Hace poco estuve de vacaciones el Bélgica. Además de probar 48 cervezas diferentes hice muchas otras cosas interesantes, entre ellas fui al Carnaval de Binche.

Binche es un pueblo situado al sur de Bruselas, donde sus habitantes pasan meses preparando su tradicional fiesta de Carnaval, que dura tres días. El día más famoso es el tercero, que siempre cae en martes.

Llegamos y lo que nos encontramos fue un pueblo reventado de gente y familias de fiesta, con todos los bares y peñas a reventar, al más puro estilo “fiestas de cualquier pueblo de España” con la diferencia de que eran las 11 de la mañana. Lo que sigue es mucha cerveza y un desfile a las 3 de la tarde en el que se tiran naranjas al público durante horas. No os imaginéis la Tomatina de Valencia porque es muy diferente. Aquí se trata de cazar todas las naranjas que puedas al vuelo y quedártelas. La tontería es increiblemente divertida, en parte por el buen rollo que hay entre todo el mundo y hecho de que todos, lugareños y turistas, toman parte.

Las naranjas que tiran son de esas pequeñas y rojas por dentro, y como cogí unas 7 u 8, pude usarlas para hacer esta inusual receta de mi bisabuela que me encanta:

Preparación

– Hacemos zumo con 3 de las naranjas. Mejor que estén fresquitas.

– Pelamos el resto  y las cortamos en rodajas finas.

– Añadimos la cebolleta picada muy pequeña y un chorro de aceite.

Resultado

Sé que suena raro, pero a mí me encanta. Me gusta con mucho zumo, como en la última foto de abajo. No os puedo prometer que os vaya a gustar pero os aseguro que merece la pena probarlo porque es muy diferente a nada que hayáis probado antes.

Mi madre siempre me dijo que esta receta era de mi bisabuela, y que ella decía que era la única ensalada que se toma de postre. Mi madre me la pasó a mí y yo la comparto con vosotros. ¡Espero que la probéis y que me contéis qué os parece en los comentarios!

Tiempo: 10 minutos

Dificultad: 1/5

Digestión: 1/5

Precio: 3 €