El otro día compré pasta filo para hacer una receta que hice hace mucho tiempo y que me apetecía compartir con vosotros, pero no pude hacerlo cuando normalmente hago las recetas, así que al final lo hice anoche para cenar. El plato en cuestión no es para una cena, es para comer, o así lo veo yo, así que he reutilizado la pasta filo para hacer algo más elaborado pero a la vez muy fino: saquitos de pasta filo rellenos de gambas y calabacín al curry. Para dejar flipando a las visitas, ya veréis.

Preparación

Lo primero de todo es tener en cuenta que la pasta filo debe permanecer en la nevera hasta el último momento. ¿Lo tenemos claro? Perfecto, pues sigamos adelante. Lo siguiente va a ser cortar el calabacín y la cebolleta, muy finito, casi en brunoise. Cuando lo tengamos todo, es hora de sofreír la mezcla con muy poco aceite. Una vez hayan pasado unos 5 minutos, incorporamos las gambas, que estarán listas en otros 5 minutos, a fuego más fuerte en esta ocasión. Después bajamos el fuego e incorporamos el curry, durante otros 3 minutos removemos. Yo le he echado un pelín de salsa de soja antes de añadir el curry porque prefiero hacer eso que añadir sal, vosotros como veáis.

Una vez terminado, reservamos y metemos en la nevera, que necesitaremos que no esté caliente a la hora de montar el paquetito. Bien, lo siguiente es coger las hojas verdes sobrantes de la cebolleta y cortar en 4 finas tiras cada hoja (nos hará falta 1 tira para cada paquete, así que con dos hojas podría bastar). Esto lo utilizáremos para atar cada saquito.

Ahora viene el proceso de montaje, que es tal vez donde más peligro corréis pues hay que hacerlo rápido antes de que la pasta filo se empiece a secar. Pero antes vamos a precalentar el horno a 245º, y después, al lío. Cortamos cada hoja en 4 cuadrantes, ponemos un poco de relleno (una cucharada sopera) en el centro, cogemos los extremos, hacemos un saco y atamos con la tira de hoja verde de cebolleta. Los vamos poniendo todas sobre papel de horno en una bandeja. Una vez terminados todos, ya sólo es cuestión de meterlos en el horno y bajar a 200º y dejarlo durante unos 15 minutos. Estaros atentos porque esto no es una ciencia exacta (este último punto) y es hasta que estén dorados. Tened cuidado de poner demasiado relleno o se romperán por debajo los saquitos al sacarlos del horno, me ha pasado, vaya…

Bueno, pues una vez todo listo, sólo es cuestión de presentar, quedaros con vuestros comensales y degustar este manjar (está buenísimo, de verdad). Que aproveche.

Tiempo: 40 minutos

Dificultad: 3/5

Digestión: 2/5

Precio: 4 €

Noticias relacionadas