Desde Ambar nos traen una cerveza especial para cocinar un plato minimalista, sano y lleno de vida. Hemos preparado unos pappardelle de calabacín, servidos con una bechamel de trufa quebrada, reducida con el dulzor de la pilsner. 

Ingredientes

  • Calabacín, 2
  • Cebolla morada, 1
  • Caldo de verduras, 100 ml
  • Leche evaporada, 100 ml
  • Cerveza Ambar Especial, 100 ml
  • Mantequilla, 15 g
  • Trufa, 12.5 g
  • Harina de trigo, 1 cda
  • Aceite de oliva, 1 cda
  • Sal, al gusto
  • Popurrí de pimientas, al gusto

Pasos a seguir

Este irresistible y sencillo plato de vanguardia vegetariana, apto para todos los gustos y presupuestos se prepara en un abrir y cerrar de ojos.

1: Cortar las tiras del calabacín

Lavamos ambos calabacines y los secamos bien. También podríamos pelarlos si no nos gustase el color verde de la piel. Los colocamos sobre una superficie cómoda para trabajar y cortamos los extremos. Situamos el calabacín mirando hacia nosotros para facilitar la manipulación. Cogemos un pelador y, de arriba a abajo, vamos haciendo tiras limpias. Repetimos con su pareja.

Laminadas ambas hortalizas, colocamos papel de cocina absorbente sobre un plato, bandeja o madera de trabajo. Colocamos encima las tiras de pappardelle. Tapamos con más papel para que absorba todo el exceso de agua que contienen los calabacines. Repetimos para el segundo calabacín. Reservamos.

2: Preparar la salsa trufada

Agregamos la mantequilla en una sartén profunda. Una vez se derrita, repartimos por toda la superficie. Añadimos la base de cebolla morada. Pochamos. Cuando los trozos queden tostados, añadimos una cucharada de harina. Tostamos todo, como el color ambarino de la propia cerveza.

Momento para crear la salsa: vertemos el caldo de pollo o de verduras. Dejamos que reduzca. En 5 minutos, será el momento de la leche evaporada. Meneamos bien y dejamos que vuelva a reducir 5 minutos. 

Por último, le toca protagonismo a la cerveza Ambar Especial. Agregamos 100 ml y volvemos a combinar todos los sabores. Dejamos que reduzca 5 minutos adicionales para que evaporen los alcoholes. El tueste de las maltas de esta pilsner hace que la salsa obtenga un dulzor que, emparejado con la trufa, despierta notas muy intensas en el paladar.

Una vez espesada nuestra salsa, añadimos la trufa troceada. Repartimos bien y dejamos reducir apenas 3 minutos. Salpimentamos al gusto. Reservamos.

3: Saltear los pappardelle de calabacín

 

Vamos a marcar las tiras de calabacín, apenas que silben sobre la sartén.

Así, añadimos unas gotas de aceite de oliva. Con ayuda de una servilleta absorbente, quitamos el exceso de la superficie. La idea es saltear muy rápidamente los pappardelle y darles ese golpe de calor, no freírlos.

Una vez tengamos la sartén caliente y el aceite bien repartido y sin charcos, agregamos nuestras tiras de calabacín. Marcamos a fuego bajo, con mucho cuidado de no quemarlos. En un minuto estarán listos, con un color más despierto y una textura irresistible.

4: Servir

Con ayuda de unas pinzas, escogemos nuestros pappardelle de calabacín y los montamos sobre un plato. Regamos por encima la cremosa salsa de trufa reducida con cerveza Ambar Especial. Espolvoreamos bien con un queso curado, en este caso un Grana Padano.

Notas

Lo interesante de esta receta, por no decir asombroso, es que tienes la sensación de estar comiendo pasta de toda la vida. El sabor es igual de logrado, jugoso y saciante. La clave de la bechamel trufada es reducirla con cerveza pilsner. El tueste de sus maltas y la fermentación especial hacen que la nota final de los pappardelle sea dulce.

 Estas sensaciones levantan y envuelven el concentrado aroma de la trufa. Es una combinación muy intensa, en especial cuando todos estos sabores tan dispares crean una unidad con el salado y curado del queso, formando una historia propia que cobra vida en un mismo plato.

Si quieres lucirte ante una comida con tus amigos o familiares, sorpréndelos con algo distinto y excitante: nuestra receta de pappardelle de calabacín te entronará como el rey de los cocinillas. Cuando llegue el júbilo de la celebración, no olvides abrir unas cervezas para celebrarlo, cortesía de Ambar.