El huevo es uno de los alimentos más versátiles que podemos encontrar en la cocina, y destaca por cómo algo tan sencillo puede dar lugar a tantos platos diferentes y mantener el auténtico sabor del huevo.

Hoy nos vamos a centrar en el huevo escalfado, una forma de cocción del huevo con la que conseguimos cuajar la clara alrededor de la yema y que esta quede líquida y jugosa. Hay muchas técnicas y trucos como añadir vinagre o remover el agua para que la clara se mantenga unida a la yema, pero hoy os vamos a enseñar un truco para hacer el huevo escalfado perfecto y fácil.

Preparación del huevo escalfado perfecto

Quizás os extrañe ver entre los ingredientes un termómetro, pero es tan importante para esta receta que lo he añadido a la lista. Si todavía no te has concienciado de la importancia que tiene cocinar con termómetro para que tus platos queden siempre perfectos no te pierdas nuestro post dedicado al tema. Volveremos al tema de la temperatura cuando le toque.

Pero primero vamos con la otra parte importante de la receta, el huevo. Para hacer un buen huevo escalfado es importantísimo tener huevos frescos. Para saber si nuestro huevo es fresco tenemos que sumergirlo en un recipiente con agua. Si se hunde hasta el fondo es que es fresco, pero si tiene varias semanas tras la puesta de la gallina este flotará por haber aumentado su cantidad de aire dentro del huevo.

Una vez elegido nuestro huevo fresco pasamos al proceso de cocción. Llenamos una cacerola con abundante agua y calentamos hasta alcanzar 80ºC. Introducimos un plato boca abajo para que luego el huevo no toque directamente la fuente de calor y volvemos a calentar el agua hasta alcanzar los 80ºC. La temperatura es clave, así que tienes que intentar conseguir el punto exacto, no te vayas a más de 81.5ºC ni bajes de 78.5ºC. Al principio cuesta, y es de hecho lo más complicado de la receta, pero una vez le pillas el truco es sencillo.

Cuando la temperatura se haya estabilizado a 80ºC abrimos el huevo y lo colamos con ayuda de una espátula para eliminar la parte de la clara que no está bien unida a la yema. A continuación lo introducimos en la cacerola con cuidado e intentando que quede centrado encima del plato boca abajo.

Tendrá que estar 4 minutos exactamente a 80ºC y conseguiremos un huevo escalfado perfecto, con la clara cuajada alrededor de una yema que queda líquida al cortar.

Resultado

Añadimos un poco de sal y pimienta y a disfrutar de una auténtica maravilla tan fácil de preparar. Podemos ponerlo encima de un poco de pan bimbo tostado o de un muffin inglés si lo conseguimos, y si añadimos salmón ahumado tendremos un plato con el que se me saltan las lagrimas de emoción. O podéis usarlo como plato principal con sepia y patatas, espectacular.

Tiempo: 5 minutos

Dificultad: 2/5

Digestión: 2/5

Precio: 1 €

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