Las ensaladas, reinas y señoras del poco tiempo y el comer sano y ligero. O no. La verdad que no recuerdo dónde aprendí esta receta o más que receta, idea de ensalada, el caso es que reconfigura el concepto de ensalada convirtiéndolo en un plato algo más consistente sin ganas calorías. Otra cosa que tengo que apuntar, es que una vez más, me quedé sin un ingrediente básico para la ensalada, la menta, pero me ha sido imposible conseguirla, y mira que he buscado en grandes supermercados y pequeñas tiendas de frutas, nada, no tenían. Me estoy dando cuenta que la mejor opción para hierbas, es siempre, siempre, tener tus propias macetas con las esenciales. Aparte de darte color y vida a tu terraza, te darán una estupenda despensa de especias y hierbas para tus platos. Hacedlo y no os arrepentiréis, yo ya he empezado: Hierbabuena, Menta y perejil. Próximamente más.

Como he dicho antes, al no conseguir la menta tuve que recurrir de imaginación y pensar en un sustituto que tuviera, fuera original y le diese ese toque especial. Y se me ocurrió, huevas de lumpo, además del huevo que eché porque me sobraban y el queso para decorar y darle un poco más de “chicha”.

El plato se hace en dos partes, la primera es la emulsión, que consiste ni más ni menos que mezclar diferentes líquidos o ingredientes inmiscibles, es decir, que a priori no se pueden mezclar, como lo es el aceite y el vinagre. Pues bien añadimos el aceite, el vinagre, el perejil, la pimienta y la sal como si fuéramos a aliñar una ensalada y los removemos y batimos bien hasta dejar el líquido de color oscuro (importante que el vinagre sea aromático y con cierto cuerpo).

Por otro lado, juntamos los guisantes, las lentejas de bote (qué gran invento) el huevo y las huevas de lumpo, lo removemos un par de veces y añadimos la emulsión procurando que esta quede homogénea, si hace falta, batirla de nuevo antes de echarla.

Lista nuestra ensalada de guisantes y lentejas con emulsión. Para decorar, unas poquitas de huevas y el queso de cabra y listo. Como ocurre en algunas ocasiones en la cocina, no tiene el mejor aspecto, pero el sabor es muy muy bueno, y sobre todo que no hay que hacer ninguna maravilla para tener un plato sano sin renunciar a lo contundente.