Preparación: 5 min   Enfriado: 4 h   Dificultad: 1/5  Unidades: 1      Coste: ∼ 2 €

Muchos ya os lo imaginábais cuando hace un par de días os enseñé cómo hacer nueces caramelizadas y es que, una de las muchas cosas que molan de escribir un blog de cocina es que siempre sirve de excusa para disfrutar con antelación de las cosas ricas típicas de cada fiesta, qué más dará que aún falte un mes para Navidad si hoy es un día tan bueno como cualquier otro para disfrutar de este turrón de Nocilla y nueces caramelizadas.

Así pues, como me lo paso en grande preparando este tipo de dulces, aprovecho cualquier ocasión para ponerme manos a la obra y sorprender a cualquiera de mis amigos con uno de estos pequeños caprichos. ¿Acaso puede molar más un regalo que el que haces con tus propias manos?

Preparación del Turrón de Nocilla y nueces caramelizadas

En un bol apto para microondas ponemos los 200 g de chocolate troceados excepto una onza que reservaremos para el final. Añadimos la Nocilla y llevamos al microondas durante un minuto a 800 W de potencia, sacamos, removemos, y seguimos calentando el períodos de 30 segundos, removiendo bien entre medias hasta que el chocolate esté fundido.

Añadimos los chococrispis y las nueces caramelizadas troceadas y mezclamos muy bien. Se puede hacer con una espátula de silicona o con unas varillas, pero a mí, no me preguntéis por qué, me resulta comodísimo utilizar unos palillos del chino.

Echamos la mezcla en un molde de silicona, que en este caso es lo más aconsejable ya que nos garantiza un desmoldado sin complicaciones, y dejamos enfriar hasta que solidifique. Con unas 4 horas será suficiente aunque yo lo he dejado toda la noche.

Una vez que tengamos nuestra tableta de turrón de Nocilla y nueces caramelizadas, podemos decorar la tableta con algunas medias nueces caramelizada que “pegaremos” fundiendo la onza de chocolate que habíamos reservado y usándola como pegamento.

Y con esos pasos tan sencillos ya tenemos nuestra tableta de turrón de Nocilla y nueces que podemos disfrutar tal cual o, si es para regalar, aprovechamos para currarnos un envoltorio lo más chulo que se nos ocurra. Seguid leyendo y os cuento cómo lo he hecho yo.

Lo primero siempre será envolver la tableta con papel de aluminio que la proteja adecuadamente y, a partir de ahí, imaginación al poder. Yo como quería algo minimalista y un poco rústico simplemente he escrito a mano una hoja con los ingredientes y lo he envuelto todo en un trozo de papel de horno. Un poco de hilo rústico para cerrar el paquete y una etiqueta de papel diciendo lo que es.

Resultado

Una receta muy fácil y una buena dosis de cariño, no hacen falta más ingredientes para hacer felices a los que más queréis.