El Cultural

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La clarividencia: finalistas

Concurso de microrrelatos conducido por Juan Aparicio Belmonte

9 enero, 2020 17:29

Hola, amigos. 

Con qué facilidad se llama amigo a quien no es más que un conocido. La amistad, como todos sabemos, es un asunto muy poco serio, aunque se diga lo contrario, porque aquí se llama amigo a cualquiera. Ay, amigos… Alguno dirá que esta forma de dirigirme a vosotros es señal de la ligereza con que empleo las palabras. Pero confío en que se interprete como una licencia que me tomo en favor del buen ambiente del concurso, como un atributo de la buena intención con que me pongo a juzgar vuestros relatos, amén de un signo de complicidad tras tantos años de convivencia en Cuenta 140. 

En definitiva que la semana que viene, amigos, escribiremos sobre la amistad: “Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”, dice el diccionario de la Real Academia de la Lengua. 

A partir del lunes. 

Veamos, entretanto, quiénes son los finalistas de la semana: 

Iris

La vidente en la que siempre confiaba le vaticinó una muerte agónica pero inminente y él, en un acto de cobardía, decidió acortar la espera.

A. Dickson

Se desprendió de las acciones de aquel Banco cuando vio a su presidente comiendo en un burguer.

Meiga 

Desde que vio tan claro su futuro en sueños, el insomnio le impide dormir.

Torivino

De pronto lo entendió todo. La razón de vivir, el secreto de la felicidad, el modo preciso de conseguirla. Luego oyó: “Lo hemos perdido”.

Mivek 

En una reunión secreta, los tres magnates decidieron que debía firmarse ya mismo el armisticio: había llegado la hora de la reconstrucción.

Político

El político defendió con convicción sus promesas electorales; cuando perdió las elecciones suspiró aliviado.

Jian Ming 

Gracias a una operación pionera, veía. Lloró al mirar los árboles, el mar, a mamá, a papá, su color de piel. Y al deducir que era adoptado.

La Marca Amarilla 

Era un gran emprendedor, siempre decía que aprendía más de los fracasos que de los éxitos, pero su familia comenzaba a dudarlo.

Óleo 

El médico había suspendido la medicación y el enfermo, más animado, recuperaba el apetito. Entonces apareció el cura en la habitación.

Lysinge 

Las empresas constructoras locales atravesaban una grave crisis, así que ordenó arrasar las ciudades más importantes de la nación enemiga.

Meiga

A Noé le llamaban loco por querer construir un arca, hasta que empezó a llover.

Googlerías

Le intrigaban esos anuncios de funerarias que le aparecían desde hacía días en internet, hasta que recibió el diagnóstico fatal.

Neba 

“Este crío tiene olfato para los negocios”, había vaticinado su abuelo. A los pocos años ya dirigía una extensa red de narcotráfico.

La Marca Amarilla 

Moribundo, vio pasar las imágenes de su vida, y murió enfadado porque se percató de lo feliz que fue sin haberse dado cuenta.

Pernico

Con el paso de los años, más que la muerte, le aterraba la idea de la reencarnación.

Meg 

Por primera vez, el tirano era consciente de lo cruel que había sido. Incluso habría cambiado si hubiera tenido la cabeza pegada al cuerpo.

Marcos 

Tras despertar del intento de suicidio, supo que la vida era hermosa, que merecía la pena ser feliz en cuanto pudiera salir del ataúd.

Carrio 

Desde que descubrió que era capaz de leer los posos del café, sólo toma tilas.

Mivek 

Acudía cada tarde para que la confesara, siempre por minucias. Tras faltar varios días consecutivos, asumió con dolor que amaba a otro.

Jengo

Solían preguntarle por la fecha de su muerte. Ella les respondía que sería aquel mismo día si no ingerían la pócima que les daba a beber.

Y uno, de regalo: 

Hermano lobo 

A medida que la luna crece entiendo más y más mi lugar en el mundooouhahauuuuuu.

Para aparecer con nombre y apellidos en caso de ganar escribid a cuenta140@elcultural.es

Gracias. 

Saludos cordiales