Image: Javier Calvo y Javier Ambrossi: La cultura elevada desprecia lo español

Image: Javier Calvo y Javier Ambrossi: "La cultura elevada desprecia lo español"

Cine

Javier Calvo y Javier Ambrossi: "La cultura elevada desprecia lo español"

29 septiembre, 2017 02:00

Javier Calvo, a la izquierda, y Javier Ambrossi, a la derecha, con las actrices de la película: Belén Cuesta, Anna Castillo, Gracia Olayo y Macarena García

Javier Calvo y Javier Ambrossi adaptan su obra de teatro La llamada a la gran pantalla y logran un cine joven y fresco que con toda probabilidad repetirá en las salas el importante fenómeno que ha vivido la obra en Madrid.

Cuatro años en cartel en el Teatro Lara son muchos años y dan cuenta del enorme éxito de público de La llamada, una obra que ha conquistado a propios y extraños gracias a su frescura, sentido lúdico y originalidad, tres virtudes quizá más necesarias que nunca en estos tiempos un tanto sombríos en muchos sentidos. Después del éxito en los escenarios llega la adaptación a la gran pantalla con los mismos directores-autores detrás, Javier Calvo y Javier Ambrossi, conocidos popularmente como "los javis", y un elenco encabezado por Macarena García y Anna Castillo como dos jóvenes que pasan el verano en un campamento cristiano y Gracia Olayo y Belén Cuesta como las monjas que son las mayores del asunto. Parábola, nunca mejor dicho, sobre la necesidad de escuchar al propio corazón y de ser feliz en un mundo que quiere dictarnos como debemos ser. Es cine joven y fresco que con toda probabilidad repetirá en las salas el importante fenómeno que ha vivido la obra en Madrid.

P.- No deja de ser curioso que planteéis ser católico como algo punk.
J. Calvo.- Ese es un titular estupendo, ser católico es punk. Se abren dos puertas a la vez, aunque parezcan contradictorias, y no tienes más remedio que ponerte del lado de las dos. Es cierto que tenemos una visión pop y casi punk de la religión porque el pop y el punk tienen mucho de religión con sus rituales y sus hábitos. Y desde luego querer ser monja hoy en día es ir contra el sistema.
J. Ambrossi.- Yo no diría tanto que ser católico es ser punk como que ser auténtico es ser punk. Igual que lo es que alguien te diga la verdad. Tener tu creencia e ir a muerte con ello es más punk que cualquier otra cosa.

P.- ¿Por qué un campamento de verano?
J. Calvo.- Es un lugar perfecto para retratar un despertar. Tienes ese último verano de la juventud en el que te pasan cosas y te transformas. Un campamento de verano es como vivir en Gran Hermano, con eso que se dice de que se magnifica todo. Pues un campamento de verano es como el summum de la adolescencia.
J. Ambrossi.- A mí el campamento de verano me encantaba porque podía dejar de ser el pringado de clase. Es un lugar en el que podía inventarme otra vida. Es un sitio en el que para todo el mundo cambian los principios. Unas monjas metidas en un campamento en medio de la nada también se comportan de manera distinta que en una iglesia o la conferencia episcopal. El verano es el momento más libre, la gente va más despelotada, sale más por la noche… El calor afecta. Incluso las monjas cambian los hábitos negros por hábitos azules claritos o blancos.
J. Calvo.- Las niñas no tienen padres, pero las monjas no tienen reglas. Es un poco como en Canino (Yorgos Lanthimos, 2010) donde se crea un lugar apartado del exterior en el que rigen otras normas. Las niñas dicen tacos y fuman y las monjas las entienden. Es un lugar aislado en mitad de la nada donde pasa algo muy fuerte.

P.- Durante mucho tiempo se ha hablado poco de Dios en cine o literatura pero parece que últimamente se vuelve al tema…
J. Calvo.- Para mí creer en Dios es una cosa muy exótica porque yo no he tenido una educación religiosa para nada. Y me ha resultado muy sorprendente ver que mucha gente que jamás lo hubiera pensado de repente me cuenta que es creyente. Incluso gente que me ha dicho que se le aparece Dios y le canta y le habla como sucede en la película, personas que no lo hubieras dicho en tu vida. ¡Te dicen que ven a Dios! A mí me pasa que no creo en Dios pero sí creo en el destino que es una manera de crear en Dios porque no deja de ser creer que hay algo que ordena las cosas.
J. Ambrossi.- Lo de creer en Dios es como votar al PP, nadie lo va diciendo pero gana las elecciones. La cantidad de gente que nos ha escrito para decirnos que tiene una relación muy intensa con Dios es inabarcable. Cientos y cientos. Personas que nos escriben y nos dicen que lo van a dejar todo para dedicarse a su sueño de servir a Dios. Es brutal. Todo el mundo sabe que hay una dimensión espiritual, pero otra cosa es asegurar que existe Dios. La gente que tiene fe tampoco lo sabe en realidad porque fe es creer algo sin tener la certeza.
J. Clavo.- Nosotros definimos a los personajes por la música que le gusta porque es una manera de expresar quiénes son. Lo que nosotros decimos es que simplemente te gusta lo que te gusta. En el cine también pasa lo mismo, ves a gente sin pasión real porque no se deja llevar por las emociones, simplemente tratan de hacer lo que es cool.

Macarena García en una imagen de la película

P.- ¿Hay una voluntad de reflejar nuestra idiosincrasia y nuestra cultura sin complejos?
J. Calvo.- Muchos creadores españoles no quieren contar cosas de su propia cultura. Y lo que pasa es que la gente se acaba identificando con productos malos porque es lo que les habla directamente a ellos mientras los productos de calidad se creen más listos que el público al que van dirigidos y desprecian lo español. En España tenemos un problema, las cosas culturalmente elevadas no le hablan a la gente y las que sí lo hacen, son mierdas. Las cosas tienen que hablar de un tiempo y un lugar porque de otra manera no hablan de nada. Nosotros queremos ser un reflejo de una forma de ser, y por eso estoy orgulloso de la película. Son personajes reales. Los actores ya no saben hablar y comunicar. La gente se identifica más con los personajes de los realities. Tienes que tener una raíz.
J. Ambrossi.- La Rocío Jurado americana sería Beyoncé, allí la adoran y aquí a Jurado la miramos un poco por encima del hombro. Si no hay una cultura detrás, si no eres específico, no estás hablando de nada. Hay directores que conectan con globalidades. Nosotros estamos así.

P.- ¿Habéis querido ser fieles a la obra de teatro?
J. Ambrossi.- Había dos opciones, o hacerla literalmente igual o hacerla diferente y llevarla a un punto con más personajes. Era un poco trampa, ¿cómo eres fiel y contentas a los fans pero también le sumas algo? Entre otras cosas nosotros ya no somos los mismos que hace cuatro años.
J. Calvo.- A mí me pasó con una escena que era muy larga pero estaba muy bien escrita. El primer impulso era que en cine eso se corta pero luego fue, ¡qué coño! a mí me gustan películas con largas escenas de texto. Hemos buscado un equilibrio entre una película muy cinematográfica y respetar textos interesantes y bonitos que teníamos en la obra.

@juansarda