Image: El gran circo atómico de Patricia Gadea

Image: El gran circo atómico de Patricia Gadea

Arte

El gran circo atómico de Patricia Gadea

El Museo Reina Sofía acoge la primera retrospectiva de la artista, una de las piezas elementales del arte de los 80 y 90 en España

5 noviembre, 2014 01:00

Detalle de Pata con teléfono, 1986

La comisaria de la exposición, Virgina Torrente, hace una selección de las canciones que podrían acompañar a la exposición de Patricia Gadea teniendo en cuenta el contexto social, político y cultural que azotaba en España en su época.

Muchos podrán sentirse identificados con la siguiente frase: "Me atraen los colores luminosos de las máquinas tragaperras". Lo dijo Patricia Gadea (Madrid, 1960 - Palencia, 2006), una de las artistas más mordaces de los años 80, de la euforia de la Movida Madrileña y su consiguiente resaca. El libre albedrío de sus pinturas y collages llegan en la primera retrospectiva, Atomic Circus, que le dedica el Museo Reina Sofía desde este martes. La historia de una artista incómoda en su época y atrapada en las entrañas del dios Lete en la actualidad. Olvidada. Incomprendida. 120 obras se reúnen ahora en la pinacoteca para devolver a la actualidad a una de las piezas esenciales de la figuración madrileña de los años 80 y 90.

"Uno de las grandes rasgos identitarios de Gadea es el elemento crítico, siempre con una tendencia al cómic y a la cultura popular", explica Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía. La comisaria, Virginia Torrente, continúa comentando que "resulta interesante la proximidad de su obra y su fácil comprensión". La artista enseña una gran maestría en el collage. Salía los domingos al rastro a comprar materiales para crear sus bodegones modernos y mediante ellos emprendía duramente contra el gobierno y contra la sociedad de su momento. "Su obra está ligada a su vida personal", comenta Torrente, teniendo a Juan Ugalde (marido de Gadea) al lado, quien expresa su gratitud y la "valentía del museo de revivir una obra tan compleja hilada de manera tan fina". Y digna.

Detalle de El ritmo del mundo, 1984

La exposición, dividida en cuatro secciones, reúne obras de gran tamaño, cartulinas, dibujos y pinturas que marcan el día a día de la artista bajo las premisas sociales, banales, políticas y humorísticas. No se trata tanto de un recorrido cronológico sino de evolución. Se abre con una inocente pintura de los años 80 llamada Discoteca. Nos adentramos en plena Movida donde la música, el arte y el cine eran los medios más interesantes para mostrar esa nueva libertad e influencia que podían ejercer. El frenesí de Gadea deriva en una pintura colorista muy ligada al mundo del tebeo. Utiliza a personajes populares del cómic, como Mortadelo y Filemón o las hermanas Gilda para llevarlos a otra esfera. Se apodera de ella el horror vacui no dejando ni un solo espacio en blanco en sus lienzos, como se puede ver en Ritmo del mundo o Capricho.

Ya en el año 1986 Juan Ugalde y ella consiguen la beca Fullbright con la que viajan a Nueva York, momento que marca el punto de inflexión de su carrera. Allí se inicia en el trabajo sobre cartulina y comienza a utilizar el collage de manera libre. "Coge a personajes de la vida política del momento y los incluye en una estética donde todo es posible", comenta la comisaria de la exposición. De esta manera se cerciora de que su pintura llega a un espectro más ecléctico, no tanto a esos consumidores de tebeos sino a aquellos que han crecido con ellos. Un arte al servicio de todos los públicos. Los avatares en la gran manzana de la pareja y su frecuencia en el bar McCarthy's hacen que conformen, junto a Dionisio Cañas, el colectivo Strujenbank, "una propuesta artística de carácter político-cultural". Eran agitadores, provocadores.

Detalle de Sin título, 2003

Inspiración desde la gran manzana

Gadea, inspirada por Rube Goldberg, uno de los historietistas más importantes de su época en América, crea sus obras de maquinarias imposibles. Un conjunto de lienzos con un lenguaje iconográfico que muestran cómo acciones tan simples como limpiarse la boca o pedalear se tornan imposibles. Uno de los más llamativos, tal vez por su estética muy cercana a la de Francisco Ibáñez, es Bar Churrúpez, de 1988. También se puede observar la vitalidad y la energía de la artista en Patricia's War, de 1987. Pero, una vez agotan la beca y maximizan sus posibilidades, resulta complicado sostenerse en Nueva York. Gadea se lamenta, se decepciona, se frustra. Volver a Madrid supone un fracaso, una derrota. Como escribe Juan Villoro: "Si la medida del éxito es el tiempo de emigración, hay que reconocer que toda vuelta equivale a una derrota".

A su retorno en 1989 abre su mirada y comienza a crear nuevos collages en los que todo cabe. Sus ojos y sus manos eran tijeras. Desde chicas de revistas de moda, a alusiones a la ciencia-ficción, pasando por Franco. Esto deriva en uno de sus grandes fuertes: la serie Circo, quizás las más mordaz y crítica. La idea surgió en San Sebastián, explica Virginia Torrente: Arrancar carteles de circo para jugar con ellos. El payaso va a ser una figura repetitiva en su imaginario junto a políticos convertidos en payasos que convierten lo inocente en oscuro. Esta serie es una directa alusión a los convulsos tiempos políticos y muchos de ellos atacan directamente a un PSOE liderado por Felipe González. Y lo convierte en espectáculo circense.

Detalle de Sin título, Serie Circo,1992

No solo está ese ataque. Son muchos y claros. Desde un Bush convertido en payaso al cartel Nacional del circo donde el maestro es González y su acompañante Franco; Santiago Carrillo se adivina junto a un tigre bajo el lema 'genios y héroes' y Pinito de Oro coronada con la hoz y el martillo y la esvástica nazi. Una feroz crítica a un país en plena transformación. Mención merece también el cierre de la sección con el cartel 'Decídete, contigo podemos más'. "Era una avanzada a su tiempo, una visionaria. Sabía que la euforia se acaba y llega la resaca. Y que todo gira en círculos", analiza Torrente trayéndola un poco más al ahora.

Pero el coqueteo, uso y abuso de las drogas le llegó hasta el tuétano y tuvo que retirarse en Palencia donde se deja llevar por un arte más limpio, íntimo y femenino. Cambia el soporte y comienza a plasmar una sola idea en sus dibujos, como en un intento de no olvidar eso que ha soñado, que ha pensado y ha querido plasmar con gran detalle. Ahora el payaso alegre se ha vuelto una pesadilla al más puro estilo IT, la obsesiona. Los colores se vuelven de una tonalidad pastel agobiante. Lo gamberro se vuelve físico, espiritual, sexual. Sus miedos se reflejan en las pinturas de su última época. hasta su muerte en 2006.

De su atracción por las luces de las máquinas tragaperras y los envoltorios de las naranjas o la publicidad de los mecheros, a una vida vivida como un campo de minas. Vivió el momento, el riesgo de su propia historia irónica consumida en una lágrima dislocada, descarnada.

La banda sonora de Patricia Gadea

B 52'S - Rock Lobster
Canción para el guateque perfecto, diversión ideal de todos los artistas que compartían estudio en los 80. Abre la exposición mientras contemplamos Brindis del iris, de 1983, todo un homenaje al color y la diversión, como eran los B 52`s.

Captain Sensible`s - Wot!
Rebeldía punk, pasada por la ironía del rap: ¿Qué dice el capitán?...Ni caso, nunca, a los jefes... El lema era 'haz lo que te dé la gana'.

Chaka Khan - I feel for you
Gadea era todo sentimientos y pintura a flor de piel... como Chaka Chan, con al fuerza del funk de los 80.

Blondie - Hanging on the Telephone
Esta canción como homenaje al cuadro de Patricia Gadea Pata con teléfono, de 1986, una call-girl pop, a modo de Blondie-Daisy.

Grace Jones - The Apple Stretching / Nipple to the Bottle
Un toque de sofisticación para los años neoyorquinos de Patricia Gadea y Juan Ugalde (1986 - 1989) donde no se perdían una fiesta ni una inauguración... aunque la verdad es que en Nueva York frecuentaban bares más comunes, como el McCarthy's, pintado por Gade en la gran manzana en 1987.

Ian Dury & The Blockheads - I Want To Be Straight
Suplantando al archiconocido 'Sex&Drugs&Rock'Roll, dedico este tema a Patricia Gadea en Palencia (1999-2006), en su lucha contra las contradicciones.

Parálisis permanente - Quiero ser santa
Patricia Gadea no quería ser santa ni beata, pero iba mucho a los conciertos de Rockola... la Movida era artística, musical... los artistas iban a los conciertos de sus amigos y los músicos a las exposiciones de sus colegas pintores.

Sex Pistols - God Save The Queen
Este himno a la rebeldía hay que escucharlo visitando en la exposición de Patricia Gadea en el Mncars la sala dedicada a las cartulinas circo, plagadas de caricaturas de los políticos del momento y teniendo en mente la portada de este disco, que marcó un hito en la inconografía punk.

The Specials - Too Much Too Young
Gadea, con 23 años, estaba exponiendo sin parar, triunfando en los circuitos del arte, ¿'Too Much, Too Young'?, el reagge ayudaba a frenar esa carrera desbocada.

X-Ray-Spex - Highly Inflammable
La banda de chicas punk inglesa pore excelencia de los 80 cantaba: "Altamente inflamable, listo para explotar...". Ni pintado para la obra de Patricia Gadea.

Siouxsie and The Banshees - Hong Kong Garden
Esta pieza pop, elegante como pocas, para los tiempos de Patricia Gadea en Palencia, donde sus dibujos alcanzan un nivel de sofisticación introvertida y misteriosa a los que acompaña muy bien esta canción.