Image: Cannes cumple los 60

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Cine

Cannes cumple los 60

Gilles Jacob, Director del festival: “La palabra Festival está deshonrada. Hay una abundancia ridícula”

10 mayo, 2007 02:00

Gilles Jacob

Con motivo del aniversario del Festival de Cannes, su presidente, Gilles Jacob accedió a hablar con El Cultural en una de sus escasas entrevistas. Jacob se muestra orgulloso del trabajo hecho, aunque advierte sobre la necesidad de estar alerta y desmiente que el certamen haya ninguneado al cine español. Además, el crítico Sergi Sánchez analiza las películas seleccionadas, donde brillan grandes nombres como Quentin Tarantino, Emir Kusturica o Wang Kar Wai. Y el analista Mike Goodridge nos da su impresión tras 14 años visitando Cannes.

Gilles Jacob es una de las personas más poderosas del cine mundial. Un gesto suyo puede hundir a los cineastas más prestigiosos, lo mismo que puede elevar a los altares a desconocidos. Al mando del Festival de Cannes desde 1978, cuando fue nombrado delegado general, ocupa la presidencia desde 2000. Discreto e hiperactivo, Jacob ha sido el gran modernizador al crear premios como Cámara de Oro (consagrado a la mejor ópera prima), la sección "Todos los cines del mundo" o "Cinéfondation", por la que jóvenes cineastas reciben ayuda para poner en marcha sus primeros proyectos. También ha sido el gran impulsor del mercado de Cannes, el más importante del mundo.

La entrevista se realiza pocos días antes de que se anuncie el programa del 60 aniversario. Quentin Tarantino, David Fincher, Wong Kar Wai o Emir Kusturica estarán en la Costa Azul con sus últimos trabajos. Como es habitual, la presencia española será escasa y sólo en secciones paralelas. Entre los fastos, Jacob se siente especialmente orgulloso de la película A chacun son cinéma, en la que han participado 35 grandes cineastas como David Cronenberg, David Lynch o Lars Von Trier con piezas rodadas para la ocasión.

-¿Con qué salud cree que el Festival llega a su 60 aniversario?
-En buena forma. Pero Cannes tiene que vigilar su medida para no correr el riesgo de sobrecargarse de acontecimientos suplementarios, o que haya demasiados visitantes, demasiadas películas... demasiado de todo. Por este motivo nos hemos puesto como objetivo en esta edición mantenernos en los límites de la talla humana. Eso no quiere decir que los amateurs del buen cine deban apretarse la cintura, todo lo contrario, pero las películas por delante de todo. Para honrar a los artistas, hemos decidido celebrar la creación con una... creación. Una película de dos horas construida a partir de fragmentos de 35 grandes cineastas internacionales: A chacun son cinéma.
-En España tenemos la sensación de que en Cannes no se nos presta mucha atención. ¿Está de acuerdo?
-El problema es que las películas españolas se nos muestran muy tarde, porque están terminadas a deshora, y en ese momento casi no nos queda sitio en el programa. En la selección hay un concurso antes del concurso. Aprovecho para decir, que entre muchos otros, hay un director de cine español que admiro enormemente y es Víctor Erice: espero que prepare alguna cosa para el año que viene. ¡E Isabel Coixet y Amenábar también!
-Se tiene la impresión que cada vez hay más festivales. ¿El contexto es cada vez más competitivo?
-La palabra Festival está deshonrada. Es una pena que no se reserve para manifestaciones que apliquen un cierto número de criterios muy precisos que deberían respetar so pena de perder esa categoría. Al contrario de lo que pareció en un determinado momento, la proliferación ha devenido hoy en una abundancia ridícula y contraproducente. Cada ciudad de mediana importancia quiere hoy su Festival, sobre todo por razones turísticas. Hace tiempo que lancé la fórmula: hay muchísimos más certámenes que buenos filmes disponibles. No ha perdido nada de su actualidad ni de su cruel realidad.

Morir de glamour
-Se critica que las estrellas de Hollywood tienen demasiada presencia en Cannes...
-Las estrellas y el glamour son necesarios para los medios de comunicación, pero también son importantes para el público, que abarrota los alrededores del Palacio porque tienen necesidad de soñar. Y yo creo en la virtud de soñar siempre que después uno sepa despertarse. Las estrellas de Hollywood son los artistas más populares del planeta, aunque muchas veces vengan de otros países que no sean Estados Unidos y trabajen para su industria, que es la más pujante cinematográficamente hablando.

-¿Qué es lo más difícil de su trabajo como presidente?
-No dormir lo suficiente durante los doce días que dura la manifestación. Comer demasiado durante doce días. Mantenerme en calma y sonriendo todo ese período. Subir las escaleras a pie porque no tengo ni tiempo de hacerlo en ascensor. No poder consagrarme a la reflexión sobre lo que está sucediendo. Terminar A Chacun son cinéma a tiempo...
-¿Qué sorpresas podemos esperar para el 60 aniversario?
-La sorpresa será el gran número de grandes realizadores convocados. Les debemos nuestra fidelidad, nuestro afecto y nuestro reconocimiento. Para empezar los directores de Chacun son cinéma son 35, y 32 ya han anunciado su llegada. Todos ellos serán honrados en el Palacio del Festival, el día 20 de mayo. Espero que esa sea una ceremonia memorable.
-¿Cree que estamos en un buen momento cinematográfico?
-No estamos atravesando una edad de oro como las del pasado, sobre todo en Estados Unidos (aunque ese país haya tenido un buen 2006). La razón es la crisis de la curiosidad del espectador mundial, la falta de originalidad de muchos guiones, las dificultades de muchos cineastas para reunir una financiación decente. Pero lo extraordinario del cine internacional es su capacidad para resucitar. Puede suceder aquí o allá, pocas veces en el mismo lugar, pero siempre con energía . Nuestra vigilia en este terreno es saber siempre dónde pasan las cosas. Nos resulta muy útil la "Cinefondation", consagrada a las películas de estudiantes, ya que dos o tres años después son los que van a hacer grandes películas. No hay mejor manera de prever dónde estallará el talento que estar atento a las escuelas de cine. De esta manera, desde hace algunos años miramos activamente las cinematografías de países como Corea, Rumanía o Israel. Los cineastas del este de Europa y Asia del sur llevan un tiempo haciendo que se hable de ellos y eso va a ir a más. Lo veremos pronto.
-¿Cree que hay algún tipo de cine que Cannes apoye de forma especial?
-Sí, el gran cine de autor independiente que ha logrado su reputación en este Festival desde hace treinta años y al que Cannes ha prestado una gran ayuda, yo creo. El que está en la línea de Buñuel, Saura o Almodóvar, para no salir de España.

Razones de un éxito
-¿Por qué cree que Cannes sigue siendo el primer Festival del mundo?
-Por su éxito de convocatoria; su amor a los artistas y los realizadores; la internacionalidad de su prestigioso jurado; la excepcional calidad de las proyecciones, sobre todo en la sala Lumiére, el calor de su acogida; la cinefilia de su selección y el hecho de que se haya sabido mantener en esa "talla humana"; la belleza de una de las bahías más espectaculares del planeta; que se pueda ir a todas partes a pie; el placer de trabajar duro en un ambiente de vacaciones; la coherencia de sus acciones para ayudar a las nuevas generaciones de cineastas a acceder a la notoriedad; el estímulo de sus secciones paralelas; las estructuras y atenciones del Mercado del Film; la calidad y competencia de su equipo; la longevidad de sus dirigentes, que les permite progresar; el hecho de que todo el mundo del cine, el arte y la industria se junten todos los años durante unos días; un cierto sentido de la pompa, y aún así me olvido de muchas cosas.