- Total: 15 min
- Comensales: 4
Karlos Arguiñano lleva más de cuatro décadas enseñando a cocinar en la televisión. A sus 76 años, sigue compartiendo recetas sencillas, rápidas y llenas de sabor. Esta vez ha querido poner el foco en una preparación que rompe con lo clásico: la tortilla que no se da la vuelta.
El cocinero vasco ha explicado que no siempre hace falta girar la tortilla en la sartén para lograr un resultado jugoso. Con apenas unos minutos de cocción y un truco de origen madrileño, consigue un plato perfecto para cualquier cena ligera o comida improvisada.
Arguiñano descubrió esta técnica en una visita a la capital. Conoció la propuesta del chef Sacha Hormaechea, que en su día la bautizó como "tortilla vaga" o "tortilla para extranjeros". La idea era simple pero revolucionaria: cuajar solo por un lado y servirla abierta con los ingredientes encima.
Lejos de ser una rareza culinaria, Arguiñano la ha incorporado a su recetario televisivo. Su versión destaca por la rapidez, la jugosidad y la posibilidad de personalizarla con distintos ingredientes. En este caso, apostó por unas gambas al ajillo, pero subraya que lo esencial es la base de huevos.
El chef insiste en que esta tortilla es ideal para quienes buscan practicidad en la cocina. "En 15 minutos la tienes lista y queda jugosa", comenta. No hay que preocuparse de que se rompa al girarla ni de calcular tiempos al milímetro. El resultado es siempre fiable y vistoso.
Una tortilla que no se voltea
La clave, según Arguiñano, está en cocinar los huevos a fuego suave. "Hay que dejar que cuajen solo por un lado, como si fuese un crepe", señala. Eso permite que la parte superior mantenga una textura cremosa, mientras que la inferior queda firme y dorada.
El concepto de "tortilla vaga" no es nuevo, pero se ha popularizado en los últimos años gracias a chefs que la reivindican en congresos gastronómicos y restaurantes de prestigio. Madrid Fusión fue el escaparate en el que Hormaechea la presentó al gran público, y desde entonces se ha replicado en distintas versiones.
Arguiñano, con su estilo cercano, ha logrado trasladar esta receta a los hogares españoles. Su forma de explicar convierte lo complejo en sencillo, y anima a cualquiera a perderle el miedo a la sartén. "Si tienes huevos y un par de ingredientes, ya puedes hacerla", resume.
Más allá de la técnica, el chef vasco recuerda que la tortilla siempre ha sido un símbolo de la cocina española. Desde la clásica de patatas hasta las variantes con verduras o embutidos, este plato ha acompañado a generaciones. La "vaga" añade un matiz de modernidad sin perder su esencia.
Rápida, versátil y muy vistosa
Para quienes disfrutan de cenas rápidas pero sabrosas, esta propuesta encaja a la perfección. Puede servirse como primer plato, como tapa o incluso como cena única acompañada de una ensalada. Su versatilidad la convierte en una de esas recetas de fondo de armario culinario.
La rapidez también es un punto a favor. En apenas un cuarto de hora está lista, lo que la hace perfecta para improvisar. "No hay excusa para no comer bien en casa", insiste Arguiñano, que siempre defiende la importancia de la cocina casera frente a la comida ultraprocesada.
La tortilla vaga tiene, además, un toque visual muy atractivo. Al no cerrarse ni voltearse, se presenta abierta, mostrando los ingredientes. Esa estética la hace ideal para compartir en la mesa e incluso en redes sociales, donde los platos fotogénicos triunfan.
Aunque Arguiñano la preparó con gambas, la lista de posibilidades es infinita. Desde setas salteadas hasta espárragos trigueros, pasando por jamón ibérico o queso fundido. La base de huevos admite casi cualquier combinación, lo que permite adaptarla a gustos y temporadas.
El cocinero también da un consejo adicional: usar buenos huevos. La calidad de este producto marca la diferencia en sabor y textura. En sus programas, siempre insiste en recurrir a huevos camperos o ecológicos cuando sea posible.
Con esta receta, Arguiñano vuelve a demostrar que la cocina española evoluciona sin perder sus raíces. La tortilla sigue siendo protagonista, pero con un guiño moderno que facilita la vida a quienes no quieren complicarse.
Ingredientes de la tortilla vaga de Arguiñano
- 8 huevos
- 32 gambas (pueden ser frescas o congeladas)
- 3 dientes de ajo
- 1 cayena
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Perejil fresco picado
Paso 1
Pela los ajos y las gambas. Calienta 75 ml de aceite en una sartén con la cayena.
Paso 2
Añade los ajos laminados y rehógalos. Antes de dorarse, agrega las gambas sazonadas. Saltéalas brevemente y espolvorea perejil.
Paso 3
En otra sartén pequeña, añade una cucharadita de aceite. Bate 2 huevos, sala y viértelos. Deja cuajar a fuego suave solo por un lado, sin remover.
Paso 4
Retira la tortilla (tipo crepe) a un plato llano y coloca encima 8 gambas al ajillo con un poco del aceite.
Paso 5
Repite el proceso con el resto de huevos y gambas hasta obtener 4 tortillas. Decora con perejil fresco.
Paso 6
Consejo: puedes variar la cobertura con setas, verduras de temporada o jamón. Lo importante es respetar el truco: cuajar solo por un lado y servir abierta.
