
Un plato de garbanzos con espinacas iStock
El plato típico de Cataluña que arrasa en invierno: se puede hacer en 20 minutos con un bote de garbanzos y es delicioso
Una receta con cero complicaciones y muy reconfortante para la que hacen falta pocos ingredientes.
Más información: Ni coca ni ensaimada: la desconocida receta mallorquina fácil de hacer y perfecta para el invierno
- Total: 20 min
- Comensales: 2 - 3
Muchas recetas tradicionales, las famosas "recetas de abuela" apenas requieren esfuerzo por nuestra parte, pero sí largos tiempos de cocción. No son difíciles de hacer, porque en ese tiempo de cocción nosotros podemos estar haciendo otras cosas, pero a veces no nos vale esa opción.
No siempre podemos esperar para sentarnos a comer, llegamos a casa y apenas tenemos una hora para hacer la comida, comer, recoger y salir por la puerta listos para retomar nuestras obligaciones diarias. Se impone adaptar las recetas de siempre a la vida de ahora. A veces, podemos tomar atajos que reducen los tiempos de espera obteniendo resultados muy dignos.
Una receta de las abuelas catalanas hecha en tiempo récord
En esta ocasión os proponemos una receta típica de Cataluña, los cigrons amb botifarra i espinacs, que son garbanzos salteados con butifarra negra y espinacas, una receta que para elaborarla de modo tradicional necesitaríamos tener los garbanzos en remojo unas ocho horas -podríamos ahorrárnoslas si tenemos garbanzos remojados en el congelador- y cocinarlos entre una y dos horas, dependiendo de si se usa una olla a presión o tradicional.
Si no disponemos de ese tiempo, podemos reducirlo hasta los 20-25 minutos si utilizamos unos garbanzos cocidos de bote. Los garbanzos en conserva son un producto igualmente saludable -no es un ultraprocesado- que conserva prácticamente todos los nutrientes y nos permite obtener resultados similares a los que conseguimos cociendo nosotros los garbanzos, pero en mucho menos tiempo. Utilizando este atajo, podemos preparar un plato muy sabroso que resultará igualmente reconfortante.
Un plato nutritivo y equilibrado
Los cigrons amb botifarra i espinacs son un plato nutritivo y equilibrado que combina proteínas de alta calidad con fibra, vitaminas y minerales esenciales. Los garbanzos aportan aproximadamente 8-9 g de proteína vegetal y 7 g de fibra por cada 100 g, lo que favorece la saciedad y la salud digestiva. También son una fuente importante de hierro, magnesio y potasio, minerales clave para la función muscular y el sistema nervioso. Las espinacas, por su parte, enriquecen el plato con ácido fólico y antioxidantes.
La butifarra negra añade un extra de proteínas y grasas, además de aportar un sabor intenso al plato. Aunque su contenido en grasas es moderado, su perfil nutricional incluye aproximadamente 15-20 g de proteínas por cada 100 g, además de hierro hemo, más fácilmente absorbible por el organismo. Fuera de Cataluña puede no ser fácil encontrarla, pero puede sustituirse por morcilla o por una salchicha de carnicería.
El uso de aceite de oliva virgen extra no solo potencia el sabor, sino que también incorpora ácidos grasos monoinsaturados, beneficiosos para la salud cardiovascular. En total, una ración de este plato puede aportar entre 450 y 550 kcal -que no es excesivo para una comida principal-, dependiendo de la cantidad de butifarra utilizada. Este plato puede ser una comida completa y reconfortante, ideal para recuperar energía y seguir cumpliendo con nuestras obligaciones.
Ingredientes para hacer garbanzos con butifarra y espinacas
- Garbanzos cocidos, 400 g
- Butifarra negra, 1 ud
- Espinacas frescas, 200 g
- Ajo, 2 dientes
- Pimentón dulce, 1 cucharadita
- Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
- Sal, al gusto
- Pimienta negra, al gusto
Paso 1
Pelamos y picamos finamente los ajos. Cortamos la butifarra en rodajas gruesas.
Paso 2
En una sartén grande o en una cazuela, calentamos el aceite de oliva a fuego medio. Añadimos los ajos picados y los sofreímos hasta que estén dorados.
Paso 3
Incorporamos las rodajas de butifarra y las doramos por ambos lados durante unos minutos, hasta que suelten parte de su grasa y se doren ligeramente.
Paso 4
Añadimos el pimentón dulce y removemos rápidamente para que no se queme. Opcionalmente, podemos añadir también un poco de pimentón picante si queremos darle un toque "chispeante".
Paso 5
Incorporamos los garbanzos de bote enjuagados y escurridos y mezclamos bien con el sofrito. Cocinamos a fuego medio durante 5 minutos para que tomen sabor y se doren ligeramente.
Paso 6
Finalmente, incorporamos las espinacas frescas (lavadas y escurridas) y removemos hasta que se reduzcan y se integren con el resto de los ingredientes. Cocinamos durante 2-3 minutos más.
Paso 7
Probamos, rectificamos el punto de sal y pimienta y servimos caliente.
Para hacer una versión más ligera con menos grasas
Las recetas tradicionales también pueden evolucionar o servir como base para nuevas recetas que se adapten a los gustos y necesidades de cada persona.
Para hacer que los cigrons amb botifarra i espinacs sean más ligeros y equilibrados sin convertirse en un plato insípido, podemos realizar algunos cambios en los ingredientes y en la forma de cocinarlos. Una opción es sustituir la butifarra negra por una versión más magra, como butifarra blanca o incluso por unas tiras de lomo de cerdo o pechuga de pollo adobadas en casa, reduciendo así la cantidad de grasa saturada.
También podemos optar por saltear la butifarra sin añadir aceite extra, aprovechando la propia grasa que vaya soltando durante la cocción y en esta grasa dorar los ajos. Otra alternativa sería reducir la cantidad de butifarra y complementar el aporte proteico de origen animal con un huevo poché cuya yema daría untuosidad al plato y también quedaría increíble.
Para mejorar el equilibrio nutricional, podemos aumentar la cantidad de espinacas y añadir otras verduras como calabacín, pimiento o champiñones, incrementando así el contenido en fibra, vitaminas y minerales. Además, si buscamos una digestión más ligera, podemos utilizar garbanzos cocidos de los que tienen contenido reducido de sal y potenciar el sabor con especias como comino, pimentón ahumado o cúrcuma, que combinan muy bien con todos los ingredientes. Con estos pequeños cambios, el plato seguirá siendo sabroso, pero con un perfil nutricional aún más saludable.