Kasuga lucha con Dwight Méndez, líder de los Barracudas

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Videojuegos

'Like a Dragon: Infinite Wealth': la cultura de la cancelación, a la japonesa

El juego se erige en imprescindible sobre los méritos de sus personajes y su acerada crítica social.

11 marzo, 2024 03:53

El inframundo criminal japonés es un ecosistema fuertemente jerarquizado, con una pléyade de rituales que rigen su día a día. Aunque están lejos de su apogeo, un paseo por el distrito de Kabukicho, en Tokio, basta para comprobar que siguen imponiendo su particular ley en las calles.

La serie de HBO Tokyo Vice, que ahora mismo se encuentra en su segunda temporada, sigue las investigaciones del periodista americano Jake Adelstein en los años 90 y el muro de silencio compuesto por la policía, la prensa y los propios sindicatos del crimen para defender el statu quo.

En videojuegos, la serie Yakuza (ahora Like a Dragon, siguiendo la denominación japonesa) lleva veinte años narrando las peripecias de personajes honrados atrapados en sistemas feudales de codicia, ambición y violencia.

Like a Dragon: Infinite Wealth supone un cambio en la saga. Es el segundo capítulo centrado en Ichiban Kasuga, pero por primera vez la acción se traslada más allá de las fronteras del país del sol naciente. La mayoría de la trama transcurre en Honolulu, la capital del estado americano de Hawái.

En tierra de nadie

Tras los dramáticos eventos del episodio anterior, las dos principales organizaciones yakuza se han disuelto, dejando a miles de exmiembros en tierra de nadie. Su pasado criminal les dificulta mucho pasar a la vida civil y algo tan cotidiano como encontrar un trabajo o abrir una cuenta en un banco se vuelve tarea imposible. Kasuga hace lo que puede para remediar estas situaciones de precariedad, pero un video sacado de contexto y filtrado a una youtuber sensacionalista le acaba poniendo en la diana.

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Es despedido de su trabajo y una extemporánea pedida de matrimonio a Saeko termina con su relación. Sin muchas ataduras en Yokohama, cuando surgen indicios de que su madre, a la que nunca conoció, podría estar viva en Hawái, se sube a un avión para dar con su paradero. Allí se reúne con Kazuma Kiryu, que la está buscando por su papel en una conspiración transnacional.

Like a Dragon: Infinite Wealth sigue de cerca el esquema renovado de Yakuza: Like a Dragon. Es decir, es un juego de rol por turnos con esta dicotomía tonal marca de la casa. Todo lo que tiene que ver con el combate es absurdo, colorido, maximalista y con un arriesgado sentido del humor que lo permea todo. El argumento en sí, a pesar de la disposición amable de Kasuga, es mucho más dramático, con una sensibilidad social acusada.

Uno de los temas principales es la versión nipona de la cultura de la cancelación: cómo los resortes de la sociedad japonesa se conjuran para condenar al ostracismo a los que considera indeseables y cómo esa rigidez se puede conjugar con las redes sociales para convertirla en un arma de destrucción total del individuo.

En un mundo donde cualquier video grabado con un móvil puede propagarse como la pólvora y ofrecer una versión descontextualizada de cualquier situación, hasta las personas más encomiables se pueden encontrar en el patíbulo. Lo complicado que es reparar el daño y los sacrificios debidos para cambiar esas tendencias caníbales.

Una de las decisiones más polémicas ha sido la de traer de vuelta a Kazuma Kiryu, el protagonista de la franquicia entre 2005 y 2016, después de haber sido retirado. Ocupa una posición de deuteragonista, pero su conflicto interior es en muchos aspectos el alma del relato.

Pronto Kiryu confiesa que sufre un cáncer terminal y que ha decidido morir con las botas puestas, renunciando a un tratamiento que no le ofrece garantías de curación. Sus amigos le proponen hacer una lista con las cosas que le gustaría hacer una última vez, la gente a la que le gustaría ver. Su arco adopta un tono mucho más reflexivo, que ahonda en su biografía para encontrar un ápice de sentido a la multitud de tragedias que la vida le ha deparado. Es ahí donde luce la mejor faceta del juego, en la interacción entre el reparto principal.

Diez personajes que han sido escritos con una sensibilidad exquisita y a los que se les ha otorgado un espacio enorme para definirse. Ya sea en las conversaciones en el pub, en los paseos por la ciudad, en las comidas en los restaurantes... Todos los diálogos están escritos con una ironía sensible y una apreciación soterrada de la cotidianeidad, un trabajo constante de caracterización que termina por deparar dividendos extraordinarios.

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Muchas de estas confidencias giran en torno al paso del tiempo y la realidad ineludible de la muerte, y aunque el tratamiento de la enfermedad terminal no es tan preciso como la magistral representación de la tuberculosis de Arthur Morgan en Red Dead Redemption 2, contiene muchas virtudes. Es una decisión arriesgada, pero que el estudio sabe defender.

Quizá el argumento principal, que entronca con la compleja relación que Japón mantiene con la energía nuclear, no tenga tanta fuerza como en otras ocasiones, pero el juego se erige en imprescindible sobre los méritos de sus personajes y su acerada crítica social.

Like a Dragon: Infinite Wealth

Estudio: Ryu Ga Gotoku Studio.

Editora: Sega.

Director creativo: Ryosuke Horii.

País: Japón

Plataforma: PC, PS5, PS4, Xbox Series, Xbox One