Image: Aggtelek, ejercicios de divertimento

Image: Aggtelek, ejercicios de divertimento

Arte

Aggtelek, ejercicios de divertimento

Slash Theatre of My Mundo. Part 1.

29 enero, 2010 01:00

Autorretrato, 2009

Galería Luis Adelantado. Bonaire, 6. Valencia. Hasta el 20 de marzo. De 1.500 a 6.000 E.


Que los artistas hayan sepultado la trascendencia que se venía atribuyendo al arte, no parece que, a estas alturas, pueda generar mayores controversias. Aun así, para quienes sigan reclamando al arte tan nobles propósitos, la exposición que presenta Aggtelek constituye, como antídoto, una buena ocasión para ver por dónde anda suelto el arte. Aggtelek, formado por los barceloneses Gemma Perales (1982) y Xandro Vallés (1978), se ha inspirado en la Divina Comedia para llevar a cabo el disparatado proyecto Slash Theatre of My Mundo. Part 1. Con Dante, Aggtelek desciende al infierno de la creación para descubrir la verdadera naturaleza del arte con una epopeya que se resume en un enloquecido vídeo, como coartada de la exposición. La desmesura de este vídeo no hace sino dar crédito a una serie de desvaríos que cobran cuerpo escultórico en la galería, con provocaciones, despropósitos y sinsentidos. Con ello, queda asegurado el divertimento tanto como la incertidumbre cuando se espera algo de la acción creativa o de la propia función del arte.

De la actividad performativa que distingue el irracional modus operandi de Aggtelek en el vídeo, pasamos a la concreción en la lógica convencional de las esculturas y demás artefactos. Así se suceden todo tipo de encuentros con obras en las que lo vintage en los materiales, las formas y las hechuras, sirve para reciclar contenidos y actualizar modos y maneras de ver que no hacen sino burlar el hecho mismo del arte. Derivado de lo que se conoce como "arte basura", el trabajo de Aggtelek (a medio camino entre el dadá, el surrealismo y el funck art) se queda a un paso de lo cutre y lo freaky, con el objeto último de cuestionarlo todo, desde la misma naturaleza del arte. Así, siguiendo de cerca a Raysse, Kippenberger, Kelly o McCarthy, Aggtelek hace valer la estética del desperdicio y del reciclaje para plantear el residuo y su revestimiento como un corrosivo ejercicio de divertimento, cuyo alcance se aprecia en la última sala de la exposición.