Image: Javier Cercas

Image: Javier Cercas

El Cultural

Javier Cercas

"No hay buena literatura sin buena crítica"

6 octubre, 2017 02:00

Ilustración: Ulises

Tras el éxito de su última novela, El monarca en las sombras, en la que de nuevo hizo sutiles equilibrios entre la ficción, la fantasía, la memoria y la no ficción, Cercas (1962) recupera su primer thriller, El móvil.

¿Qué libro tiene entre manos?
Siempre leo varios libros al mismo tiempo, como hacía Unamuno. Ahora mismo: Tree of smoke, de Denis Johnson y Asimetría, de Adam Zagajewski.

¿Ha abandonado algún libro por imposible?
Algunos, sobre todo de mayor. Por ejemplo: The corrections, de Franzen; pero no por imposible sino por aburrido.

¿Con qué personaje le gustaría tomarse un café mañana?
¿Vivo? Con Zagajewski, sin ir más lejos.

¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura: es de tableta, de papel, lee por la mañana...?
Leo en papel, a cualquier hora, en cualquier lugar y en cualquier posición. Me hice escritor para leer mejor.

¿Cómo decide sus lecturas, por las reseñas de los libros, las recomendaciones de amigos...?
Por eso y por otras cosas: recorriendo los anaqueles de la biblioteca de la universidad de Urbana, cerca de Chicago, donde viví en los años 80, descubrí que el libro que estás buscando no es el que estás buscando, sino el que está justo al lado. Un descubrimiento importantísimo.

¿Qué género literario no le interesa nada?
Ninguno, quizá porque no hay géneros mejores o peores sino sólo formas mejores o peores de usar los géneros.

¿Qué autor (o qué obra) está, a su juicio, sobrevalorado?
Mucho me temo que en España, salvo Cervantes, todos los novelistas estamos sobrevalorados.

Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.
Infinidad. Un ejemplo: leer a los dieciocho años Tres tristes tigres, de Guillermo Cabrera Infante.

¿Qué cuentas ha saldado con El monarca de las sombras?
Una muy importante, porque El monarca... es el libro que quiero escribir desde que soy escritor. O desde antes.

¿A qué se debe el acoso de las redes tras su publicación?
No lo sé: habría que preguntárselo a los acosadores; lo que sí sé es que algunos de los más notorios ni siquiera habían leído el libro, según confesión propia, y que, a juzgar por lo que decían, otros debieron de leerlo siguiendo el método Kennedy de lectura rápida, el mismo con el que Woody Allen consiguió leer en un visto y no visto las mil páginas de Guerra y paz. “Va de Rusia”, concluyó.

¿Por qué es urgente y necesario volver a nuestro pasado?
Porque no ha pasado. El pasado al que yo vuelvo -que es aquel del que todavía quedan memoria y testigos- es una dimensión del presente sin la cual el presente está mutilado. Eso es lo que intento en mis libros: ensanchar el presente hasta obligarle a mostrar que abarca el pasado.

¿Dónde empieza la ficción y termina la no ficción?
La no ficción no tolera la invención ni la fantasía; la ficción está obligada a ellas. Por favor: no confundir invención y fantasía con imaginación, cosa que científicos e historiadores también usan.

¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
A veces.

¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
¿Vivo? De Antonio López, de Hockney. No digo de David Sanmiguel porque tengo la casa llena de sus obras.

¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?
No hay buena literatura sin buena crítica, así que me importa muchísimo.

Aparte de clásica, ¿qué música escucha en casa?
Rock and roll.

¿Recuerda la película que ha visto más veces?
El hombre que mató a Liberty Valance.

¿Qué libro debe leer el presidente del Gobierno?
Ni idea.

¿Y el de la Generalitat?
El espíritu de las leyes. Pero me temo que ya es tarde.

¿Le gusta España? Denos sus razones.
Me gusta tanto España como me disgustan algunos españoles.

Una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.
Pagar sueldos astronómicos a los maestros de escuela.