Unas patatas friéndose junto al chef Joseba Arguiñano.

Unas patatas friéndose junto al chef Joseba Arguiñano. E.E.

Recetas

Joseba Arguiñano (40), chef: "El truco de unas patatas fritas perfectas no es el aceite, es cocerlas antes de freírlas"

El chef Joseba Arguiñano comparte su receta más fácil y barata: patatas con mejillones y salsa brava casera, con un truco que cambia el resultado final.

Más información: Joseba Arguiñano (40 años), chef: "Para que la lubina tenga más sabor, prepara esta salsa fácil de champiñones"

Publicada

0 votos

Las patatas son uno de esos ingredientes que nunca fallan en la cocina, pero conseguir que queden en su punto —tiernas por dentro y crujientes por fuera— no siempre es tarea fácil. Joseba Arguiñano, hijo del emblemático Karlos Arguiñano y cocinero al frente de su propio programa en Antena 3, ha revelado cuál es el truco que marca la diferencia: "El secreto está en cocerlas antes de freírlas."

Con esta técnica, el chef vasco consigue que las patatas absorban menos aceite y mantengan una textura perfecta, lista para acompañar todo tipo de platos. En su última receta televisiva, Arguiñano ha querido demostrarlo con un plato que combina sencillez, sabor y precio imbatible: patatas con mejillones y salsa brava casera.

Un plato barato, fácil y con mucho sabor

En tiempos en los que cocinar con pocos ingredientes y poco gasto se ha vuelto casi un arte, Joseba Arguiñano vuelve a apostar por la cocina tradicional, la de toda la vida, pero con un toque propio. Su receta de patatas y mejillones con salsa brava es una prueba de que no hacen falta ni técnicas complejas ni productos caros para comer bien.

"La salsa brava no solo sirve para las patatas. También combina de maravilla con mariscos como los mejillones", explicaba el chef mientras preparaba el plato. Y tenía razón. El resultado es un contraste perfecto entre el toque picante de la salsa, la suavidad de la patata cocida y el sabor salino de los mejillones recién abiertos con vino blanco o txakoli.

Cocer antes de freír: el truco que lo cambia todo

Arguiñano insiste en que cocer las patatas antes de freírlas es el paso clave para que el resultado sea inmejorable.

Este doble cocinado permite que la patata se ablande primero en el interior, evitando que se queme por fuera antes de estar hecha por dentro. Después, con una segunda fritura rápida, se consigue esa capa dorada y crujiente que tanto gusta.

"Si las echas crudas directamente al aceite caliente, el exterior se dora demasiado rápido, pero el interior queda duro", explica el cocinero.

En cambio, al cocerlas unos minutos antes, se reduce el tiempo de fritura y se consigue una textura más equilibrada. Además, absorben menos grasa y conservan mejor su sabor natural.

La salsa brava con un toque especial

La otra clave del plato está en la salsa brava, que Joseba prepara con una base de mahonesa casera con especias.

Aunque la receta tradicional suele hacerse con tomate y pimentón, Arguiñano le da su toque personal con mostaza de Dijon, miel, comino y una pizca de orégano fresco.

El resultado es una salsa cremosa, ligeramente picante y con un fondo dulce que equilibra el sabor intenso de los mejillones.

"Es una salsa brava diferente, pero deliciosa. La miel suaviza el picante y hace que todo encaje mejor con el marisco", comenta el chef.

Esa combinación entre el picante suave, el toque ácido del limón y la textura crujiente de la patata cocida y frita convierte esta receta en una de las más versátiles y resultonas de la temporada.

Cocina sencilla y sin complicaciones

En la línea de su padre, Joseba Arguiñano apuesta siempre por recetas caseras, con productos accesibles y llenas de sabor.

Esta preparación no solo es rápida y económica, sino que se adapta a cualquier ocasión: puede servirse como tapa, plato principal o incluso como parte de una comida informal con amigos.

Además, los mejillones aportan una dosis extra de proteína y hierro, convirtiendo este plato en una opción saludable y completa.

La clave está en el equilibrio entre lo tradicional y lo moderno: una receta de bar reinventada con técnica y sensibilidad.

Ingredientes de las de patatas y mejillones con salsa brava

Para las patatas y mejillones:

  • 3 patatas medianas
  • 20 mejillones frescos
  • 75 ml de txakoli o vino blanco
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Perejil fresco picado

Para la salsa brava:

  • 1 huevo
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • 1 cucharadita de mostaza de Dijon
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • 1 cucharadita de pimentón picante
  • 1 cucharadita de miel
  • 1 cucharadita de comino en polvo
  • ½ cucharadita de ajo en polvo
  • 1 cucharadita de orégano fresco
  • 100 ml de aceite de girasol
  • Pizca de sal

Paso 1

Pela y corta las patatas en dados grandes. Cuécelas en una cazuela con agua y sal durante unos 7 minutos, hasta que estén ligeramente tiernas pero sin deshacerse. Escúrrelas y deja que se sequen bien sobre papel absorbente.

Paso 2

Calienta abundante aceite en una sartén o freidora. Fríe las patatas a fuego fuerte hasta que estén doradas y crujientes. Retíralas sobre papel absorbente y añade sal al gusto.

Paso 3

En un vaso batidor, coloca el huevo, el zumo de limón, los pimentones, la miel, la mostaza, el comino, el ajo en polvo, la sal y el aceite. Tritura con la batidora hasta obtener una salsa espesa, similar a una mahonesa. Añade el orégano fresco y mezcla.

Paso 4

En una sartén, coloca los mejillones limpios. Añade el txakoli, tapa y cocina durante 2-3 minutos, hasta que se abran. Retira las cáscaras y reserva la carne.

Paso 5

Sirve las patatas fritas en una fuente. Coloca los mejillones por encima y añade generosamente la salsa brava casera. Espolvorea perejil fresco picado y sirve caliente.

Con esta receta, Joseba Arguiñano vuelve a demostrar que la cocina casera puede ser sabrosa, económica y creativa al mismo tiempo.

El truco de cocer las patatas antes de freírlas garantiza un resultado perfecto, y la salsa brava con miel le da un toque moderno y equilibrado que sorprende a todos los paladares.

Un plato que no solo cuesta poco, sino que también recuerda a lo mejor de la cocina de bar… con la firma Arguiñano.