Después de todas las patatas y el bacon de las recetas de ayer, hoy regresamos con algo verde, que ya falta menos de una semana para San Patricio y en Cocinillas nos encanta saborear Irlanda por estas fechas. O al menos intentarlo, porque esta receta de crema de guisantes con menta que es la que suelo preparar en casa y, aunque inspirada en los populares “Mushy peas” que se consumen en tierras irlandesas, sus ingredientes resultan más fáciles de conseguir donde yo vivo,

Ingredientes

  • Guisantes congelados, 350 g
  • Agua, 200 ml
  • Mantequilla, 15 g
  • Azúcar, 1 cucharadita (*)
  • Zumo de limón o vinagre blanco, 1 cucharada (*)
  • Salsa de menta, 1 cucharada (**)
  • Sal, al gusto
  • (*) El azúcar y el zumo de limón (o el vinagre) son opcionales pero es, junto con respetar el tiempo de cocción, una de las claves para que los guisantes mantengan un intenso color verde después de cocinados.
  • (**) La salsa de menta se puede encontrar en grandes superficies, pero se puede hacer macerando unas cuantas hojas de menta fresca con vinagre y un poco de sal.

A diferencia de los “Mushy peas” que es un puré que se prepara con guisantes secos que hay que poner a remojo como si fuesen garbanzos antes de cocerlos y que yo no he sido capaz de conseguir aquí en Ferrol, esta crema de guisantes con menta se prepara con guisantes congelados o, ahora que está a punto de empezar la temporada, con guisantes frescos.

Preparación de la Crema de guisantes con menta

  1. En un cazo ponemos el agua y la mantequilla a calentar con el fuego a tope (12/12).
  2. Cuando rompa a hervir, añadimos los guisantes congelados, el azúcar y el zumo de limón o el vinagre blanco. Esperamos a que recupere el hervor (tardará un par de minutos), bajamos el fuego (6/12) y dejamos cocinar 5 minutos más (si son congelados, conviene consultar las instrucciones de la bolsa sobre el tiempo de cocción porque puede variar en función del tamaño de los guisantes).
  3. Escurrimos los guisantes pero sin tirar el caldo de cocción. Los trituramos con la batidora, añadimos la cucharada de salsa de menta y caldo hasta obtener la consistencia deseada. Yo suelo añadirlo todo.
  4. Añadimos sal al gusto, terminamos de triturar y servimos. Si queremos una textura más fina se puede pasar por un colador chino.

Resultado

Esta crema de guisantes con menta, aparte de ser facilísima de preparar, gracias al frescor que aporta la salsa de menta no resulta nada pesada de comer y es una forma deliciosa de disfrutar de estas legumbres para todas esas personas a las que las “bolitas verdes” en el plato no les hacen ninguna gracia.

Si se toma caliente resulta reconfortante, ya que como los guisantes tienen fécula, a pesar de no usar leche ni nata en la crema, el resultado final es muy untuoso. Si se toma fría, se potencia el sabor de la menta y resulta un plato muy refrescante.

¿Habéis probado alguna vez una crema de guisantes con menta? ¿O ni siquiera os habíais planteado esta combinación?