel a esos códigos para entregar una modélica película de british cinema en el que no falta mucha música y que por una vez tiene final feliz, lo cual de vez en cuando también se agradece.

Cuenta el romance entre Ali (Adeel Akhtar) y Ava (Claire Rushbrrok), ambos marcados por un sentimiento de soledad en una pequeña ciudad del norte de Inglaterra. Se conocen a través de una señora mayor a la que Ava cuida y que es inquilina del primero, propietario de varios apartamentos.

Ali es incapaz de asumir que su mujer se ha separado de él y trata de vivir en la fantasía de que aún tienen arreglo. Ava echa de menos a un marido que intuimos que fue un buen hombre y lidia con sus cuatro hijos y cinco nietos. La conexión estalla porque ambos aman la música, aunque él es más proclive al hip hop y ella al country.

La importancia de la música en la cultura popular inglesa queda no solo clara por la enorme calidad de su legado en el último siglo y medio, también vemos de manera muy notoria en las películas de Terrence Davis, donde vemos un pueblo con la buena costumbre de echarse a cantar todos juntos a la mínima que se tercie.

La directora se forjó una reputación como contadora de tremendos dramas sociales en películas como El gigante egoísta (2013), sobre dos niños que trabajan para un delincuente en los bajos fondos. Con Ali y Ava cambia de tono y lo que vemos es una película optimista y luminosa sobre dos almas solitarias que logran superar todos los prejuicios (y el rechazo de los hijos) para construir una bonita historia de amor.