Image: El Thyssen se apunta al 'restauro aperto'

Image: El Thyssen se apunta al 'restauro aperto'

Arte

El Thyssen se apunta al 'restauro aperto'

El museo madrileño restaura El paraíso de Tintoretto a la vista del público

10 julio, 2012 02:00

Dos restauradoras grapan el lienzo de El paraíso al nuevo bastidor.


Atrás quedaron los tiempos en que las tareas de restauración de obras de arte se ocultaban en la trastienda de los museos por ser considerada una actividad indecorosa. Se tenía miedo de que el público, al ver cómo se "metía mano" a los cuadros, pensase que había algún tipo de manipulación o, peor aún, que se trataba de copias y no de los originales. Así lo explicó este martes el director del museo, Guillermo Solana, durante la presentación del estudio técnico previo a la restauración de una de las obras más insignes que albergan sus paredes: El Paraíso de Tintoretto, cuya puesta a punto se realiza desde el 26 de junio en el hall central, a la vista de todos.



Antiguamente, restaurar una obra era poco menos que "ponerla bonita", pero desde hace décadas, los avances técnicos han permitido que el proceso esté fundamentado en un método científico minucioso, "conociendo íntimamente la estructura y composición química de la obra para saber qué es lo que le pasa", explicó Ubaldo Sedano, director del departamento de restauración del museo. En la planta sótano se muestran cuáles son las herramientas que han permitido este estudio a fondo, mediante la reproducción de imágenes de rayos X, infrarrojos y macrofotografías digitales tomadas del cuadro del artista italiano, que data de 1588.

La reflectografía infrarroja permite reproducir las radiaciones no visibles de la luz para ver las capas subyacentes. "Así podemos ver el dibujo que hay debajo de la pintura, lo que nos mete más en el proceso creativo del autor". Las imágenes revelan que el boceto previo era un dibujo muy elaborado, "pues los jurados que elegían las pinturas encargadas por concurso no eran expertos en arte y querían tener una visión aproximada del resultado final", explicó Sedano. Ése fue el caso de El Paraíso, destinado a decorar la sala del Gran Consejo del Palacio de la Señoría de Venecia tras el incendio que sufrió en 1577 y que destruyó el anterior fresco del artista paduano Guariento, pintado hacia 1365.

Los rayos infrarrojos han revelado también que Tintoretto, gran conocedor de la anatomía humana, solía pintar los torsos desnudos para luego vestirlos con nuevas capas de pintura.



Por su parte, la radiografía permite ver a la vez todas las capas de pintura, incluyendo el material de la tela y el bastidor. Al sumarse todas las capas en una sola imagen, su interpretación resulta más compleja. En estas imágenes se aprecia el proceso creativo paso a paso, numerosas posturas corregidas y personajes eliminados. El cuadro tenía al principio una gran profusión de figuras, pero el pintor tapó algunas para evitar un abigarramiento excesivo de la escena.

Aunque las radiografías muestran algunas manchas negras que se corresponden con pérdidas de pintura en algunas zonas del cuadro, el director de restauración del Thyssen calificó el estado del cuadro como "bastante bueno en general, pues en el siglo XVI los artistas aún tenían bastante de artesanos y utilizaban técnicas y materiales que garantizaban, muchas veces por contrato, la estabilidad de la obra".

Sedano anunció que el cuadro estará totalmente restaurado en enero, aunque probablemente ya en septiembre se expondrán en la sala del mirador las conclusiones obtenidas durante el proceso, según anunció el director del museo.

Una moda italiana

"La primera vez que vi una restauración a la vista del público fue la del retablo mayor del monasterio de Santa María La Real de Nájera, hace una década, en el museo de Amberes. Aquello fue muy sonado, como también lo fue la restauración de La adoración de los pastores de Caravaggio en la Cámara de los Diputados de Italia, en 2010. Los italianos se han vuelto muy aficionados al restauro aperto, explicó Solana.

El proceso de restauración coincide con el vigésimo aniversario del museo y con el cincuentenario de la presencia en España del Bank of America Merrill Lynch, el banco que ha financiado el proyecto. "Tenemos un compromiso con España, a pesar de la prima de riesgo", bromeaba Rafael Ximénez de Embún, número dos de la entidad en la Península Ibérica.