Es Vedrá al atardecer (Ibiza)

Es Vedrá al atardecer (Ibiza) Macarena Escrivá

Restaurantes

7 restaurantes en los que comerás muy bien y barato en Ibiza

¿Viajas próximamente a la isla y no quieres dejarte un dineral comiendo? En estos restaurantes podrás disfrutar con mayúsculas y a muy buen precio.

21 julio, 2022 14:57

La isla pitiusa se convierte, cada verano, en una de las más deseadas del Mediterráneo y no son pocos los que aprovechan las vacaciones para visitarla. Pero ¿qué pasa cuando a la hora de reservar en un restaurante el ticket medio es demasiado elevado? Que puede incluso llegar a arruinarte el viaje.

Muchos de sus espacios se posicionan con cuentas altas, solamente pensados para visitantes pudientes, pero hay muchos que aunque todo suba de precio y la inflación sea una compañera más en el día a día, siguen fieles a sus principios: dar bien de comer y hacerlo a precios supercompetitivos

Los siete que vienen a continuación son buen ejemplo de estos últimos, bares y restaurantes para disfrutar de las vacaciones en Ibiza sin acabar en la ruina.

Bar Costa

A veces no hay nada que nos haga más felices, que un simple bocadillo. No nos hace falta mesa y mantel y un montón de platos, sino algo mucho más sencillo. Y es lo que uno busca y encuentra cuando va a Can Costa. Todos coinciden, aquí se preparan los mejores bocadillos de toda la isla.

En el coqueto pueblo de San Gertrudis, a tan solo unos pasos de su iglesia blanca, se encuentra este lugar con historia. Al principio era el bar del pueblo, ese al que los lugareños iban los fines de semana y en el que los campesinos buscaban cobijo los días de lluvia. 

Macarena Escrivá

Más tarde, en pleno auge de la bohemia ibicenca, eran los hippies los que pusieron de moda este lugar, en el que encontrarás una chimenea (ideal si visitas la isla fuera de temporada), dos terrazas y una colección de cuadros colgados de sus paredes, algunos de ellos de uno de los hippies como Andrés Monreal, que saldaba sus cuentas pagando con obras.

Hoy sigue siendo un imprescindible para disfrutar de bocadillos de pan llonget, al que le restriegan tomate y aceite. ¿Los rellenos? De embutidos como el salchichón de ciervo, vientre, jamón serrano, chorizo, cecina, morcón o lomo, además de sobrasada o queso. Más sencillo y rico, imposible.  

Aquarium Cap Blanc

Macarena Escrivá

¿Puede haber algo más veraniego, humilde y apetecible que unas sardinas? A veces lo mejor, es lo más sencillo. Sobre lo que fuera una gruta natural, Sa Cova de ses Llagostes en Sant Antoni, se alza uno de los imprescindibles de cada verano, el Aquarium de Cap Blanc. 

Empezó funcionando como acuario, visitable para el público, donde en este espacio natural y con agua del mar, se conservan especies marinas autóctonas de Ibiza heridas, que se rescatan, para después devolverse al mar. Sobre la cueva, se dispuso un pequeño restaurante al aire libre, que funciona como terraza con nada más que maderas y mesitas para los que los visitan.

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¿El plan perfecto? Sus sardinadas, que después de dos años de parón, regresan con más fuerza que nunca los fines de semana. Por tan solo 16,80 euros por persona, puedes disfrutar de un menú compuesto por ensalada payesa con patata, pimiento, tomate y cebolla, seguido de una bandeja de sardinas que asan tras el restaurante. Además de disfrutar de pan con alioli, bebida o algún que otro postre no incluidos en el precio. 

¿Lo mejor? Que puedes repetir las veces que quieras y que el sitio donde se encuentra, no puede ser más idílico, casi frente a la puesta de sol. 

Llumbí

Raúl Rodero

  • Dirección: Carrer Es Cubells, 2
  • Horario: Ma-Do 12:30-22:30
  • Teléfono: 971 802 128
  • Precio: 25 €

Encaramado en lo alto de un acantilado en el pueblecito de Es Cubells, el Llumbí es otro de los grandes restaurantes de siempre de Ibiza. Lo primero que llama la atención son sus vistas sobre las aguas azules del Mediterráneo, que se divisan desde su terraza.

No esperes lujos. Solo un espacio de lo más agradable, con terraza cubierta y los típicos mantelitos con mapas de la isla. Antaño eran los padres los que se encargaban de la cocina. Hoy en manos de sus hijos, sigue siendo un restaurante familiar, por lo que toda su comida no puede ser más casera y de una calidad inmejorable.

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Además de contar con algunos entrantes como ensaladas, pan con alioli o mejillones al vapor, se han especializado en lo que llamaríamos platos combinados, en los que junto a ensalada y unas buenísimas patatas fritas caseras, sirven pescado, marisco y carne de primera.

Calamar de playa, dorada, gambas, tortilla de patata, chuletitas de cordero, entrecote de ternera... Para terminar con una ración de flaó, tarta de queso o de limón. 

Es Tancó

Con dos locales, uno en Sant Jordi y otro en Sant Rafael, Es Tancó se ha posicionado como una de las pizzerías de referencia de la isla. Buenas y baratas, sus creaciones son de las favoritas de los locales.

Todos destacan el sabor casero de sus pizzas que se cocinan en horno de leña y con recetas para todos los gustos. Desde sabores clásicos como la margarita, carbonara o cuatro quesos a otras como la Zola, con gorgonzola, nueces y achicoria, la Pagesa, con patatas, sobrasada ibicenca de Can Ros y miel o la Duquesa, con mozzarella de búfala, pistachos laminados y jamón de Parma. Completan su oferta con ensaladas, platos de pasta y calzones. Eso sí, en el local de Sant Jordi solo ofrecen pizzas y lasagnas

El Bigotes - Cala Mastella

Macarena Escrivá

Hablar del restaurante de Cala Mastella, más conocido como El Bigotes, es hacerlo de toda una eminencia en la isla. Verano tras verano, el lugar ideado por Pepe Ferrer, el auténtico bigotes, se llena hasta los topes para recibir a todos aquellos que han coseguido mesa en su preciado chiringuito.

Su andadura comenzaba cuando en aquel lugar preparaba para sus amigos un bullit de peix con las capturas que traía a diario en su llaüt, la embarcación balear tradicional. La popularidad se hizo tal, que hace ya más de 40 años que el lugar se convirtió en restaurante.

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Estratégicamente ubicado sobre el mar, El Bigotes ofrece una comida propia de pescadores y a muy bien precio. Abren sus puertas entre los meses de abril a octubre y cada día, a las 14 horas religiosamente, sirven su único plato: un bullit de peix tradicional preparado a leña.

Después de un poco de pan payés y alioli con los que abrir boca, llega a la mesa una suculenta bandeja de pescados de la isla (rotja, San Pedro, mero...) patata y alioli. Le sigue, el arroz, que en este caso preparan caldoso, con el caldo del bullit. ¿De postre? Dulces tradicionales, como el flaó o la greixonera y unas hierbas ibicencas.

Es Pins

Si hay un restaurante auténtico a la isla y fiel a su filosofía desde el principio, ese es Es Pins, un modesto espacio en el interior de Ibiza, que lleva funcionando desde la década de los 70.

En aquel entonces, Margarita y Joan, una pareja de Sant Llorenç, añadieron un bar a lo que era su casa y llevan triunfando desde aquella decisión. ¿Las razones? Porque elaboran platos típicos de la isla y menús del día, a precios imbatibles.

No faltan en sus opciones platos como la ensalada payesa, un sofrit payés, legumbres, entrecote, paella... Presta atención a su pan, elaborado por ellos a diario en grandes hogazas, a las que añaden un puntito de anís que los hace únicos. Y además, puedes comprarlo. 

No hacen reservas, por lo que conviene estar puntual a la hora de la comida, para disfrutar de sus sabores genuinos.

Comidas Bar San Juan

Ubicado en Dalt Vila, a pintoresco y auténtico no le gana nadie. Situado a escasos metros del puerto, este restaurante posiblemente sea uno de los más antiguos de toda Ibiza, que antaño funcionaba como fonda.

Unos cuantos años después, se ha afianzado como uno de los que uno no se puede perder, si lo que se busca es comer rico y a precios más que comedidos.

Cuentan con zona interior, en la que muchas veces apuestan por las mesas compartidas y una pequeña terraza en la parte trasera. En la carta, una extensa variedad de platos tradicionales y caseros, de raciones abundantes. Bordan la ensalada de crostes, las croquetas, la sepia a la plancha o una suculenta paletilla de cordero ibicenco con tomate, champiñones y pimiento verde. A tener en cuenta que no hacen reservas, por lo que si quieres conseguir mesa, tendrás que acudir pronto.