Arte internacional

Bas Jan Ader

Boijmans van Beuningen. Museumpark 18-20, Rotterdam. HolandaKunsthalle Basel. Steinenberg 7, Basilea. Suiza.

19 abril, 2007 02:00

"I'm too sad to tell you", 1970, Schwarzweiss - Fotografie, 49 x 59 cm

www.boijmans.nl / www.kunsthallebasel.ch

La obra de Bas Jan Ader, que murió ahogado en 1975 cruzando el Atlántico en un bote, es objeto de una exposición itinerante que ahora se puede ver en Basilea. Sus otras sedes: Londres y Rótterdam.

Artista conceptual holandés nacido en Winschoten en 1942, Bas Jan Ader murió en pleno Atlántico cuando trataba de alcanzar las costas británicas en una pequeña embarcación. La empresa se enmarcaba en un proyecto performativo llamado In Search of the Miraculous. Se trataba de un proyecto en 3 partes, que quedó inconcluso, paradójicamente, por la última y definitiva caída del artista. Porque caerse fue un motivo muy recurrente en la breve pero rotunda obra de este artista. Bas Jan Ader se caía en bicicleta a los canales de ámsterdam, se caía de los tejados de las casas, de las ramas de los árboles. Se dice que estas caídas de Bas Jan Ader eran una metáfora existencialista. La libertad del ser humano le lleva a provocar su propia caída. Es el propio cuerpo del artista el sujeto y el objeto de su obra. Entre las posibles referencias que guiaran el camino de Bas Jan Ader se encuentran los artistas de la performance, la danza y el teatro. La cineasta Ivonne Raider, fue alguna de las artistas que exploraron la caída como el más común de los movimientos. No debemos obviar los intentos de levitar por parte de Bruce Nauman ni el mítico salto al vacío de Yves Klein. Pero a diferencia de estas referencias, en la obra de Bas Jan Ader se mezclan la ironía con un cierto romanticismo que no es sólo dramático: se filtra en él una tibia melancolía.

Porque la melancolía parece estar presente en el conjunto global de su trabajo. Hay en él homenajes reiterados, diseminados a lo largo de su obra, a Piet Mondrian, su compatriota y maestro del Neoplasticismo. Mondrian, que buscaba la armonía reduciendo la paleta a los colores primarios, a la dualidad blanco/negro y a las líneas horizontales y verticales, está presente en su obra en fotografías, vídeos y performances que están trufados de guiños irónicos. En la muestra se podrán ver algunos de estas referencias al maestro holandés, como la magnífica On the way to a new Neoplasticism en la que el propio Bas Jan Ader aparece tumbado en el suelo con elementos rojos, amarillos y azules, como simulando un cuadro. Otra de las obras paradigmáticas es el vídeo en el que el artista cambia las flores de un jarrón a otro para acabar reuniendo flores de los tres colores primarios en un solo jarrón. En la misma línea que estos homenajes a Mondrian, hay una cierta inclinación hacia la búsqueda de lo sublime en su trabajo. Significativamente, en su obra también hay referencias a Caspar David Friedrich.

Bas Jan Ader juega con la idea melancólica de la soledad del artista pero también cuestiona su papel en nuestra sociedad. Hay una permanente idea de búsqueda, de viaje experimental, que está presente en muchos de sus trabajos y fundamentalmente en uno: el que acabó con su vida. Bas Jan Ader se embarcó en un pequeño bote para tratar de alcanzar las costas inglesas desde Cape Cod. Después de ocho días de navegación se perdió su pista y no volvió a saberse nada de él. Mucho han afirmado que Bas Jan Ader se embarcaba en un viaje sin retorno. De maner aprevia a este viaje, Bas Jan Ader realizó la obra Farewell to Faraway Friends, un posible anuncio de su partida final. Asimismo, en una de sus fotografías se puede ver su ropa doblada encima de la cama lista para ser metida en la maleta…