Un horno, unas nectarinas, especias de la alacena, un poco de melaza o miel y un queso fresco tipo mató serán tus mejores aliados para esta receta fácil con fruta perfecta para el verano. En realidad no se necesita más que una buena fruta de temporada, que aquí en España podrían ser melocotones, briñones o albaricoques, y una buena combinación de especias entre las que hoy encontramos cúrcuma y pimienta negra. Luego, el resto lo hace la propia fruta en sí y el toque dulce de la melaza, que siempre es sustituible por miel, y el frescor del queso fresco que termina por encima. He utilizado un queso mató, pero siempre valdría cualquiera del estilo, más o menos ácido y más o menos granulado, en función de los gustos de cada uno. 

Por supuesto, si no queréis encender el horno porque hace mucho calor podréis cocinar las nectarinas a la plancha, una vez pasadas por las especias con una gota de aceite de oliva se cocinan a la plancha (nunca quedarán igual de tiernas en el interior) y la melaza y el queso se ponen en el último momento. Aunque si podéis encender el horno, mejor que mejor. Si os gustan las nectarinas, pensad que conseguiremos una textura similar a la del melocotón en almíbar, no la misma textura que ganamos en crudo en las crepés de crema catalana y nectarina, sino algo más parecido a la tarta de hojaldre, nectarina y frutos secos o a la galette de melocotón y romero. Además, si os gustan estas frutas, no dejéis de probar a añadir un poco de melocotón a vuestro gazpacho del día a día, ese que tendríais que tener siempre en la nevera, porque veréis que le da un punto increíble a vuestra sopa fría favorita del verano. 

Esta receta fácil puede evolucionar a lo largo del año con otras frutas. Quedaría también fenomenal con unos higos pero también con peras, con manzanas e incluso con calabaza. Se conserva bien en la nevera perdiendo un poco de textura aunque siempre os recomendaré darle un toque de microondas para calentar un poco antes de disfrutar. El queso, por supuesto, siempre se pone en el último momento justo antes de servir junto con unas hojas de hierbabuena o un poquito de eneldo que, siendo opcionales, le dan un contrapunto muy alegre a todo el conjunto. 

Cómo hacer nectarina asada con miel y mató

Ingredientes

  • Nectarinas, 4 ud
  • Miel de palma, 4 cucharaditas
  • Cúrcuma, 1/2 cucharadita
  • Pimienta negra, 1/2 cucharadita
  • Aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada
  • Queso fresco tipo Mató, 4 cucharadas
  • Hierbabuena fresca

Paso 1

Precalentar el horno a 200 ºC y lavar muy bien las nectarinas. Preparar una bandeja apta para el horno, con un poco de fondo porque sacará juguillo el conjunto. 

Paso 2

Con la ayuda de un cuchillo partir las nectarinas a la mitad, bordeando todo el hueso. Girar entonces en sentido opuesto las dos mitades y separar. Necesitamos usar nectarinas que no estén muy pasadas ni tampoco muy firmes, en su punto medio para que podamos sacar el hueso con facilidad. Nos quedaremos por un lado una mitad sin hueso y por el otro lado una mitad con hueso. 

Paso 3

Con mucho cuidado y pericia quitar el hueso de la mitad que lo tenía. Disponer todas las mitades con el hueco hacia arriba en la bandeja. 

Paso 4

Mezclar la melaza con el aceite y las especias muy bien, hasta que todo esté integrado. 

Paso 5

Rellenar el agujero de las nectarinas con la mezcla y un poco más por encima. Llevar a hornear durante 15 minutos aproximadamente, hasta que veamos que las nectarinas empiezan a dorarse ligeramente. Dejar enfriar a temperatura ambiente. 

Paso 6

A la hora de servir, con la ayuda de los dedos o de un tenedor desmigar un poco el queso fresco que vayamos a utilizar y situar por encima de las nectarinas. Terminar con unas hojas de hierbabuena que le darán un contrapunto interesante.