Image: Los arquitectos españoles b720, premio al mejor rascacielos

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Arte

Los arquitectos españoles b720, premio al mejor rascacielos

El estudio ha sido galardonado con el CTBUH Annual Awards por la Torre Itaim de São Paulo, un edificio de 85 metros de altura con una colorida fachada de cerámica

15 abril, 2019 02:00

El edificio Torre Itaim del estudio español b720. Foto: Nelson Kon

Los premios CTBUH Annual Awards reconocen los proyectos que han hecho aportaciones al avance de edificios altos en el entorno urbano y que contribuyen de forma amplia a la sostenibilidad. En este sentido, la Torre Itaim, del estudio b720 Fermín Vázquez Arquitectos, es un edificio de apartamentos situado en Itaim Bibi (São Paulo), un barrio en transformación que está pasando del tradicional tejido de viviendas unifamiliares en extensión horizontal a un skyline de edificaciones en altura para satisfacer la creciente demanda residencial de una clase media alta en la capital económica del país.

El edificio cuenta con 123 apartamentos de pequeño formato -aproximadamente 30m2- distribuidos en 85 metros de altura que se levantan sobre un zócalo de áreas comunes (squash, piscina interior, restaurante, sala social, etc.) y aparcamientos sobre rasante. El proyecto busca maximizar espacio y funcionalidad, un reto teniendo en cuenta que la torre se veía condicionada por las limitaciones de volumetría impuestas por la normativa y por las estrictas exigencias de optimización. Para llevar a cabo su propuesta se distribuyeron pequeñas viviendas con amplias terrazas individuales, además de vestíbulos comunes y ascensores con vistas a la ciudad. Los espacios sociales -exentos del cómputo de edificabilidad- se disponen en una planta intermedia diferenciada que divide la torre en dos partes.

Imagen del interior de la Torre Itaim. Foto: Nelson Kon

Las plantas se articulan en dos crujías paralelas y un núcleo central de comunicaciones que incluye dos baterías de ascensores panorámicos. Las principales aberturas de las viviendas se abren a norte y sur, con profundos balcones para evitar la radiación solar excesiva, mientras que las fachadas éste y oeste, las más expuestas en el clima de São Paulo, se resuelven con una predominancia de superficie opaca protegida por una fachada ventilada de piezas cerámicas esmaltadas de gran formato. En los laterales de los balcones el revestimiento cerámico se convierte en celosías que preservan la intimidad de las viviendas y enmarcan las vistas desde el interior. El juego y la combinación de colores de las piezas de revestimiento pretenden tanto la individualización cromática de cada nivel como la búsqueda de una singularidad que aporte el valor cualitativo diferencial buscado por el cliente que deseaba expresamente una torre colorida.

El edificio se convierte así en una espigada torre en la que es posible reconocer las diferentes unidades de vivienda por el color y el entramado que pauta la construcción. En las plantas superiores, la prolongación del núcleo central y unos apartamentos de mayor tamaño rematan el edificio de forma escalonada para fundirse con el perfil urbano y generar unas amplias terrazas.

El proyecto competía con obras como The Opus (Dubai), de Zaha Hadid Architect, o Emblem (Sydney), de BVN Architecture Studio, entre otros. Las propuestas fueron evaluadas por un prestigioso panel de expertos entre los que se encontraban Karl Fender, fundador de Fender Katsalidis Architects (Australia) y la arquitecta Ariane Dienstag (Paris).